Manejo de la pradera

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Manejo de la praderas (carga animal, presión de pastoreo, intensidad de pastoreo)

Por Kevin Gonzalez martinez 

El suelo, el animal y la pastura son parte de los componentes más importantes en los sistemas de producción de carne y leche en nuestro país. Mediante el manejo de pasturas, el productor puede manipular tanto a los animales como a las pasturas para obtener así una mayor productividad por animal y por unidad de superficie. El manejo de pasturas, puede ser definido como el arte de obtener la mayor disponibilidad de forraje con el fin de lograr la mayor productividad animal, mayor ganancias de peso por animal, por día, por hectárea, por año y mayor producción de leche por vaca (Bernal, 2003).

El manejo de pasturas no es independiente del manejo animal y del manejo general de la finca. Existe una serie de factores que influyen sobre el manejo de pasturas, pero solo se puede actuar sobre algunos, tales como: carga, animal, presión de pastoreo, intensidad de pastoreo, frecuencia de pastoreo, oportunidad de pastoreo, sistema de pastoreo y fertilización (Bernal, 2003).

  • Carga animal.

 Se refiere al número de animales por unidad de área que predomine sobre una pastura  y se expresa normalmente en unidades animales por hectáreas (UA/ha). Donde una unidad animal equivale a 500 kg. de peso vivo. Es una de los factores más determinante en la productividad de una pastura, debido a la relación de la productividad por animal y por hectárea (Bernal, 2003).

El ganadero, a través de la carga animal, puede manipular la disponibilidad de forraje por animal. Toda pastura dependiendo de su capacidad de producción de forraje, posee una capacidad de carga determinada, la cual es similar a la carga animal óptima de la pastura (Bernal, 2003).

Si se maneja una carga animal baja, se obtiene la máxima producción por animal, debido a la alta disponibilidad de forraje. En este caso se estaría subutilizando la pastura. Lo contrario ocurre si se maneja una carga animal alta: se disminuye la producción por animal debido a una baja disponibilidad de forraje. Sin embargo, la producción por hectárea aumenta hasta llegar a un punto óptimo, el cual coincide con la capacidad de carga de dicha pastura.

En este rango es donde se obtiene la mayor producción por área debido a una mejor utilización del forraje disponible (Bernal, 2003).

Si se aumenta la carga animal sobre su punto óptimo, la producción animal disminuye. La disminución de la disponibilidad de forraje hará que los animales no satisfagan sus necesidades de mantenimiento. Así mismo, la pastura sufriría un deterioro por sobrepastoreo.  Por medio del manejo de la carga animal se puede lograr una mayor persistencia de la pastura y una mayor producción por animal y por área (Bernal, 2003).

Determinación de la capacidad de carga. La capacidad de carga se define como el número de animales por hectárea que puede sostener un potrero. Se calcula dividiendo la cantidad de forraje total aprovechable, entre el periodo de descanso y el consumo de forraje diario del animal.

Para tal propósito es necesario disponer de la siguiente información:

  • Cantidad de forraje aprovechable por corte o pastoreo. Luego, calcular las pérdidas del pasto que se pueden presentar. Normalmente las pérdidas se estiman en un 30%, o sea que solo hay un 70% aprovechable.
  • Cantidad de alimento que puede consumir cada animal, se considera que un animal adulto consume forraje verde en promedio un 10 a 12% de su peso vivo; por ejemplo si un animal pesa 500 Kg, este consume 50 Kg. de forraje verde por día.
  • El periodo de descanso y el periodo de pastoreo.

Con esta información se puede calcular el número de animales/ha con la aplicación de la siguiente fórmula:

En donde:
NA / ha =   número de animales por hectáreas
PFV =   producción de forraje verde por hectárea
0.70 =   porcentaje utilizable del forraje
50 =    promedio del consumo de forraje por animal cada día, en Kg.
PD =    periodo de descanso del potrero.
Ejemplo:
Si se asume una producción de forraje verde de 12 .000 Kg./ ha  y el periodo de descanso es de  42 días, la capacidad de carga o número  de animales por hectáreas, será:




  • Presión de pastoreo

Es una medida similar a la carga animal, pero se refiere concretamente al número de animales por unidad de forraje disponible y se expresa en kg de forraje/animal. Dos pasturas del mismo tipo de pasto pueden tener la misma capacidad de carga, pero la presión de pastoreo en ambas puede ser diferente producto de la cantidad de forraje disponible y del tipo de explotación animal  (Bernal, 2003).

La presión de pastoreo es un factor de gran importancia a la hora de tomar decisiones sobre la carga animal por utilizar en una pastura, con el propósito de obtener una mayor productividad y persistencia (Bernal, 2003).

Dado que la producción de forraje es variable en el tiempo, en nuestras condiciones tropicales es necesario realizar un buen manejo de la pastura para tener el mejor provecho  cuando hay una buena disponibilidad forrajera; esto se pede lograr manteniendo constante la presión de pastoreo, por medio del ajuste de la carga animal (Bernal, 2003).

La disponibilidad de forraje en la pastura debe ser suficiente para que el animal logre su máximo consumo. Una pastura de buena calidad, de 21 a 35 días de rebrote y con una producción promedio de 2500 Kg. materia seca por hectárea (MS/ ha) durante todo el año, es lo óptimo para lograr el máximo consumo.




  • Intensidad de pastoreo.

 Es el grado de defoliación de la pastura por parte de los animales, o bien es la altura de pastoreo o corte. Este factor es importante, por que en la medida en que la intensidad de pastoreo sea mayor, la defoliación también lo será, afectándose directamente la capacidad de rebrote, el rendimiento en el próximo pastoreo y la persistencia (Bernal, 2003).

La intensidad de pastoreo se refiere al grado de stress al que la pradera es sometida por efecto de la defoliación por los animales, pisoteo, deposición de heces, etc

Los diferentes componentes de una pastura responden de diferente modo al grado de desfoliación, por lo que es importante ajustar el manejo, de acuerdo con su composición botánica y las características propias de cada especie. El vigor de muchas especies forrajeras, especialmente las gramíneas de crecimiento erecto, se ven afectadas si el manejo es intensivo (Bernal, 1994).




  • Frecuencia de pastoreo.

Es un factor que está íntimamente relacionado con la intensidad de pastoreo, el cual se define como la periodicidad con que la pastura es desfoliada por parte de un animal. Frecuencia de pastoreo es el intervalo con que son desfoliada las pasturas  (Bernal, 2003).

Ese factor, dependerá de la carga animal, la presión de pastoreo y del periodo de recuperación de la pastura que es sometida a pastoreo. La relación entre intensidad y frecuencia es importante y directa, ya que si se maneja una pastura con alta intensidad y alta frecuencia, el vigor de ésta va a disminuir afectando así la productividad animal y la persistencia. Lo contrario ocurre con una baja intensidad y baja frecuencia. Se debe tratar de buscar un nivel óptimo entre ambas, usando una intensidad moderada, con una frecuencia adecuada con el propósito de que la pastura se recupere  (Bernal, 2003).




  • Oportunidad de pastoreo.

El manejo de una pastura, además de los factores ya mencionados debe ser lo más oportuno posible; esto es, introducir animales a una pastura con una presión de pastoreo adecuada y con una frecuencia predeterminada, en el momento en que tanto la calidad como la cantidad sean las más adecuadas para satisfacer las necesidades nutricionales. Además conviene retirar a los animales de dicha pastura cuando el forraje haya sido consumido, según la intensidad propia de cada especie  (Bernal, 2003).

Es una herramienta para ejercer una control sobre la utilización de la pastura.

Existen varios sistemas de pastoreo, pero los básicos son el pastoreo continuo y el rotacional.  La duración del periodo de ocupación y de descanso es un elemento importante en el manejo de pasturas. La duración, en cada uno de los ciclos, va a depender de la carga animal, y la disponibilidad de forraje, la composición botánica y de las características de las especies, entre otros; además, del número de potreros en que se haya dividido una pastura

En ganaderías de leche donde los sistemas de producción son intensivos, y en muchos casos hay fertilización y riego, es necesaria la división de potreros en varios o muchos potreros, llegándose a manejar por lo menos, un potrero por día de ocupación con treinta días de descanso.

En ganaderías de carne, crías, desarrollo y engorde, donde los sistemas han sido más extensivos, es importante contar con un número mínimo de potreros, ya que esto facilita un mejor manejo animal, un mejor control de parásitos (quebrando sus ciclos) y un mejor control de biomasa indeseable. También se logra dejar potreros para la conservación de forrajes (heno) y hacer un manejo adecuado en pasturas asociadas.

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