Como prevenir el Síndrome Respiratorio en vacas lecheras

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Síndrome Respiratorio bovino (SRB)

Se conoce como síndrome respiratorio bovino (SRB) al proceso producido por un grupo de agentes que comparten la capacidad de producir manifestaciones de tipo respiratorio en el ganado bovino. Entre los signos clínicos podemos encontrar toses, descarga nasal de diversa índole y un síndrome febril en el que la hipertermia puede llegar hasta los 41 ºC. La lesión más característica es una bronconeumonía o neumonía de carácter fibrinoso.

La morbilidad del SRB oscila entre el 10 y el 50% y la mortalidad puede llegar a superar el 40%. Además de la mortalidad, el padecimiento de este síndrome repercute marcadamente en la ganancia media diaria (menos de 0.5 Kg), por lo que es en los cebaderos de terneros donde el SRB representa un mayor problema. Se han estimado pérdidas de alrededor de 61 euros por ternero en cebo. Otros autores han referido que el 69% de las muertes durante los primeros meses del cebo suceden a consecuencia del SRB.

1. Reducir el estrés de la vaca

SRB se presenta a menudo en momentos de estrés: el destete, las variaciones de alimentación, alta humedad, el parto de la vaca y los cambios de estación o época climática. Durante estos períodos, es importante reducir los factores de estrés y mantener una estrecha vigilancia sobre su rebaño. El estrés también puede conducir a la inmunosupresión – especialmente alrededor del parto. Se debe hacer enfoque en la comodidad de la vaca y otras prácticas de manejo, evitando el hacinamiento, el uso de técnicas de manejo de bajo estrés, y el buen manejo del parto puede ayudar a reducir esta enfermedad y mejorar la salud de las vacas .

2. Garantizar una vivienda adecuada

Uno de los mayores factores de riesgo para SRB es la mala ventilación. Asegúrese de que las vacas están en un área donde no hay flujo de aire frió, con ropa de cama limpia y seca para mejorar el confort de las vacas.

3. Estar de cerca la manada

Reconocer los signos de la enfermedad, sobre todo después del parto es fundamental. los síntomas mas frecuentes son: Fiebre, aumento de la frecuencia respiratoria, secreción nasal y tos son todos los síntomas de la SRB. Trabajar con su veterinario para tratar adecuadamente una vaca con neumonía.

4. Implementar un programa de vacunación 

La vacunación contra la SRB es crucial para la prevención. Tómese el tiempo para vacunar a las vacas en el período seco para ayudar a aumentar no sólo la inmunidad de la vaca, sino también para impulsar las inmunoglobulinas en el calostro y empezar la pantorrilla con el pie derecho. Se recomienda trabajar con su veterinario local para desarrollar un programa de vacunación para prevenir la SRB en su hato.

Tratamiento del sindroma 

A la hora de instaurar un tratamiento se han de tener en cuenta varios factores:

  • Tan sólo podemos luchar desde un punto de vista etiológico frente a los agentes bacterianos, ya que los virus no responden al tratamiento con antibióticos.
  • Hemos de usar antibióticos adecuados para los agentes implicados. Con esto nos referimos a antibióticos frente a los que la bacteria implicada sea sensible. Para ello siempre es recomendable su aislamiento e identificación, y la realización de pruebas de sensibilidad antimicrobiana que nos indiquen el tratamiento idóneo.
  • Se ha de ser consciente de que los resultados de las pruebas mencionadas en el punto dos son resultados de laboratorio. Para su eficacia en los animales han de considerarse otros factores, como la capacidad de alcanzar concentraciones suficientes en las vías respiratorias.
  • Ejemplos de antimicrobianos que pueden emplearse son: florfenicol, ceftiofur, enrofloxacina, tilmicosina o tulatromicina.
  • Para evitar recaídas y el fomento de resistencias se debe prolongar el tratamiento unos dos días a partir de que se observe la recuperación del animal.
  • Se recomienda el uso de antiinflamatorios y analgésicos para limitar el estrés generado por el dolor. Habrá que valorar en cada caso la gravedad del proceso a la hora de elegir el tipo, sin olvidar nunca que los antiinflamatorios esteroideos agravan la inmunosupresión. Por ello, siempre serán la primera opción los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
  • Finalmente, como terapia de apoyo, pueden utilizarse complejos vitamínicos, broncodilatadores (sulfato de atropina), mucolíticos (bromhexina) o diuréticos (triclometiacida).

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