Instalaciones para pavos

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Instalaciones e implementos necesarios para la cría de pavos

La producción de pavos requiere un mínimo de instalaciones. Un local adecuado para la cría podrá adaptarse posteriormente para alojar pavos adultos. Tanto el exterior como el interior deben ser de fácil limpieza, lavado y desinfección, por lo que deben contar con superficies lisas, evitando rugosidades y grietas.

Los albergues tienen generalmente forma rectangular con anchuras entre 10-16 m, longitud variable y una altura de 2,5-3,5 m. Actualmente se concede particular importancia al aislamiento térmico, siendo el techo la parte más protegida por las pérdidas de calor en invierno y su recalentamiento por exposición a radiaciones solares en verano.

Los materiales que mejor se adaptan son las chapas de fibrocemento de 6 mm y las chapas de zinc, aunque el cartón reforzado es también conveniente. Una cubierta muy térmica es la paja de techar, pero exige un severo control de insectos y otras alimañas, con el fin de evitar la proliferación de parásitos.

El frente debe estar orientado al noreste, permitiendo la entrada de los rayos solares en invierno, facilitando la regulación de la temperatura interior. El fondo debe ser cerrado y el frente y los laterales abiertos. Se deberá utilizar tejido tipo “pajarero” (malla de 25 mm) y cortinas como protección contra otros animales, el viento y la lluvia.

En microclimas fríos los costados también pueden ser totalmente cerrados. Los pisos pueden construirse con ladrillos o simplemente con tierra apisonada y una capa de suelo-cemento. Entre los galpones de la explotación, como regla general debe existir una distancia aproximada al doble de la longitud de los mismos.

Con esta norma se intenta evitar posibles contagios entre aves y entre albergues. Además del control de temperatura ambiental, es necesario considerar la ventilación, ya que este factor condicionará el éxito del manejo. Su importancia radica en que:

• Permite eliminar la humedad producida por la respiración de las aves.
• Controla la temperatura ambiental.
• Renueva el oxígeno ambiental.
• Elimina el dióxido de carbono y el gas amoniacal de las deyecciones.

Los recintos utilizados para aves adultas en estado de libertad solo cumplen con la función de reparos nocturnos o resguardo ante las inclemencias del tiempo. Por tanto, son construcciones simples, generalmente portátiles y fabricadas en madera u otros materiales sencillos. Pueden albergar hasta 10 pavos por m2 de techo. Deben construirse alambrados perimetrales que impidan la entrada de otros animales.

En este caso, los comederos y bebederos se ubicarán debajo de los árboles protegidos del sol y la lluvia por pequeños techos. Se coloca un comedero tolva por cada 20 animales y un bebedero circular cada 40 aves.

Difícilmente encontremos en el mercado regional, implementos equipos específicamente diseñados para la cría de pavos, por lo que se deben usar los disponibles para pollos y gallinas. En general estos últimos se adecuan bien a las necesidades de los pavos, con excepción de los comederos.

Fuentes de calor

En la cría natural la fuente de calor para los pavitos proviene del cuerpo de la pava clueca, a diferencia de la cría artificial, donde es el hombre quien tiene que suministrarla. El avicultor deberá estar atento al funcionamiento de las criadoras y a los cambios atmosféricos para que éstos no perturben el desarrollo inicial de sus pavitos. El manejo de las criadoras es fundamental, pues al inicio de la cría los pavitos necesitan más calor, siendo el enfriamiento, una causa frecuente de trastornos.

Los calefactores eléctricos tienen un uso limitado debido al elevado costo de esta fuente de energía. No obstante resulta práctico utilizar como fuente de calor una  lámpara incandescente de 75 vatios o preferiblemente las de tipo infrarrojo, cuando el número de pavitos a criar es reducido (30-50).

Donde abunda la leña se han popularizado los hornos de barro con la chimenea que corre al ras del piso, lo que aumenta la superficie de irradiación del calor. Su principal inconveniente es lo dificultoso que resulta regular la temperatura y tener que vigilarlos durante la noche y la madrugada para evitar que se apaguen por falta de leña.

Cercos para pavos

Para evitar la dispersión de las aves fuera del campo de calor de la criadora es necesario emplear un corralito.

Rinconeras para pavos

Durante todo el período de cría se deben evitar los “rincones”, ya que es común que se produzcan muertes por amontonamiento de las aves en esos sectores debido a ruidos o movimientos extraños.  Este inconveniente se evita colocando un marco de tejido o chapa en dichos lugares.

Bebederos para pavos

bebederos para pavos
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Existen diferentes modelos que se adaptan según la edad de las aves. Así, para pavitos (durante los primeros 10-15 días) se utilizan bebederos de plato con recipiente invertido.

Dentro de este tipo se fabrican de vidrio, aluminio o material plástico, con una capacidad de unos 4 litros. Conviene disponer un bebedero cada 50 pavitos. En el caso de aves de más de dos semanas se utilizan bebederos lineales, que pueden ser colgantes o con pie. Generalmente se fabrican de 2,5 m de longitud en chapa galvanizada o bien enlozada.

Estos últimos son más fáciles de limpiar y no presentan problemas de oxidación. El llenado de los mismos se regula mediante un flotante o a través de una válvula que se cierra por acción del peso del agua. Deberá contarse con un bebedero con estas características cada 150 pavos. Otro sistema de bebedero es el circular o “planetario”, que se fabrica con material plástico.

También cuentan con una válvula que cierra o abre el paso del agua de acuerdo con las variaciones de peso que provocan las aves al beber. Su forma circular permite un mejor acomodamiento de los animales y esto redunda, si lo comparamos con el sistema lineal, en un menor requerimiento de superficie de bebedero por ave. Debe calcularse un bebedero cada 75 aves adultas.

Comederos para pavos

comederos para pavos

Durante la primera semana de vida los pavitos recibirán su alimento sobre un cartón corrugado o sobre la arpillera que recubre el piso del corralito. En estos primeros momentos de la cría de la camada se recomienda extremar los cuidados y vigilar que todos los pavitos coman y beban con facilidad. 

A partir del tercero o cuarto día deben utilizarse comederos lineales de 80-100 cm de longitud cada 50 pavitos. Se fabrican de madera o chapa galvanizada y cuentan con un molinete o barra giratoria en la parte superior para evitar que los pavos “perchen” sobre el comedero y ensucien el alimento.

A partir de la tercera semana se deberán utilizar los comederos “tolva” compuestos por un cono y un plato, este último de unos 46 cm de diámetro y 8 cm de profundidad. La capacidad de estos comederos oscila entre 15-20 kg y están construidos con chapa galvanizada; en algunos casos el plato es de plástico. Se recomienda utilizar una tolva cada 20 aves.

Existen distintos sistemas de enganche entre el cono y el plato que sirven para regular la separación entre ambos componentes, lo que permite disminuir pérdidas de alimento. Hemos comprobado que a pesar de tomar todos estos recaudos el desperdicio de alimento a partir de la décima semana es importante, pues el plato resulta chico para el gran tamaño que va tomando la cabeza de los pavos machos. Tanto los comederos como los bebederos deben regularse de manera que siempre estén a la altura del torso de los pavitos.

Densidad en pavos

El espacio que debemos poner a disposición de los pavos influye en el logro del éxito final. Es preciso evitar concentraciones excesivas que pueden acarrear problemas de ventilación con graves consecuencias.

Los costos elevados de las construcciones han llevado a los productores a aumentar erróneamente la cantidad de aves por unidad de superficie. Pero se ha demostrado que es así como se producen las complicaciones en el manejo y se limitan las posibilidades de lograr un buen producto final.

Densidades aconsejadas para sistemas intensivos, según edades

Pueden existir diferencias de acuerdo a las instalaciones empleadas, sus sistemas de ventilación, la estación del año y las habilidades de los avicultores. El peligro de masificación tiene lugar especialmente durante la fase final del engorde. Es importante además que los pavos dispongan de espacio suficiente para poder efectuar un mínimo indispensable de gimnástica funcional.

Los machos, cuya estructura esquelética es especialmente precaria en extremidades inferiores, lo requieren para mejorar la postura, la marcha y la funcionalidad en general.  Para los sistemas semi-intensivos, se indica 1 macho/m 2 y 2 hembras/m 2 en estado adulto.

Una reducción del espacio disponible para las aves implica:
• Falta de gimnástica funcional.
• Disminución del incremento ponderal.
• Disminución de las defensas orgánicas con incremento de la morbilidad.
• Disminución del consumo de alimentos y del rendimiento en carne.
• Peligro de canibalismo.
• Mayor número de aves agredidas y clasificadas de segunda para el matadero.
• Mayor número de pavos (especialmente machos) afectados por “vejigas pectorales” o deformaciones articulares.
• Malas condiciones para el emplumado.
• Camas en malas condiciones.
• Necesidad de una mayor ventilación. 

El cumplimiento de las condiciones exigidas no siempre se identifica con un incremento evidente de kilos de carne producidos, pero si con la rentabilidad final.

Camas para pavos

Están constituidas generalmente por virutas, si bien pueden emplearse otros materiales comunes tales como cáscaras de cereales o arenas. Para el primer período, al menos, es preferible una buena viruta que este seca y libre de aserrín. No conviene usar virutas oscuras, que suelen provenir de maderas duras, ricas en taninos que resultan tóxicos para los pavos.

Una buena cama debe ser liviana, blanda, esponjosa y sin polvo, ni contaminaciones de hongos o bacterias. Estar constituida de partículas uniformes, no muy grandes ni excesivamente pequeñas y tener un elevado poder absorbente, lo que mejora la sanidad de las aves. El material con el que preparamos las camas debe ser adecuado para su posterior uso como estiércol, luego de mezclarse con las deyecciones de las aves. El espesor de la cama debe ser, aproximadamente de unos 10-15 cm, aproximadamente 7-9 kg de viruta por m2.

Las camas deben mantenerse secas, procurando evitar los apelmazamientos con el agua en proximidades de los bebederos, procurando derrames. Si es preciso, se retiraran y sustituirán las partes de cama mojada. Las condiciones en que se encuentren las camas son un buen indicador de la ventilación, la humedad ambiental, el posible hacinamiento de las aves y su estado de salud. Si se mantienen bien las camas, se pueden lograr buenos resultados productivos, reduciendo inconvenientes. 

Evitar camas demasiado secas (<20% de humedad), con exceso de polvo o demasiado húmedas (>30% de humedad) que reducen su poder absorbente acarreando riesgos sanitarios. Las camas mojadas acarrean fermentaciones toxicas y son propicias para albergar parásitos, además de favorecer molestas incrustaciones en las patas de los pavos. Intentar ahorrar en cantidad y calidad de la cama puede resultar contraproducente, dados los inconvenientes que esto puede acarrear.

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5 comentarios

  1. Buenas noches quisiera comentar que al desinfectarlas instalaciones con permanganato de potasio y formol antes de que lleguen los pavitos que tiempo se debe dejar oriar para que no haya toxicidad y si se pudiera en vez de viruta poner cama de paja de avena para posterior alimentar a ganado de engorda como la pollinasa o gallinaza gracias saludos.

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