Cecotrofia del conejo

Cecotrofia

Comparte esta página si te ha gustado

Cecotrofia del conejo

Los conejos producen dos tipos de heces: heces blandas y heces duras. Las primeras son consumidas por el animal directamente desde el ano y las segundas son realmente el producto de excreción. La fuente común de ambos tipos de heces es el material cecal pero la diferencia en composición química entre ambas refleja la existencia de un mecanismo específico para producir las heces blandas.

heces blandas del conejo

Las heces blandas tienen un mayor contenido de humedad, nitrógeno total, minerales, vitaminas, AGV’s y un menor contenido de fibra bruta.

El colon proximal de los conejos presenta una función dual en lo referente a  la formación de las heces blandas y duras. El proceso involucra movimientos peristálticos y retroperistálticos que permiten hacer una separación de la digesta
por densidad y tamaño de partícula y, selectivamente, hacer pasar el material fibroso de mayor tamaño hacia el colon distal donde (después de un complejo proceso de absorción y secreción) se forman las heces duras.

Lee Siete (7) puntos que debes de saber de la Gestación de la coneja

El material menos fibroso y más denso es canalizado hacia el ciego, sirve de sustrato para la fermentación microbiana a la vez que provee el material para el próximo período cecotrófico. El mecanismo general de movimientos peristálticos y retroperistálticos se conoce como reflujo íleo-cólico-cecal.

Cuando el colon cambia el patrón de ondas de contracción y se detiene el  reflujo cólico-cecal, parte del contenido del ciego sale hacia el colon, se va recubriendo o encapsulando por las secreciones de la pared del colon proximal y  avanza gradualmente hacia el recto. Este material encapsulado adquiere una forma elongada y comúnmente se denominan heces blandas o heces nocturnas, aunque
el nombre más apropiado es cecótropo.

La cantidad de cecótropos producida varía entre animales individuales y se afecta por la edad, la cantidad y composición del alimento consumido y las posibles alteraciones de los movimientos peristálticos y retroperistálticos del colon. Se ha estimado que la ingestión de cecótropos representa de un 5 a un 20% de la materia seca total ingerida.

A medida que aumenta el contenido de fibra bruta en la dieta se observa un aumento en el contenido de fibra en las heces duras con poco efecto sobre el  contenido de fibra en los cecótropos.

Estos resultados evidencian la capacidad de  los conejos para separar el material más digerible presente en la digesta que  alcanza el colon proximal del resto de los componentes, aún cuando la proporción  de material indigestible en la dieta consumida sea muy elevado.

También se ha observado una disminución en la cantidad de nitrógeno, tanto en las heces blandas como en las heces duras, cuando los animales reciben dietas con un bajo contenido de proteína bruta. Esta disminución en la excreción de nitrógeno fecal indica que la eficiencia de la separación del material más digerible del menos digerible es mayor, probablemente en un intento del organismo de aprovechar mejor la menor cantidad de proteína de la dieta.

Los cecótropos son tomados directamente desde el ano e ingeridos sin masticar. Al final de la mañana es posible observar la presencia de una gran cantidad de este material encapsulado en el estómago (hasta un 75% del contenido total) sin que se disgreguen de inmediato, ya que permanecen intactos en la región fúndica del estómago durante un periodo de 6 a 8 horas.

Durante este período los cecótropos resisten las acciones mecánicas y químicas del estómago gracias a su envoltura mucoide que los protege. En el interior del estómago actúan como pequeños fermentadores y producen amilasas que se difunden hacia el lumen estomacal y, junto con la amilasa de la saliva y del alimento, inician la degradación del almidón a maltosa y glucosa. La acción microbiana sobre estos productos genera AGV’s que se difunden a través del contenido estomacal y del intestino delgado, siendo estas fuentes energéticas más utilizadas que la glucosa.

La proteína contenida en los cecótropos aporta del 15 al 30% del nitrógeno total ingerido. Una fracción considerable (70 a 80%) de este nitrógeno se encuentra en forma de proteína microbiana, otra (20%) como nitrógeno no proteínico, y el nitrógeno contenido en la capa mucoide que los envuelve (8%) que procede probablemente del nitrógeno indigestible del alimento y del nitrógeno endógeno del metabolismo.

La proteína reingerida se caracteriza por una alta digestibilidad y un elevado contenido de aminoácidos indispensables. Se ha demostrado que los  conejos adultos pueden mantener un balance positivo de nitrógeno cuando se alimentan con una proteína de baja calidad; pero si a los conejos se les impide practicar la cecotrofia, el balance de nitrógeno con la misma dieta se torna negativo.

Según de Blas y Wiseman (1998), el aporte de aminoácidos a través de las heces blandas oscila entre el 13 y el 23% del total y dicho aporte se distingue por un buen contenido de lisina, metionina, tirosina, treonina y triptófano.

Para conejos de 8 semanas, este aporte no sobrepasa el 16% del requerimiento de cada aminoácido y puede ser menor para algunos de ellos (como es el caso de isoleucina, aminoácidos azufrados, arginina e histidina).

La cecotrofia permite a los conejos adultos mantenerse con proteína de baja calidad; pero el aporte de aminoácidos es insuficiente para animales con alto  desempeño productivo los cuales dependen del contenido de aminoácidos de los  ingredientes de la dieta, al igual que otros animales no rumiantes.

Para que ocurra la cecotrofia se requiere que el alimento contenga fracciones toscas (fibra). Si la dieta proporcionada tiene un bajo contenido de partículas toscas o contiene cantidades elevadas de componentes digeribles finamente molidos, una gran parte de la digesta es canalizada hacia el ciego, lo que puede propiciar el desarrollo de bacterias no deseables (como Clostridium), particularmente durante el periodo post-destete (Gidenne, 1997).

Con la práctica de la cecotrofia se permite recircular parte del alimento consumido por una, dos y hasta cuatro veces, dependiendo del tipo de alimento proporcionado. El proceso digestivo completo puede durar de 18 a 20 horas de tal forma que se permite la recirculación de una cantidad significativa de proteína microbiana, la reutilización de parte de sus propias secreciones endógenas (como proteasas, ácidos biliares y enzimas microbianas) y el aprovechamiento de la vitamina K y de vitaminas del complejo B sintetizadas por los microorganismos del ciego.

La regulación de la cecotrofia es controlada por la integridad de la flora microbiana y por el consumo voluntario. Experimentos han demostrado que la cecotrofia se inicia 8 a 12 horas después de la última ración o después del último pico de ingestión cuando se suministra ad libitum y, en último caso, por los regímenes de luz a los cuales están sujetos los animales( Hörnicke, 1981).

La cecotrofia también depende de procesos de regulación interna que aún no están muy claros. Cuando se remueven las glándulas adrenales, el proceso se detiene y el suministro de cortisona reanuda su práctica normal. El comportamiento digestivo normal parece dependiente de altas secreciones de adrenalina. Hipersecreciones asociadas con estrés bajan la actividad digestiva y causan daños digestivos (Riquelme, 2004).

.


Comparte esta página si te ha gustado

2 comentarios

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.