Toxoplasmosis en Rumiantes

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Toxoplasmosis en Rumiantes

Definición de la Toxoplasmosis en Rumiantes

La toxoplasmosis es una enfermedad ocasionada por el parásito  Toxoplasma gondii, es de distribución mundial y tiene un amplio rango de huéspedes. La enfermedad es de importancia en salud pública porque puede ocasionar abortos, malformaciones o muerte en los seres humanos, esto también puede suceder en los animales domésticos, entre ellos los rumiantes, causando pérdidas económicas considerables o manteniendo la enfermedad en el medio ambiente a través de la ingestión de carne de estos animales.

Los huéspedes definitivos de este parásito son los felinos domésticos y silvestres, mientras que los huéspedes intermediarios pueden ser cualquier animal de sangre
caliente. La susceptibilidad a la infección varía en los rumiantes, siendo los ovinos y caprinos más susceptibles que los bovinos.

Agente etiológico  de la Toxoplasmosis en Rumiantes

El agente causal de esta enfermedad es un protozoario intracelular  obligado del Phylum Apicomplexa, un grupo de parásitos cuya característica principal, es la de poseer un grupo de organelos especializados en la invasión celular conocido como complejo apical, fue nombrado Toxoplasma gondii por Nicolle y Manceux en 1908, quienes lo descubrieron en un roedor africano llamado Ctenodactylus gundi, su amplia gama de hospederos hace a este parásito de distribución cosmopolita encontrándose incluso en los casquetes polares.

Ciclo biológico  de la Toxoplasmosis en Rumiantes

El ciclo biológico de este parásito (figura 1), es de tipo indirecto necesitando dos huéspedes (definitivo e intermediario), en el huésped definitivo se lleva a cabo la reproducción sexual del protozoario, que es similar a la de cualquier coccidio intestinal, el resultado de esta, es la producción de ooquistes no esporulados que, después de 24 a 48 horas, esporulan y se vuelven infectantes, esta fase es muy resistente a los cambios en el medio ambiente y es altamente patógena para cualquier animal que lo ingiera (a excepción de un felino).

Una vez dentro del intestino del huésped intermediario migra a través de los tejidos en una fase de reproducción asexual rápida conocida como taquizoíto, si el animal es inmunocompetente los taquizoitos se enquistan en varios tejidos (principalmente encéfalo y musculatura esquelética) en una forma de reproducción asexual lenta llamada bradizoíto, permaneciendo ahí de por vida, si cualquier otro animal ingiere estos quistes el ciclo comienza de nuevo.

Si el animal infectado esta gestante, el parásito puede invadir por medio de la placenta al producto y ocasionar aborto, malformación o enfermedad congénita. Cuando el animal infectado esta inmunocomprometido, la reproducción asexual de los taquizoitos puede llegar a ocasionar necrosis en varios órganos y por lo tanto la muerte del huésped.

Toxoplasmosis en Rumiantes
Figura 1. Ciclo biológico de Toxoplasma gondii: (1) Eliminación del ooquiste no esporulado, (2)
Esporulación del ooquiste, (3) Ingestión del ooquiste esporulado, comienzo de la reproducción sexual y asexual, (4a) transmisión placentaria, (4b) Formación de los quistes tisulares, (5 y 6) Ingestión del quiste tisular. (Ilustración original de A. Besné)

Epidemiología  de la Toxoplasmosis en Rumiantes

Los rumiantes, al ser animales herbívoros la única forma en la que  pueden infectarse con el parásito es por medio de ooquistes, estos pueden estar en el ensilado, el heno o las praderas para pastoreo, sobre todo si existen gatos alrededor de la producción.

Los ovinos y los caprinos son los más susceptibles a la infección, mientras que los bovinos pueden eliminar o detener la reproducción del parasito de forma más eficiente, sin embargo, los músculos de cualquiera de estos animales infectados son una fuente de transmisión para el ser humano.

Patogenia y signos clínicos de la Toxoplasmosis en Rumiantes

Como ya se mencionó anteriormente, este protozoario depende en  gran parte del estado inmunitario del animal afectado, dado que este parásito es oportunista, la infección puede ser controlada cuando existe inmunocompentencia por parte del hospedero.

En el caso de los ovinos la enfermedad generalmente es de tipo sub-clínico aunque con fiebre, caso contrario a los caprinos, quienes cursan la enfermedad de un modo más severo presentando distintos cuadros clínicos dependiendo del órgano afectado, como ya se mencionó los bovinos parecen ser resistentes a la infección, sin embargo, los estudios serológicos en esta  especie demuestran que si pueden adquirir esta enfermedad.

El problema principal de infectarse con T. gondii ocurre cuando el animal afectado es una hembra gestante, ya que puede ocasionar muerte embrionaria, abortos, malformaciones o toxoplasmosis congénita que generalmente conlleva a la muerte del recién nacido.

Además esto varía según la especie afectada, en los ovinos la mayoría de las veces ocurre el aborto sí la infección empezó durante el periodo gestante, sin embargo a diferencia de los caprinos, en los ovinos el aborto a causa de la toxoplasmosis solo ocurre una sola vez.

Por otro lado los problemas asociados a este protozoario dependen también del periodo de la gestación en que se encuentre, así básicamente tenemos 4 presentaciones:

  • Fase de implantación

    En este periodo ocurre la muerte embrionaria provocada por la infección del embrión y la respuesta materna.

  • Días 50 a 60

    En este periodo, también ocurre la muerte del feto a causa de la parasitemia, puede haber expulsión del producto o momificación.

  • Días 60 a 120

    En esta fase el producto puede producir respuesta inmunológica ante el parásito sin embargo el problema radica en los focos de necrosis que este provoca sobre los cotiledones placentarios, ocasionando anoxia del feto y por consiguiente, abortos, partos prematuros, maceración fetal, o recién nacidos débiles que mueren pocos días después, además de que la placenta no puede separarse de manera adecuada y por tanto arrancar tejido uterino ocasionando metritis séptica.

  • Último mes de gestación

    La infección en esta etapa generalmente se controla y los productos nacen con la enfermedad de tipo subclínico y con anticuerpos que los protegerán contra alguna probable infección futura.

Diagnóstico de la Toxoplasmosis en Rumiantes

El diagnostico de Toxoplasma gondii es relativamente difícil, ya  que los signos clínicos que pudiera llegar a ocasionar pueden confundirse con otras enfermedades más frecuentes, además dado que la mayoría de las veces el curso de la enfermedad es sub-clínico no  existen signos claros de infección, aunque si existen abortos en el hato tiene que considerarse dentro de los diagnósticos diferenciales.

En este caso la mejor forma de diagnosticar a este parásito es a través de pruebas serológicas para detección de anticuerpos de clase IgG o IgM, las más comunes son los inmunoensayos enzimáticos (ELISA) indirectos, inmunoflourescencia (IFAT), hemoaglutinación indirecta (HAI) y aglutinación en látex, en el caso de que solo se detecte anticuerpos IgG las muestras deberán ser pareadas para ver si el titulo de anticuerpos se mantiene o baja, discriminando así entre una infección aguda o crónica.

También se puede hacer inmunohistoquímica a partir de tejidos obtenidos en la necropsia y recientemente se están estandarizando métodos de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para detectar el DNA de T. gondii.

Tratamiento y control  de la Toxoplasmosis en Rumiantes

El tratamiento contra este parásito es generalmente la  combinación de sulfonamidas y pirimetamina, sin embargo estos fármacos solo son útiles en la fase aguda de la enfermedad, por lo que sin signos clínicos aparentes el tratamiento es de poca utilidad.

El control de esta parasitosis se enfoca principalmente en evitar que felinos domésticos o silvestres contaminen la comida o el agua de los animales, aunque esta tarea la mayoría de las veces no es fácil, otra manera de control es incinerar los fetos y placentas contaminados para así no continuar el ciclo biológico.

Por último se puede sugerir hacer una revisión periódica con alguna prueba serológica con el objetivo de ver el estado del hato en general o vigilar algún brote que pudiera llegar a existir.


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