Manejo de pavos de engorde

Manejo del pavo

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Manejo de pavos

Manejo del pavo en la primera fase

En este periodo los pavitos  requieren mayor  cuidado debido a sus  escasas defensas orgánicas. Es necesario disponer de un medio  apropiado, buena alimentación y condiciones higiénicas.

Es fundamental el rol del avicultor, quien debe ser observador atento, proveer todo lo necesario a los pavitos y evitar las posibles causas de estrés.

Las instalaciones para los pavo debe contar con ambiente controlado, con un microclima regulable según las exigencias de los animales.

El dimorfismo sexual de  las aves, con evidente diferencia de tamaño y peso mayor en machos desde la primera semana, se incrementa con el crecimiento. Esto hace conveniente la separación por sexos, si se dispone de instalaciones para dicha práctica. Esta puede anticiparse a partir de los 7-10 días, aunque será más precisa a las 11-12 semanas, cuando los caracteres morfológicos están claramente definidos. De esta forma se favorece el desarrollo de ambos lotes, adecuando las mayores exigencias alimenticias de los machos, evitando competencias y situaciones de estrés.

Al menos 15 días antes de la llegada de los pavitos se deben limpiar y desinfectar los implementos y el albergue (interior y exterior) en forma rigurosa. Luego de este tiempo, recién podemos empezar a preparar la cama, los cercos y demás equipos auxiliares.

Cuando todo está preparado y ya no sea preciso entrar en el albergue se realizara una última desinfección con permanganato de potasio (20g) y formol al 40% (40ml). Esta operación debe efectuarse por lo menos 48 h antes de  que  lleguen los pavitos, de modo que se reduzca al máximo la acción irritante del formol.

Los primeros 15-20 días de vida es conveniente cercar el espacio en torno a la fuente de calor, en un área de unos 3 m de diámetro. El cerco, de metal, plástico o cartón; de 50-60 cm de alto, evitara hacinamiento y facilitará que los pavitos estén próximos al calor, comederos y bebederos.

Cada cerco albergará unos 250 a 300 pavitos. Después  de las 2 semanas, cuando los pavitos comienzan a saltar este corral, es conveniente retirarlo, teniendo en cuenta una ampliación gradual del espacio. Hasta entonces, en el centro de cada cerco y a unos 60 cm de  la cama debe colocarse una  “luz orientadora”, no excesivamente fuerte (40-60  vatios). Esta puede excluirse si la criadora produce alguna luz, como en el caso de las de gas. Esta fuente lumínica intenta evitar amontonamientos, orientándolos hacia el centro del cerco y estimulándolos a que se alimenten y beban.

La temperatura debe regularse 24 h antes de  la llegada de los pavitos, luego de haber acondicionado comederos y bebederos sobre la cama. Nunca en el momento en que  llegan  los pavitos.

Es conveniente que  lleguen por  la mañana, dispo- niendo del  día para familiarizarse con el nuevo entorno, beber y comer, manteniéndolos en observación continua, incluyendo la primera noche.

El peso de los pavitos  al llegar debe rondar los 45-60 g, ser  compactos, duros al tacto,  no deshidratados, bien equilibrados sobre las patas, vivaces, sin malformaciones, con el ombligo cicatrizado y sin la cloaca sucia.

El término imprinting (en inglés) es también denominado improntación, estampación y troquelado. Es el proceso mediante el cual  las crías  se identifican con los adultos de su propia especie y aprenden de ellos por observación e imitación las formas  de supervivencia. Adquieren así, los métodos para encontrar comida, refugio y seguridad, incluyendo comportamientos de agresividad, de  sumisión, de  apareamiento, de defensa, etc. El denominado “período sensible” se da durante las primeras horas de vida del pavito.

En presencia de la madre, el pavito logra equiparse de estas herramientas necesarias para su sobrevivencia. En nuestro caso, esto debe ser aprovechado para articular estímulos sonoros y visuales que se registren en beneficio de un buen desarrollo posterior. Es por tanto oportuno que durante el primero y segundo día de vida se eviten ruidos que atraigan innecesariamente a los pavitos. Usar ese periodo receptivo para un aprendizaje en aspectos beneficiosos. Se produce también un imprinting por la simple presencia del hombre, aspecto favorable para que no se espanten ante la necesidad de realizar maniobras futuras.

La temperatura ideal para  este periodo está comprendida entre 35-37ºC. La temperatura ambiental del galpón puede variar entre 22-27ºC, en tanto que la de la criadora debe disminuirse progresivamente 2ºC cada semana, pudiendo suprimirla a las 4-7 semanas. Se evitaran con rigor los cambios bruscos de  temperatura. A medida que los animales crezcan, debe bajarse el calor y aumentar la ventilación, siempre evitando las corrientes de aire excesivas.

El agua de los bebederos debe cambiarse dos veces al día y una vez al día lavar y desinfectar con productos no tóxicos para los animales. El pavo bebe mucho, pudiendo calcularse el consumo en 3 veces lo que come. La higiene del agua debe ser  escrupulosa, así como la de los depósitos.

Comederos y bebederos deben mantenerse siempre próximos y adecuar permanentemente la altura, conforme van creciendo los animales.

En condiciones normales, aun en ausencia de enfermedades se produce una mortandad de animales más débiles o con malformaciones. Las bajas también pueden producirse por causas de ahogo, ataques de otras aves, canibalismo, etc. El porcentaje de muertes no es uniforme durante todo el ciclo, pero es bastante mayor en la primera semana, alcanzando la máxima incidencia al 5º día, momento en que se reabsorbe el saco vitelino. De esta manera se agotan las reservas nutritivas de origen  embrionario.

Mueren  más machos que hembras, ya que estos son más exigentes y requieren mayor esfuerzo general por parte del organismo. Normalmente hablamos de una mortandad normal del 12-13% para machos y 7- 8% para hembras en todo  el ciclo.

Las aves muertas serán recogidas por la mañana, durante la primera visita de control. Los cadáveres serán cuidadosamente observados para comprobar si se trata de muerte accidental, aves previstas para el desecho o bien sospechosas por otras razones. En tal caso recurrir al veterinario o técnico especializado. Siempre se deben incinerar los cadáveres.

 Manejo del pavo en la segundo fase

Este periodo comprende desde los 50-60 días hasta la venta de las aves para sacrificio. No presenta especiales dificultades, ya que cuando los pavos alcanzan esta edad, han superado el periodo más delicado de su vida.

En el caso de utilizar parques al aire libre, debemos cuidar que no tengan charcos ni barro. Lo mejor será un terreno con ligera pendiente, de modo que el agua no pueda acumularse.

El manejo durante esta fase consiste en cuidar que los animales tengan siempre a su disposición los alimentos y el agua fresca. La altura de los comederos y bebederos se irá aumentando paralelamente al crecimiento de los pavos y debemos cuidar son atención los desperdicios de alimento.

Será conveniente pesar semanalmente un cierto número de aves, anotando el peso individual, pudiendo así  evaluar  el crecimiento y la uniformidad del lote. También es útil poder controlar el consumo de agua y alimento diarios, teniendo presente que el primer síntoma de muchas enfermedades es la falta de apetito.

Los machos suelen presentar más  dificultades que las hembras en esta etapa final. Pueden darse fenómenos de debilidad de las patas, haciéndose necesario separarlos del resto. Si se actúa a tiempo, estos pueden mejorar, de lo contrario será conveniente sacrificarlos cuanto antes, sin realizar tentativas inútiles para curarlos.

Al menos 12 h antes de retirar los pavos del criadero para  sacrificarlos, será conveniente privarles de alimentos dejándolos solamente con agua. Durante la carga para enviarlos a faena debemos evitar  los daños que  conllevan perdidas de plumas, lesiones o hematomas que degradan el producto. Sera preciso por tanto evitar los golpes y maltratos, manteniendo la calma y la tranquilidad de los animales.

Dinámica  del crecimiento

El crecimiento se mide normalmente como el incremento ponderal en una unidad de tiempo, que normalmente es la semana. Este  incremento varía entre machos y hembras, llegando al máximo en los primeros a las 8-9 semanas y a las 6-7 semanas en las segundas. Los machos tienen un crecimiento mucho más rápido que las hembras.

Los procesos del crecimiento no son uniformes en todo el cuerpo, en cuanto que los aumentos de volumen y peso son  acompañados de un desarrollo corporal irregular. También en el desarrollo de las masas musculares, puede comprobarse como algunas regiones se desarrollan más rápidamente que otras. Durante el primer periodo de vida se comprueba la supremacía del esqueleto, al que siguen el sistema muscular y el cutáneo.

Esta evolución de los diferentes tejidos implica también variaciones en la composición química del cuerpo de las aves. Así, al aumentar el peso disminuye el contenido porcentual de la proteína, cenizas y agua, en tanto que  aumentan los lípidos.

Al crecer, varían los procesos bioquímicos y con ellos el desarrollo de  los diferentes tejidos. Como consecuencia varían también las exigencias nutritivas y la utilización de los alimentos. La eficacia de la transformación del alimento en carne empeora con el aumento de peso y así cada semana el pavo come más pero engorda menos por kg de alimento consumido. En consecuencia, tanto más jóvenes se sacrifiquen, mejor serán los índices de conversión alimenticia (alimento consumido/peso vivo). A igual peso o edad es mejor en machos que en hembras. Después de la primera semana los pavitos más pequeños tenderán a seguir siéndolo, en tanto que los más grandes crecerán a un ritmo mayor.

Los pavos son muy sensibles a las diversas condiciones ambientales y si no se explotan adecuadamente no podrán manifestar su potencialidad genética relacionada con el crecimiento.


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6 comentarios

  1. muy amplia su información habla mucho de cuidados pero no los especifica como por ejemplo control sanitario desparasitantes vitaminas en el manejo pos semanas si pudieran ampliar en ese tema seria muy interesante desinfección que productos usa y alimentos artesanales y formulas cuales serian las idóneas para los pavos…Gracias

  2. Una de las mayores limitantes en la cria de pavos en finca es la H. meleagridis.
    Para combatirla efectimamente se debe vermifugar a la madres antes de comenzar la incubación y en la incubación, mantener a los pavitos y a su madre aislados de otras aves de traspatio por minimo dos meses, vermifugar a los pavitos, suministrarles hoja de cebolla junca y cebolla de bulbo y, en caso de que comience a presentar sintomatología, dosificarlos con metromidazol por varios días. Da excelentes resultados. Este manejo bajo la mortalidad a cero.

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