Comportamiento ingestivo del ganado bovino.
En los países de alta productividad los ganaderos han logrado realizar prácticas correctas de manejo de alimentación y sanidad, gracias al entendimiento del comportamiento ingestivo de sus bovinos, y entre otras es gracias a esto que se han dado las mayores producciones por unidad de área (75 % de la carne producida en el mundo).
Por su parte los países en vía de desarrollo no tienen en cuenta lo anteriormente dicho, lo que causa, que cuanto más se aleje el manejo alimenticio de los hábitos normales de los animales, menor es el aprovechamiento del alimento, menor el consumo y mayor desperdicio de éste, afectando de esta manera la expresión del potencial productivo y la rentabilidad de la empresa ganadera.
Que es el comportamiento ingestivo
El comportamiento ingestivo hace referencia a la secuencia de actividades que realizan los animales en la obtención de nutrientes para su mantenimiento y productividad, estos son principalmente (en los rumiantes) la ingesta, rumia y bebida (Martínez et al., 2002).
Para estudiar el comportamiento ingestivo de los rumiantes se debe tener en cuenta las siguientes actividades: tiempo de pastoreo, rumia, tasa de bocados, número de estaciones, consumo de alimento, bebida de agua entre otras; además de estas acciones también se incluye el tipo, cantidad y calidad del alimento (Bavera, 2002; Patiño et al., (2001) y Martínez et al., 2002).
Factores que afectan el comportamiento ingestivo.
Pereyra y Leiras (1991), reportan que el comportamiento ingestivo es afectado por factores del propio animal, del medio ambiente (clima) y de la calidad y tipo de alimento. Martínez et al. (2002), propone que la mejor aproximación a la estructura física de la ración la representa la medición del tiempo dedicado a comer, rumiar y descansar.
Condiciones propias de animal
El comportamiento ingestivo de los vacunos es afectado por el la fisiología y anatomia propia de la especie, de este modo los bovinos poseen bocas amplias, y labios superiores rígidos que le permiten llevar una gran cantidad de pasto a la boca, esto hace que el método de aprehensión de pasto sea de pobre selectividad y que ingieran más material tosco al compararlo con caprinos y ovinos (Velásquez, 2003).
Como consecuencia de lo anterior los rumiantes de tamaño grande deben comer más despacio que los de talla pequeña para evitar ingerir pasto seco indeseable, además de esto presentan un rumen mas grande; como resultado, los bovinos de talla grande tendrán que gastar más tiempo pastoreando y no gastar mucho tiempo en seleccionar las plantas más tiernas y verdes.
Animales subordinados (jóvenes) tales como destetos, animales flacos o enfermos, tienden a gastar más tiempo pastoreando, comiendo menos, caminando mayores distancias, sufriendo más pérdidas de peso y con una mayor probabilidad de ingerir plantas tóxicas (Velásquez, 2003).
Aprendizaje en el comportamiento ingestivo
Los bovinos aprenden qué pueden comer a través de la experiencia, utilizando el tipo de aprendizaje de ensayo y error. En un rebaño bovino los individuos experimentados ejercen gran influencia en la conducta y selección inicial de las áreas de alimentación del hato.
El ganado bovino puede asociar la calidad del alimento con memoria espacial, siendo ésta de dos clases, una de largo plazo (memoria de referencia) y una de corto plazo (memoria de trabajo); la primera le sirve para formar un mapa que representa un mapa forrajero pudiendo recordar lugares y la disponibilidad de alimento por al menos 20 días evitando áreas sobre pastoreadas o sin pasto. La memoria de trabajo es usada para recordar las áreas que se han visitado recientemente, al menos 8 horas atrás (Velásquez, 2003).
Tiempo de pastoreo
El pastoreo es una actividad realizada por los herbívoros que consiste en buscar, seleccionar e ingerir forraje y hace parte del comportamiento ingestivo.
Es un sistema de alimentación utilizado en ganado bovino donde se introducen los animales en un área con disponibilidad de forraje para su consumo (Velásquez, 1998). Para mantener un determinado nivel de consumo diario de forraje los animales son capaces de modificar su comportamiento ingestivo.
Ellos tienden a compensar una baja tasa de consumo aumentando el tiempo de pastoreo diario. A pesar de la importancia del tiempo de pastoreo, no están claros los mecanismos que determinan su duración, su periodicidad, su relación con otras actividades y su sensibilidad a los ritmos circadianos.
El problema es más complejo cuando se considera que el tiempo de pastoreo diario es la suma de los turnos de pastoreo, además diferentes factores pueden controlar cada una de las comidas a lo largo de un mismo día, actuando más de un factor a la vez (Galli et al., 1996).
En cuanto a las horas de pastoreo Di Marco y Aello (2002), estimaron tiempos entre 8 y 10 horas/día con moderada tasa de bocados (35-45 bocados por minuto) y diferencias entre vacunos de distinto tamaño; así, los animales adultos tienden a pastorear hasta 70 minutos más por día.
Por su parte Preston y Leng (1989), reportan tiempo máximo de pastoreo en época seca (baja disponibilidad de forraje) en el trópico sudamericano de 13 horas con animales Bos indicus. Aguilar et al. (2002), encontraron en vaquillas Brahmán tiempos de pastoreo entre 8 y 10 horas, siendo mas activo en horas de la mañana que en horas de la tarde.
Existe un marcado predominio de pastoreo al amanecer y al atardecer en comparación con el resto del día. Solfanelli (2002), encontró que los tiempos de pastoreo fueron entre 340 – 400 minutos por día en un periodo total de 770 minutos diurnos evaluados en condiciones de alta disponibilidad de pasto (3000 Kg. de MS/Ha)
Efecto de la suplementación sobre el pastoreo
Muchos autores han determinado que la suplementación energética y proteica en pastoreo afecta el comportamiento ingestivo de los animales. En general el consumo de materia seca y el tiempo de pastoreo, disminuyen a medida que la suplementación aumenta (Patiño et al., 2001).
Aguilar et al. (2002), encontraron que la suplementación energético-proteica al nivel de 1 y 2 % del peso vivo disminuye la frecuencia del tiempo utilizado en pastoreo donde los animales suplementados permanecen a la espera del suplemento junto al comedero y pierden tiempo importante en realizar pastoreo activo en el resto de las áreas del potrero; la espera del suplemento también se presento los días que no fueron suplementadas y a la misma hora, por lo tanto esta espera se debe mas a patrones conductuales que al hambre; ésta, condición hace que sea evidente una depreciación en el tiempo total de la actividad de pastoreo. Algunos investigadores describen que el ganado suplementado pastorea aproximadamente 1.5 horas menos por día, que el ganado no suplementado
La hora del día en la cual se realiza la suplementación tiene efectos directos sobre la conducta de pastoreo y el desempeño del animal; en este sentido se encontró un mayor consumo voluntario en novillos en pastoreo racional cuando se suplementa en las primeras horas de la tarde (2:00-4:00 p.m.) comparándolo con novillos suplementados en horas de la mañana, teniendo ventajas la suplementación por la tarde.
El mismo estudio revelo que al cambiar el horario de la mañana a la tarde se redujo a la mitad el número de incidentes agresivos en el comedero, esto se debe a que los animales están más dispuestos a comer el suplemento en el atardecer cerca de la noche, siendo la temperatura mas baja y las moscas menos persistente (Velásquez, 2003).
Efecto de la raza sobre el pastoreo.
Pereyra y Leiras (1991), afirman que existen diferencias entre razas según su adaptabilidad climática, pero agrupándolas en Bos taurus y Bos indicus podemos decir que estos últimos en zonas de altas temperaturas pastorean más horas y caminan mayores distancias que los Bos taurus. El Cebú colombiano (Bos indicus) en los trópicos prefiere pastar en horas de luz, pero si la pastura es buena puede vérselos pastar de noche. Las razas europeas cuando se encuentran en los trópicos suelen modificar sus hábitos hacia un pastoreo más nocturno.
Por su parte Velásquez (2003), en Florida en un hato multirracial de carne indicaron que existe diferencia en el tiempo de pastoreo entre el grupo genético de los animales; así la raza Senepol tuvo mayor tiempo (450 min.), seguida por los Angus (420 min.) luego los Romosinuano (390 min.).
Efecto de la temperatura sobre el pastoreo.
La temperatura ambiente tiene una marcada influencia sobre el pastoreo observándose que al sobrepasar la zona de termoneutralidad (Z.T.N) el ganado tiende a buscar sombra y disminuir el consumo, ésta Z.T.N. para el vacuno en zonas tropicales y subtropicales esta entre 12 y 24°C.
Así mismo a bajas temperaturas actúa la estructura del grupo donde los bovinos tienden a pastorear más juntos y se incrementa el consumo voluntario como respuesta a la perdida de calor.
Pereyra y Leiras (1991), encontraron que existe una correlación entre el pastoreo y la temperatura (r=0.92), pero recalcan que las categorías de animales de mayores requerimientos al recibir una alimentación mala recurren a un pastoreo casi total en horas calurosas que normalmente destinan a descanso o rumia; por lo tanto, observar ganado pastoreando al medio día durante días soleados, indica que la cantidad de forraje es limitada.
Una de las formas que ayudan a reducir el estrés térmico es asegurarse que la cantidad de forraje sea suficiente, esto puede hacerse con manejo de pradera y de la carga animal (Comerón et al., 2003 y Velásquez, 2003).
Efecto de la pastura sobre el pastoreo
La cantidad y calidad del forraje disponible son primariamente factores determinantes del comportamiento de pastoreo en rumiantes. Sólo una porción de la cantidad de forraje presente en una pastura es cosechada por el bovino en pastoreo; por lo tanto el comportamiento de pastoreo puede ser un buen indicador de la calidad y cantidad del forraje presente que está disponible al animal. Los vacunos tienden a pastorear en rebaños cuando el forraje es abundante y más como individuos cuando el forraje es escaso (Comerón et al., 2003).
Pascuet (2002), estudió el efecto de dos alturas de la pastura (alta altura = 11±0,4cm y baja altura = 8±0,2cm) sobre el pastoreo de vacunos, encontrando que el incremento de la altura de la pastura y la disponibilidad afectó negativamente (r= -0.86) el tiempo de pastoreo con reducción de aproximadamente 65 minutos lo que conllevó a un menor consumo diario de alimento.
El tiempo de pastoreo fue de 663±17 min/día; y el de rumia 510±16 min/día. Reportes colombianos en ganado de carne comprueban el efecto de la disponibilidad de forraje sobre el pastoreo donde, Velásquez (2003), reportó que el tiempo de pastoreo se incrementa en 1.3 horas/día en potreros sobrepastoreados cuando se compararon con animales mantenidos en pasturas altas.
En general, el tiempo de pastoreo aumenta a medida que disminuye la biomasa, la digestibilidad, la altura de la pastura (Galli et al., 1996).
Consumo de alimento.
Es la cantidad de alimento que ingiere un animal durante el día para satisfacer sus requerimientos nutricionales; presenta una estrecha relación con el llenado del rumen y la tasa de pasaje ruminal de la materia indigestible. El consumo de materia seca (MS) y el comportamiento ingestivo son afectados por muchos factores como el manejo, agrupación de animales, disponibilidad de alimentos, condiciones de alojamiento y las interacciones sociales entre animales (Martínez et al., 2002).
El consumo de alimento es muy difícil de cuantificar en pastoreo, sin embargo, está regido por factores etológicos como: tiempo de consumo, cantidad promedio de bocados y el peso del mismo; siendo estos los que describen el comportamiento ingestivo del animal en pastoreo y en base a estos datos se puede predecir el consumo de pasto a través de la siguiente ecuación descrita por Solfanelli (2002); Galli et al., (1996):
Consumo / día = horas (comen) X bocados hora X peso del bocado.
El consumo de forraje verde por día de un bovino es aproximadamente 10% de su peso vivo o del 2 a 3% cuando se habla de materia seca. El cálculo del consumo en los sistemas intensivos es menos difícil, ya que se puede controlar el suministro del alimento y basta restar el alimento despreciado al suministrado (Humpreys, 1985).
Rumia.
Es un proceso característico de los rumiantes que comprende: la regurgitación de la ingesta, la reensalivación y remasticación más cuidadosa de los sólidos para volverlos a deglutir; la remasticación y salivación lleva 50 a 60 segundos, tragar, pausa, regurgitar 7 a 9 segundos (Vara y Moreno, 1984).
En cuanto al tiempo de rumia, se ha comprobado que animales en pastoreo tardan 8 horas de rumia, mientras que los animales en confinamiento pueden tardar entre 3 y 6 horas, y un consumo de 3 a 8 horas cuando se alimentan con concentrado (Vara y Moreno, 1984).
La rumia depende de la calidad del alimento, así a mayor calidad menor tiempo de rumia y viceversa; el dolor y el estrés también disminuyen el periodo de la rumia siendo esta la razón por el cual los animales que son estabulados (presenta stress) disminuyen el periodo de rumia, por lo tanto ésta adaptación debe ser muy gradual. El animal invierte 5 a 9 horas del día para la rumia (Pereyra y Leiras, 1991).
Aguilar et al. (2002), reportan tiempos de rumia en novillas Brahman entre 5 y 7 horas, coincidiendo con los periodos de descanso (10:00 a.m. – 3:00 p.m.); De Elía (1999), encontró que el mayor período de rumia se encuentra poco después de la caída de la noche, disminuyendo gradualmente. La rumia puede ser realizada por el animal echado o de pie, con 15 a 20 períodos, y una duración de 20 a 30 minutos por cada uno; además se regurgitan de 300 a 400 porciones de alimento con un promedio de 50 movimientos masticatorios por bocado. Se considera que la actividad de rumia, la actividad de echarse y la actividad de levantarse no difiere entre los animales en confinamiento y los de pastoreo (Di Marco y Aello, 2002).
Consumo de agua del bovino
El ganado vacuno toma agua sumergiendo el hocico y succionando, suele realizarlo al promediar la mañana, al mediodía y a la tarde viéndoles pastorear cerca de los bebederos alrededor del medio día. Los bovinos obtienen el agua de dos fuentes: la que contiene el alimento (agua metabólica) y el agua de bebida. El consumo de agua en el ganado vacuno esta influenciado por muchos factores entre los que se encuentra: temperatura, raza, área del potrero, comportamiento gregario, tipo de alimento, encierro, estado fisiológico entre otros (Pereyra y Leiras, 1991).
Efecto de la temperatura sobre el consumo de agua
En clima caluroso aumenta el consumo y más en razas europeas al compararla con el Cebú, esto está dado por la adaptabilidad fisiológica y el tamaño corporal (Pereyra y Leiras, 1991). Bavera (2004), encontró que cuando la temperatura sobrepasa los 32º C los animales suelen beber cada 2 horas o más a menudo, pasando hasta 8 horas en las proximidades del bebedero.
Influencia de área del potrero sobre el consumo de agua
En el ganado vacuno, cuando el agua está disponible con facilidad para los animales en pastoreo y en potreros poco extensos, beben usualmente de 2 a 7 veces al día, con promedio de 3-4 veces diarias (Bavera, 2004).
Influencia de comportamiento sobre el consumo de agua.
Susana (2002), estudiando el comportamiento del vacuno encontró que el gran espíritu gregario, en especial en algunas razas, hace que cuando uno se dirige al bebedero lo sigan algunos otros, o todos. Esta interacción entre los animales del rodeo hace que probablemente beban todos, aunque no todos precisen realmente consumir agua. Los animales estabulados tienden a beber frecuentemente si el agua está fácilmente a su alcance, particularmente durante el tiempo caluroso.
Influencia del consumo de alimento sobre el consumo de agua.
El consumo de materia seca está directamente relacionado con el consumo de agua, manteniéndose una relación constante de agua bebida a materia seca consumida, por lo tanto una restricción de agua produce una disminución del consumo de materia seca (Pereyra y Leiras, 1991).
Descanso.
Las condiciones favorables de suministro de agua y sombra en el ganado, promueven rutinas equilibradas de pastoreo y descanso, el mayor tiempo de descanso en el ganado se efectúa alrededor del medio día, coincidiendo generalmente con las horas del día de mayor temperatura, ya que normalmente disminuye la actividad de pastoreo al aumentar la temperatura por encima de 25 °C (Velásquez, 2003).
Selectividad bajo pastoreo.
Los bovinos ante todo prefieren plantas con hojas verdes o tiernas, cuando hay escasez de hojas verdes comerán las hojas viejas, seguida por tallos verdes, luego hojas secas y finalmente los tallos secos.
La afinidad por las plantas verdes permanece hasta que el pasto verde se ha agotado; por su parte Velásquez (2003), confirma que los vacunos seleccionan plantas por su palatabilidad, así los animales que permanecieron en praderas asociadas (gramínea mas leguminosas) tuvieron preferencia por un tipo de forraje. En época seca las leguminosas constituyeron el 37 % del total de la dieta, disminuyendo a 11 % durante la época lluviosa. El pasto Brachiaria humidicola fue el de mayor preferencia en la época seca.
El pastoreo localizado deja parches y afecta negativamente el potrero a través de una baja o sobre utilización del recurso, esto puede ser asociado con la selección de forraje de alta calidad sobre el de baja calidad que realizan los animales.
En este sentido el sistema de pastoreo influye sobre la preferencia de algunas plantas por el animal, donde el pastoreo continuo y reiterativo sin periodo de descanso, deja parches de pastoreo. Los excrementos de los animales también tienden a causar parches en los potreros, ya que los animales no pastorearan forraje contaminado con sus propias heces (Velásquez, 2003).
Tasa de bocados.
Consiste en el número de bocados que realiza un animal al momento de alimentarse; un bocado, incluye el acto de tomar cierta cantidad de alimento con la boca; la tasa de bocados es un parámetro que mide la velocidad de cosecha durante el pastoreo y que además sirve hasta cierto punto como indicador de selectividad y defoliación del forraje (Cangiano et al., 2002).
El número de bocados por hora en un rumiante puede tener variaciones; sin embargo, los estudios revelan que existe un valor máximo de alrededor de sesenta bocados por minuto.
Los resultados de Galli et al. (1996), describen que la tasa de bocado aumenta cuando disminuye la biomasa y la altura de la pastura, así mismo tiende a disminuir con el incremento del peso del bocado; por lo tanto, la modificación en la tasa de bocado es una respuesta directa a variaciones en la pastura y a un intento del animal por compensar una variación en el peso del bocado; este tal vez es el factor más importante y el que más incide sobre el consumo.
El peso del bocado está determinado por el volumen de éste y la densidad del mismo, respondiendo a la siguiente ecuación:
Peso del bocado = volumen del bocado x densidad de bocado.
Por su parte el volumen del bocado se determina a través del área y la profundidad del forraje; es decir, un animal, frente a cualquier tipo de pasto, come por estratos u horizontes, cortando en forma aproximada la mitad de la altura total del pasto disponible.
Para determinar el área, el valor depende del tamaño de la boca de cada animal (por lo cual es poco modificable) y, obviamente, está relacionado con el peso vivo. Esta relación no es directamente proporcional, por ejemplo, un novillo de 380 Kg. no tiene el doble del tamaño de la boca que un novillo de 190 Kg., sino sólo un 65 % más (Solfanelli, 2002).
Estaciones alimenticias
Consiste en cambiar de sitio para buscar y cosechar el alimento durante el pastoreo; donde, el animal forma un semicírculo con movimientos de la cabeza alrededor de las patas delanteras, mientras tiene inmóvil las extremidades posteriores (Patiño et al., 2001).
El espacio encontrado se conoce como sitio de alimentación y se define como el lugar donde el animal pastorea sin necesidad de trasladarse (sin mover sus pezuñas) alcanzando el alimento con movimientos de cabeza. Los tiempos de búsqueda y manipulación generalmente se superponen, es decir, el animal continúa la búsqueda de nuevos sitios mientras manipula los bocados (Galli et al., 1996).
Cangiano et al. (2002), consideran que las estaciones alimentarías son un parámetro para medir la selección de alimentos que los animales realizan durante el pastoreo. En este sentido Preston y Leng (1989), aseguran que los bovinos son selectivos a la hora de consumir su alimento, lo que provoca que durante el pastoreo se trasladen muy frecuentemente en busca de las mejores pasturas para su consumo (pasto verde y palatable).
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Muy buen documento, te felicito Kevin
Gracias Marcos
Muy informativo, gracias
cuales son los efectos causados por los excrementos de los bovinos en el sistema de pastoreo??????