Como limpiar un caballo
Los utensilios y equipos empleados son tan variados como: un equipo de herraje, un botiquín, una manta, vendas o una almohaza (cepillo), algunos serán imprescindibles, otros por el contrario pueden ser de uso electivo.
La cantidad y el diseño de los equipos dependen muchas veces del gusto y la capacidad económica de los propietarios. El equipo deberá ser sencillo, práctico y de fácil manejo.
Otro factor a tener en cuenta al momento de la consecución del equipo, será el tipo de caballos, el objetivo para el cual se posean, ya que los equinos de silla (paso fino, de carreras, de deporte) tienen un manejo diferente a los equinos empleados en vaquería o trabajo.
Los caballos estabulados se deben asear a diario, para favorecer su aspecto y para mantener en estado saludable su pelaje y su piel, esto lo consiguen por sus propios medios los equinos que están en pastoreo libre.
El equipo para aseo debe tener como mínimo un cepillo superficial, uno de cuerpo; almohaza, peines para crines, gancho de cascos, aceite para cascos.
Una limpieza correcta de nuestro caballo no sólo conseguirá mejorar notablemente su aspecto, sino que además le ayudará a mantenerle sano.
Kit de limpieza para caballos
Un equipo completo de limpieza deberá estar formado fundamentalmente por los siguientes elementos:
Cepillo de raíces: cuyas cerdas pueden ser naturales o de plástico. Muy útil para eliminar las manchas propias de la cuadra (barro seco, estiércol…) el cepillo de cuerpo elimina la grasa, ésta se retira del cepillo con la almohaza y es la única finalidad de este instrumento; el cepillo o peine para crines se emplea para peinar la cola y la crin sin romper las fibras de las mismas.
Si usted no dispone de un cepillo, utilice recursos propios de su región como: estropajo, hojas, estopa, trapo y otros.
Bruza: elemento más cómodo que el cepillo ya que se adapta a nuestra mano y es más ligera; sus cerdas además son más cortas y suaves, con lo cual evitamos hacer daño al animal si accidentalmente le golpeamos con ella. Se utiliza para eliminar la suciedad en general (grasa, caspa…) no sólo del pelo sino de la piel en general. Muy recomendable para la cola y la crin.
Una esponja húmeda
Se utiliza para limpiar el contorno de los ojos, de los ollares, del ano y de la zona genital. Seria aconsejable tener dos en vez de una, y de diferentes colores. Un color se utiliza para las zonas de la parte de delante, y la otra para las zonas de la parte de detrás, y en este caso, no intercambiarlas .
Almohaza: para quitar el polvo que se ha pegado en las zonas más profundas de la piel y también válida para la limpieza de la grupa, debe usarse con suavidad. La almohaza, rasqueta o rascadera es un instrumento que se usa para limpiar (almohazar) los caballos. Se trata de un cepillo rústico, muchas veces poco más que una chapa de hierro con dientes menudos, triangulares y romos, dotada de asa o mango.
Limpia sudor: para eliminar el exceso de agua lluvia, ducha o de sudor.
Tijeras: para arreglar cola, tupé, crin y pelos que sobresalen en las orejas.
Esquiladora: que podrá ser manual o mecánica, cualquiera de ellas nos será de gran ayuda a la hora de cortar el pelo al caballo.
Ducha al caballo con agua y jabón.
“Después del trabajo deje reposar el equino por lo menos una hora, antes de bañarlo”.
Se trata de una forma de limpieza únicamente aconsejable en caso de que el caballo esté sucio de grasa, ya que el exceso de jabón reseca la piel del animal, llegando a producirle prurito e incluso dejándola sin brillo (si no es más conveniente lavarlo únicamente con agua). Para duchar al caballo con agua y jabón es recomendable seguir estas pautas:
- Utilizar jabones especiales: se debe aplicar el jabón una única vez (no hay que aclarar y volver a enjabonar). Para enjabonar realice movimientos circulares sobre el cuerpo del animal.
- Utilizar agua al clima.
- En invierno conviene lavar al animal por partes, utilizando una manta para cubrir el lugar del cuerpo que no estamos limpiando. Si estamos a baja temperatura conviene ser rápidos en el baño y, una vez terminemos, secar y cubrir de inmediato al caballo para que no coja frío.
- Existen esponjas especiales, le recomienda utilizar una para el enjabonado y otra para el enjuague.
- No enjabone la cabeza del caballo pero al igual que el resto del cuerpo debe ser lavada.
La ducha debe empezarse por las extremidades, mojándolas bien por ambos lados antes de pasar al cuerpo, para aclimatar al caballo a la temperatura del agua. Hay que tener especial cuidado en no mojar las orejas.
Luego del baño se debe usar el fleje secador pasándolo a favor de pelo con el fin de escurrir la mayor cantidad de agua. Al terminar es conveniente pasear al animal antes de guardarlo en el box; es muy importante que el caballo entre en la cuadra totalmente seco.
En caso de bajas temperaturas se desaconseja la ducha a no ser que se disponga de agua caliente y un lugar preparado al efecto. Para solucionar este inconveniente en el invierno se puede hacer una mezcla de dos partes de agua y una de alcohol y pasarlo con una esponja.
Medidas de seguridad
A los caballos les gusta el baño; pero a veces, cuando no están acostumbrados, se encabritan y pueden llegar a causar accidentes. Haga del baño una actividad placentera para el equino. Lleve el equino al sitio de baño que debe ser amplio, dele de beber, acarícielo y cepíllelo suavemente, para darle tranquilidad. Si existen vicios en el equino, como morder, patearo manotear, cúbrale los ojos con un tapaojos, proceda a bañarlo sin golpearlo, haciendo del baño un acto recreativo. Debe repetir este tratamiento hasta tanto desaparezcan los vicios.
Limpiar los caballos con toallas calientes.
Método adecuado para la limpieza del caballo en los climas o días fríos, con el que evitaremos posibles resfriados. Para limpiar al caballo de esta forma necesitaremos un balde con agua muy caliente, una toalla lo más grande posible y un champú especial (sólo en caso de que exista mucha suciedad o que ésta sea de grasa); también le recomendamos que utilice guantes de goma (para aguantar el agua caliente).
La forma de hacerlo es como sigue:
- Añadimos un poco de champú al agua caliente que tenemos en el balde. Introducimos la toalla en el agua hasta empaparla.
- Escurrimos y desplegamos la toalla para pasarla por el pelo del caballo, durante sólo unos segundos (de esta forma ablandaremos la suciedad).
- Envolvemos la toalla y frotamos con ella el pelo.
- Pasamos la toalla suavemente en el sentido del pelo.
- Repetiremos toda la operación por cada parte del caballo, cuidando de que el agua esté siempre caliente.
Para finalizar limpiamos con otra toalla pero en esta ocasión empapada de agua caliente pero sin jabón, hasta que quede sin ningún residuo del mismo.
Limpieza de los cascos del caballo
Se trata de una parte del caballo que siempre deberá permanecer limpia. Aunque no dispongamos de tiempo para lavar al caballo por completo, por lo menos una vez al día deberemos dedicar unos minutos a la limpieza de sus cascos. Para ello utilizaremos simplemente un limpia cascos o un jabón suave.
Es una zona en la que pueden clavarse diferentes objetos, produciendo heridas de considerable peligro; además en ellos se suele acumular estiércol, lo que los convierte también en un foco de infección si no están perfectamente limpios.
A esto se suma el hecho de que los caballos con cascos blandos suelen tener el problema de que se desgastan con enorme facilidad y rapidez, especialmente por la parte de los talones; por lo que la revisión diaria es ineludible. En esta revisión deberemos además analizar el estado de las herraduras, su asentamiento, los clavos. La limpieza diaria de los cascos puede evitarnos numerosos contratiempos.
Además del nombrado limpia cascos, es aconsejable utilizar otros dos productos, que son:
Pomada para cascos: refuerza y favorece su desarrollo natural, evitando el agrietamiento y favoreciendo su elasticidad).
Alquitrán para cascos: que nos ayudará a eliminar las bacterias, los gérmenes y el mal olor. El aceite se necesita para mantener el casco lubricado y húmedo, evitando que este se resquebraje.
Limpieza completa del caballo
Es la limpieza que conviene realizar al caballo una vez haya finalizado su trabajo ya que en ese momento su cuerpo estará caliente, lo que favorece que la suciedad se suelte mucho más fácilmente y le resultara mucho más agradable.
Primero deberemos eliminar los restos de barro y de sudor utilizando el cepillo de raíces que pasaremos sobre la piel del caballo con suavidad para no molestarle. Hay que prestar especial cuidado a las zonas sensibles: cabeza, vientre y parte interior de las extremidades.
Después cogeremos la bruza y la pasaremos enérgicamente por cada parte del caballo.
Conviene realizar alrededor de seis pasadas en cada lugar, sin golpear al animal con la bruza sino más bien apoyándola de forma suave pero firmemente de modo que las cerdas penetren en su pelo y limpien la piel.
Después de cada pasada es conveniente limpiar la bruza, para lo cual la frotaremos contra la almohaza.
Limpie siempre hacia abajo y hacia atrás. Después se limpiarán los cascos.
La cara y el tercio superior se lavarán con unas esponjas suficientemente humedecidas.
Por último peinar la cola y la crin con un cepillo de raíces para que quede desenredada y suelta.
El aseo es básico para prevenir enfermedades de la piel (dermatitis, eczemas, etc.) cuya presentación es más frecuente en animales sin las prácticas de aseo convenientes, en los cuales la acumulación de barro, detritus y sudor creará el ambiente propicio para que se desarrolle la dermatitis.
El equipo para el bienestar del equino consta de mantas, arneses, monturas y bridas, éstas deberán ser cómodas y diseñadas de tal forma que respeten la conformación anatómica del equino; de cada uno de dichos elementos hay infinidad de modelos, las características de cada uno varía según el tipo de equino.
Limpieza de la cuadra
En la mayoría de los casos, los caballos permanecen mucho tiempo en el interior de las cuadras, por ello un box limpio y confortable resulta de vital importancia. La limpieza se realiza al menos una vez al día, eliminado los excrementos y la cama húmeda, que deberá ser sustituida por cama nueva. Como mínimo dos veces al año se debe retirar la cama por completo y desinfectar a fondo la cuadra con productos especiales.
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