El pastoreo será obligatorio en Holanda en 2020
Las vacas pastando forman parte del paisaje de los Países Bajos y el consenso social para el mantenimiento de este modo de producción láctea llevó al nuevo gobierno neerlandés a legislar para obligar a todas las explotaciones a pastar dentro de tres años.
“El pastoreo forma parte de nuestra herencia cultural”, afirma Agnes Van den Pol, profesora e investigadora de la Aeres University of Applied Sciences y del Wageningen Livestock Research que este martes participó en las Jornadas de Vacuno de Leche y Pastoreo organizadas por el Campus Terra en la Escuela Politécnica superior de Lugo. La jornada reunió a ganaderos y expertos gallegos y europeos en este sistema de producción, con buenas perspectivas para diferenciar la leche gallega, tal y como ya están haciendo Larsa y en breve Leche Celta.
En su ponencia, titulada “¿Pastoreo para la sociedad o pastoreo para el beneficio?”, esta investigadora expuso la realidad de los Países Bajos, donde el pastoreo es una cuestión social que va más allá del aspecto económico.
“La sociedad holandesa iguala biodiversidad a tener las vacas pastando en los prados”, explicó. Ese consenso social hizo que en el 2012 fuera firmado por parte de 75 entidades de diferentes ámbitos (político, universitario, productores, industria transformadora, industrias de servicios pero también sector financiero, industria alimentaria en general, cadenas de distribución o ecologistas) la llamada Convenant Weidegang, una especie de tratado en el que todos los participantes reafirmaron la importancia del pastoreo para la sociedad neerlandesa y fijaron como objetivo estabilizar el pastoreo en los niveles de 2012, manteniendo para el futuro, por lo menos, el mismo número de vacas pastando..
Para incentivar esta práctica, la industria láctea se implicó introduciendo una prima al pastoreo que se triplicó desde su implantación hace 5 años y que se prevé que siga aumentando. La principal compañía del país, FrieslandCampina, de base cooperativa, que comenzó pagando 0,5 céntimos por litro de prima en el 2012, la sitúa hoy en 1,5 céntimos por litro. Para cobrar esa prima de pastoreo premium, que gana peso día a día dentro del sector productor, es necesario que las vacas pasten durante un mínimo de 6 horas al día por lo menos 120 días al año. Pero para las granjas que no pueden alcanzar ese objetivo, FrieslandCampina da la posibilidad del cobro del 25% de esa prima cuando el 20% del ganado de una explotación cumple ese objetivo.
Pero el verdadero salto en favor del pastoreo en los Países Bajos es sin duda legislativo. Los partidos políticos propusieron que el pastoreo fuera obligatorio y la propuesta tuvo mayoría en el Parlamento. El nuevo Gobierno tradujo eso a la legislación, haciendo que todas las explotaciones pasten en 2020.
Bienestar animal y medio ambiente
El alto nivel de concienciación medioambiental de la sociedad neerlandesa hace que los Verdes (GroenLinks) acaparen hoy casi el 10% de los votos del país y fueran la formación revelación de las pasadas elecciones celebradas en el mes de marzo, entrando con 14 diputados en el Parlamento holandés, de 150 escaños. Finalmente las negociaciones con el primero ministro, Mark Rutte, no fructificaron para su entrada en la coalición de Gobierno de centro derecha, pero su peso es relevante en el país y los postulados medioambientales acaban formando parte de los programas del resto de partidos de manera transversal.
“Hoy por hoy hay mucha preocupación por el bienestar animal y la sociedad asocia bienestar animal a pastoreo, aunque el bienestar de las vacas también pueda ser bueno en el establo”, afirma Agnes Van den Pol. Las granjas holandesas tienen que cumplir además grandes exigencias medioambientales, algo que está fomentando el pastoreo. “Tras el fin de las cuotas lácteas no hay limitación a la producción pero sí restricciones a los fosfatos a través de un sistema de derechos sobre el fósforo que hace que haya limitación al número máximo de vacas que puede tener una explotación en función de sus derechos de fósforo”, explica Agnes. Los efectos del pastoreo sobre el medio ambiente supone más lixiviación de nitratos en el suelo, menor emisión de metano y menos volatización de amoníaco, además de un menor gasto de energía.
Las explotaciones más grandes están volviendo a pastorear
La evolución del pastoreo en los Países Bajos en los últimos 20 años fue de disminución. “En el año 2000 solo había un 10% del ganado de leche que no pastoreaba y hoy ese porcentaje está en el 35%. Desde 1995 vemos que los productores que pastoreaban día y noche pastorean hoy solo de día y los que pastoreaban de día dejaron de hacerlo”, relata Agnes. En su opinión, las granjas holandesas pastorean ahora menos por varios factores, uno de ellos el aumento de los rebaños porque “hizo que las tierras a pasto en muchas explotaciones no fueran suficientes para eso y los ganaderos necesitan optimizar y controlar más la producción de hierba”.
En el último medio siglo en los Países Bajos se redujo por 10 el número de explotaciones pero se multiplicó en la misma proporción, por 10, el número de vacas por explotación, al tiempo que la producción media por vaca se duplicó y la producción láctea por hectárea se triplicó.
En los Países Bajos el 25% de los productores lácteos están ordeñando hoy por hoy con robots de ordeño. Este es otro de los motivos de la disminución del pastoreo, ya que “los sistemas de ordeño automático es difícil gestionarlos en pastoreo”, dice.
Entre las ventajas del pastoreo está el menor riesgo de mamitis y una composición de ácidos grasos de la leche más saludable, y también mayor calidad láctea (la leche holandesa se sitúa en el 4% de materia grasa de promedio). Entre las desventajas está el incremento del trabajo en las granjas para alcanzar una gestión idónea del pastoreo y el hecho de que la dieta de las vacas es menos equilibrada por estar sujeta a una ración cambiante en función del tiempo atmosférico y de la mayor o menor disponibilidad de pasto en función de las distintas épocas del año (en invierno, por ejemplo, el pasto se reemplaza por silo de hierba).
Las pequeñas explotaciones pastorean más que las de tamaño grande, aunque esta experta dice que “vemos un cambio de dinámica en el último año porque las explotaciones más grandes están volviendo a pastorear”, afirma. Así que es optimista, porque a pesar de que el número de vacas que pacen está bajando, “cambiar esa tendencia depende de la decisión de los ganaderos y estamos dándoles argumentos para incentivar la vuelta al pastoreo”, explica.
El pastoreo, estrategia ‘low cost’ de alimentación para el ganado
Agnes dice que más allá de los beneficios ambientales que aporta el pastoreo, “la ingesta de pasto es un factor crucial para la rentabilidad de las explotaciones porque pastorear es trabajar una estrategia low cost de alimentación del ganado de producción de leche”.
Sin embargo, admite que “el pasto permite producir solo entre 22 y 28 litros por animal, si quieres más tienes que suplementar”. Por eso, la alimentación de las vacas en Holanda es una combinación entre pasto, silo de hierba y de maíz y concentrado, que solo representa el 10% de la alimentación. En los Países Bajos hay 17.000 explotaciones lácteas, con un promedio de 97 vacas y una superficie media disponible por explotación de 52 hectáreas. La producción media se sitúa entre los 8.000 y los 8.500 litros de leche por vaca y año. Para esa producción los ganaderos neerlandeses emplean 750 kilos de concentrado, lo que representa poco más de 200 gramos de concentrado por litro de leche (En España supera los 250 gramos).
El país tiene 1,8 millones de hectáreas de tierra agrícola, de las que 200.000 hectáreas están destinadas la producción de maíz para ensilado y 1 millón están dedicadas a pasto. El 75% de esa superficie es pasto permanente y el otro 25% pastizales temporales. La mayor parte es raigrás y también hay trébol blanco. El rendimiento medio de los pasteros holandeses está entre 9 y 11 toneladas de materia seca por hectárea y año, pero la productividad de la tierra varía mucho por las diferencias regionales existentes en la calidad del suelo, principalmente formado por arcilla, turba y arena en un país donde un tercio del territorio está por debajo del nivel del mar y protegido por diques.
“Hay zonas que originariamente tienen suelos de arena muy pobres donde es necesario incrementar la fertilización con contenido mineral”, dice.
Esta experta afirma que “duanta más alta es la ingesta de pasto en la dieta de las vacas menores son los costes de producción y mayores los beneficios económicos de las explotaciones”. En un estudio realizado entre los años 2013 y 2014 se constató un ahorro económico de 8,2 céntimos por litro de leche en aquellas explotaciones que pastaban entre 1.000 y 2.000 horas en el año, porque además de bajar el gasto en concentrado también se reducen los costes de maquinaria.
“FrieslandCampina considera que puede vender mucha leche, sobre todo en Asia, usando la imagen de las vacas pastando”
Sin embargo, dice que “muchas explotaciones en los Países Bajos tienen las vacas fuera pero la ingesta de pasto no es excelente y en muchos casos las vacas pasan pastando menos horas de las necesarias”.
El precio de la leche en Holanda está hoy por hoy en 37 céntimos después de unos años de precios muy bajos, que llegaron a caer hasta los 21 céntimos por litro, al estar mucho más vinculados a la evolución de los mercados internacionales, en un país claramente exportador de quesos. La prima por pastoreo representa hoy por hoy 1,5 céntimos por litro pero de cara a los próximos años es muy probable que siga subiendo porque “hay presión social a favor de la leche de pastoreo y FrieslandCampina considera que puede vender mucha leche, sobre todo en Asia, usando la imagen de las vacas pastando”, afirma Agnes.