El celo en las bufalas

El celo en las búfalas

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El celo en la búfala

Síntomas y duración del celo

La manifestación de los síntomas de celo en búfalas no es tan evidente como en la vaca, aun cuando es verificado que presentan un síntoma importancia:  la monta con un búfalo marcador, presentándose en el 100% de los celos observados (Vale et al., 1987). Así, la mejor manera de detectar el celo en la búfala es la utilización de búfalos con arnés marcador bucal y tinta, asociado a la observación visual intensa (Vale, 1983).

La frecuencia de aparición del celo en las búfalas esta relacionadota con la hora del día, como se observa en el cuadro 1.

En la literatura internacional,  la mayoría de los autores enfatiza que el búfalo tiene hábitos sexuales nocturnos, con una predominancia de los síntomas  clínicos de celo durante el periodo de las 17:00 a las 20:00 horas y de las 4:00 a las 7:00 de la mañana respectivamente (Hafez, 1954; Luktuke y Ahuja, 1961, Gill et al, 1973, Valle 1984, 1987).

Este hecho parece estar relacionado  con la radiación solar y temperatura ambiente que tienen un efecto inhibitorio sobre la manifestación de celo. Es posible que exista también alguna acción de esos factores sobre la secreción  de LH porque durante  el día, especialmente  en las producciones intensivas, estos animales buscan agua y por la noche pastorean, (Gangwar 1980, Valle, 1983).

Recientemente se desarrolló un sistema que funciona por medio de la radiotelemetría para estudiar  el comportamiento reproductivo y para la detección del celo. Este sistema (HEATWATCHR; DDX, Incorporated, Boulder, Colorado, EE.UU.) propone sustituir la observación  visual diaria y determinar  la fase estral con eficiencia y precisión.

El método consiste en la fijación en el dorso de la hembra de un sensor que emite ondas de radio cada vez que sufre una presión ejercida por la monta. Estas ondas son captadas por una antena y enviadas a un sistema informático. Así, el sistema puede suplir algunas de las necesidades prácticas, tales como no tener trabajar durante 24 horas y aumentar  la precisión de la detección del celo. Nuestro equipo utilizó este sistema para estudiar el comportamiento del celo en las búfalas. Los resultados se muestran en el cuadro 2.

El sistema de radiotelemetría detectó 1,108 eventos de monta en 50 celos inducidos con prostaglandinas, el número promedio de montas por celo fue de 24,6 ± 18,2. Se observó un número de montas muy diferentes, detectando  celos con solo 3 montas (n = 1), y estros que presentaban 80 montas (n = 1).

La duración promedio de cada monta fue de 3,6 ± 0,7 segundos, con una duración  total de las montas  por celo de 94,2 ± 80,7 segundos. También se observó una variación de 8 a 373 segundos para la duración  total de montas por celo. La duración individual de las montas  fue de 2 a 5,5 segundos.

La distribución de las montas  durante las 24 horas del día no presentó diferencias significativas  (P>  0,05).  Fue  observado un pequeño incremento entre las 04:00 y 08:00 y entre las 22:00 y las 02:00 horas (figura 1).

Este resultado demuestra que los búfalos criados en el Centro sur de Brasil, presentan una distribución homogénea de celos durante las 24 horas. Este resultado puede deberse a la manifestación  del celo durante la estación de otoño en esta región de Brasil al presentar temperaturas templadas diferentes a las verificadas en la región amazónica.

La duración promedio del celo en vaquillas (buvillas) bufalinas estudiadas por radiotelemetría fue de 11,8 ± 5,6 h, menor a la observada en las búfalas paridas  14,7h  Baruselli  (1994). Fue observada una gran variación con respecto a la duración de los celos (1h a 25h).

La clasificación de los celos en cuanto a la intensidad y a la duración,  demostró que la gran mayoría de ellos tuvieron una alta intensidad (75,6%)  y una larga duración (80%), con más de la mitad (57,8%) mostrando ambas características.

Estos resultados fueron superiores a los reportados  por  Dransfield  et  al.  (1998), los cuales, en ganado lechero, encontraron porcentajes similares entre celos con alta intensidad y corta duración (34,3%), y celos con baja intensidad y larga duración (33,2%). Contrariamente a lo que se encontró en bufalinos,  estos  autores indicaron que la duración del celo de larga duración y alta intensidad ocurría con poca frecuencia en el ganado lechero (8,4%).

En  el  presente  experimento,  en  el  caso de que fuera  utilizado  el  esquema tradicional detección de celo (mañana y tarde), solo el 8,9% de los celos no fueron detectados, lo que confirma  los resultados obtenidos por Baruselli (1992), quién encontró que apenas el 3,5% de los celos no sería detectados en estos periodos. A pesar de que las búfalas tienen algunas particularidades en la manifestación  del celo, la mayoría  de las cuales tiene las características evidentes  de esta fase, lo que demuestra que es posible detectar el celo en la especie bufalina adoptando  un manejo adecuado.

Detección del celo en bufalos

Para que el procedimiento  de Inseminación Artificial tenga éxito completo, es necesario que la hembra se encuentre en el momento adecuado para la inseminación. La detección y el reconocimiento de la hembra en el comienzo del celo es fundamental  ello.

En general se debe tener un lote de hembras aptas para la IA en un número no superior a 100 animales, que deberán estar claramente identificados y en condiciones de perfecta salud y nutrición.

Una práctica muy recomendada y de fundamental importancia es el empleo de un toro marcador  el cual debe contar con la ayuda de la identificación visual por parte del personal involucrado en la IA. El marcador se puede colocar libre en el lote o durante los periodos en que se quiere ver si hay alguna hembra en celo.

Al igual que en otras especies de ganado vacuno, la búfala presenta su ciclo estral dividido en proestro,  estro, metaestro y  diestro,  con  una  duración  entre  18  a 32 días con un promedio de 23 días (Vale. 1988). Sin embargo, uno de los principales impedimentos para el éxito de la IA en esta especie es la manifestación  del estro o calor, al no ser tan evidente como en la vaca taurina, lo que puede dar lugar a interpretaciones erróneas y por lo tanto una baja tasa de fertilidad.

En los hatos criados bajo condiciones intensivas o semi-intensivas y sometidos a un buen manejo es posible observar los signos de estro o calor que se caracterizan por la inflamación  y descarga de moco por la vulva, enrojecimiento, hiperemia, micción y  mugidos frecuentes,  el incremento del movimiento de elevación de la cola y dejarse montar por el macho. A través del examen rectal es posible percibir un aumento significativo en el tono uterino, el cual es mucho más intenso en la bufaba que en las vacas taurina y cebuina (Vale. 1983).

El uso del Bufalo marcador es indispensable para la detección  del  celo  ya que contrariamente a las vacas taurinas y cebuinas, el fenómeno de comportamiento homosexual durante el estro, es decir, el hábito de las hembras  de montarse unas a otras durante  la fase de aceptación o  receptividad,  es  inusual  en los bufalinos: solo el 3,44% lo presenta. Este comportamiento disminuye la observación del celo y durante mucho tiempo, se creía que los búfalinos presentaban celos débiles y silencios (Baruselli, 1993).

Celo débil o silente en bufalos

En la literatura internacional, corroborando los reportes en Brasil por Vale et al. (1984) y Baruselli et al. (1999), la incidencia del celo silente y anovulatorio es frecuente en las búfalas, especialmente en animales en déficit de alimentos o sometidos a situaciones de estrés térmico (Arora y Kaur, 1981, Vale et al., 1987), así como en hatos sometidos a manejo inadecuado, como la  desnutrición. Pandey (1979) enfatizó que el problema  del celo débil o silente en esta especie, parece  estar relacionada con la acción sinérgica entre la progesterona  y el estradiol antes de la aparición del pico de LH.

Momento de la ovulación en bufalas

La ovulación de la  hembra bufalina ocurre después del  celo, siendo este aspecto muy importante  para definir el momento de la inseminación  artificial. Los estudios indican que la búfalas ovulan en promedio unas 17 horas después del final de aceptación de la monta (Vale et al. Baruselli 1988 y 1992). Por lo tanto, se recomienda suspender la inseminación artificial cuando  cesan todos los síntomas del celo calor, o sea, cuando la hembra no acepta más la montada.

Puedes leer: Sincronizacion del celo en bufalos 


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Un comentario

  1. como se manifiesta el anestro en bufalas ,que sucede en ese periodo y cuanto es su duracion
    y que tratamiento hay para el anestro patologico y fisiologico

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