Calidad del Agua para consumo del Bovino

Calidad del Agua para consumo del Bovino.

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Calidad del Agua para consumo del Bovino

Este artículo de Calidad del Agua para consumo del Bovino es Tomado de Autores como  Aníbal Fernández Mayer y Jairo Faría Romero.

El consumo de alimentos es directamente proporcional al consumo de agua, es por esto que la Calidad del Agua para consumo del Bovino es de gran importancia, a medida que no dispongamos de la calidad y cantidad de agua suficiente se limitará el consumo de materia seca (de los alimentos) y se puede dañar seriamente la salud de los animales. En cualquiera de los casos se afectará la producción de carne o leche. De ahí que es imprescindible conocer que calidad y cantidad de agua tenemos para definir diferentes estrategias, incluso, las características del sistema productivo (cría, engorde o leche) a implementar con ese tipo de agua.

Si bien cuando hablamos de la Calidad del Agua para consumo del Bovino hay que tener en cuenta que este tolera peor calidad de agua que los humanos si las concentraciones de algunos compuestos químicos están en niveles no adecuados, los animales pueden verse también muy afectados. Muchas veces, la regular o mala calidad del agua no causa la muerte de los animales, incluso a veces tampoco se observan signos clínicos de enfermedad, pero “si” se ven afectados algunos indicadores productivos (crecimiento, engorde o lactación) o reproductivos (preñez, peso de los terneros al nacer, etc.), en diferentes magnitudes en función de los niveles y tipo de sales presentes. En todos los casos causa importantes pérdidas económicas al productor.

Dada la gran variedad de sistemas productivos y de alimentos disponibles en diferentes regiones del país, se debiera definir para cada uno cuál es la calidad de agua más adecuada. Sin embargo no hay suficientes trabajos que nos permitan hacer estas recomendaciones.

Consumo de agua del ganado.

El consumo de agua por el animal está influenciado por muchos factores externos e internos que por lo general son muy difíciles de controlar.

Un animal adulto puede consumir entre el 6 al 12% de su peso en agua. Como ejemplo, un animal de 400 kg podría consumir 40 litros por día (o más), dependiendo de la actividad (cría, engorde o leche), de las características de los alimentos, la temperatura ambiente y del agua, etc.

La temperatura del ambiente y del agua tiene un alto impacto en el consumo. En el Cuadro 1 se muestra la variación de consumo de agua, con diferentes temperaturas para una vaca lechera de 500 kg PV de mediana a alta producción (25 a 40 l/día). Calidad del Agua para consumo del Bovin

Cuadro 1: Requerimientos de agua para el ganado

Requerimientos de agua para el ganado
Ganado lechero requerimientos de agua.

Requerimientos de agua por parte del ganado lechero
Requerimientos de agua por parte del ganado lechero

Otra variable de mucha importancia es el tipo de alimentación y el estado fisiológico o actividad (cría, engorde o leche).

Como regla general todos los forrajes secos y/o concentrados demandan mayor cantidad de agua que los forrajes verdes. Y mucha más cantidad demandan los ensilados de planta entera o grano húmedo por la acidez que ellos tienen (Cuadro 2).

Cuadro 2: Consumo de agua para diferentes categorías, con y sin silaje de planta entera

Consumo de agua para diferentes categorías, con y sin silaje de planta entera
Consumo de agua para diferentes categorías, con y sin silaje de planta entera

Salinidad del agua para bovino.

Un Nivel de 1000 – 3000 ppm es satisfactorio para toda clase de bovinos; puede causar diarrea temporal y suave en bovinos no acostumbrados a ésta, pero no deberán afectar su salud o comportamiento.

3000 – 5000 ppm es satisfactorio pero posiblemente causará diarreas temporales, o ser rechazada al principio, por animales no acostumbrados.

5000 – 7000 ppm. Este nivel puede ser utilizado con una seguridad razonable para bovinos lecheros y de carne, ovinos, porcinos y caballos. Se recomienda, evitar su uso en animales gestantes o lactantes.

Con 7000 – 10000 ppm de salinidad, Se corren riesgos considerables su uso en vacas gestantes y lactantes, caballos, ovinos y en los animales jóvenes de estas especies; en general, debe evitarse su uso. (Tomado de: NRC, Nutrients and Toxic Substances in Water for Livestock)

Composición química del agua.

La composición química del agua es también determinante de su consumo. Si consideramos los aportes minerales de acuerdo a la composición química del agua y de los forrajes, los niveles de ingesta cambian completamente.

La forma de expresar los valores encontrados en el agua puede ser: partes por millón (ppm), gramos por litros de agua (g/l) o miligramos por litro de agua, (mg/l).

Las equivalencias son: 10 g/litro de agua =  10.000 mg/l = 10.000 ppm = 1%.

Sales Totales.

Este grupo de sales es complejo y está dado por la suma de todos los compuestos solubles del agua. Se determina mediante la evaporación de la misma, pesando el residuo. También se puede ser expresado como Residuo Mineral, Sólidos Totales o Salinidad Total.

El agua de pozo que contiene menos de 1,5 g/l de sales totales, demanda suplementación mineral tanto en vacas de cría, tambo o invernada y es común que se definan como aguas “poco engordadoras”.

Mientras las que poseen entre 2 y 4 g/l de sales totales no requieren suplementación mineral (salvo que haya excesos de Sulfatos). Éstas se definen como “aguas engordadoras”.

Con valores entre 4-8 g/l puede haber reducción en el consumo de agua, excepto aquellos animales que se hayan adaptado a esas altas concentraciones de sales, como la vaca de cría. No obstante ello se puede ver afectada, seriamente, la producción (carne o leche). Cuando los niveles exceden los 8 g/l  NO se debe usar ni siquiera con vacas de cría.

En Resumen… Mientras que aguas con salinidad media a alta (4 a 6 g/l de sales totales) pueden ser aceptables a buenas para un rodeo de cría bovina de carne son malas para invernada o tambo, cuando se busca alta producción de carne o leche.

Para estas 2 últimas actividades (invernada o tambo) se consideran aguas buenas a muy buenas las que poseen baja salinidad (2 a 3 g/l) y con la proporción de sales minerales adecuada. Mientras que cuando tienen  menos 1g/l (agua desmineralizada) son deficientes  y no cubren los requerimientos de los animales y se hace necesaria la suplementación complementaria con mezclas minerales apropiadas para cada caso y producción.

Sulfatos.

Los sulfatos, especialmente de magnesio o sodio, producen efectos negativos sobre la producción de carne o leche. Provocan diarreas y tienen sabor amargo que restringen el consumo, en especial, en animales no adaptados.

Esta comprobado que con niveles relativamente bajos (±0,5 g/l) se producen interferencias con la absorción de cobre y tal vez con el calcio, magnesio y fósforo. Sin embargo, animales adaptados pueden tolerar hasta 4 g/l.

 Numerosos estudios demostraron que cuando el agua contiene hasta 1 g/l de sulfato de sodio se favorece la digestión de la fibra y el consumo de alimentos.

 Cloruros.

Los cloruros son generalmente de sodio, magnesio, calcio y potasio. En las aguas subterráneas los niveles de estas sales, difícilmente, superen los 2 o 3 g/l, con excepción de algunas zonas del país (sur de Córdoba, sur de Santa Fe, NO de Bs As, etc.) donde existen capas salinas, a diferentes profundidades, que condicionan la calidad de las aguas subterráneas.

El cloruro de sodio es una sal beneficiosa, aunque confiere sabor salado. Muchas veces, se definen como “aguas engordadoras” con niveles de ±2 g/l, siempre y cuando, los sulfatos no estén en exceso. Los cloruros de calcio y de magnesio le dan gusto amargo y provocan diarrea.

Carbonatos y Bicarbonatos.

No se conocen efectos negativos para la producción animal, pero su combinación con el Ca y Mg definen la dureza del agua formando incrustaciones en las cañerías. La Dureza se define como la concentración total de iones de Ca y Mg expresados en forma de carbonatos de Ca (CO3Ca) en g/l.

Alcalinidad total (mg/l de CaC03).

La alcalinidad mide la habilidad del agua para neutralizar un ácido. Niveles de alcalinidad superiores a 500 mg/l pueden causar diarreas. Al aumentar el nivel de alcalinidad disminuye el de sulfato.

Sodio y Potasio.

El cloruro de sodio (sal común) con niveles adecuados (±2 g/l) y bajos de sulfatos (<1 g/l) es beneficioso, siempre y cuando no supere los 8 g/l, que provoca efectos negativos aún con animales adaptados sobre el consumo, la producción y reproducción (vacas de cría).

El potasio se encuentra en muy pequeña cantidad a no ser que el agua contenga sedimentos de nitrato de potasa (fertilizante de origen natural), en ese caso el agua es muy tóxica por el nitrato y el exceso de potasio.

 Calcio.

 Para calcio no existen límites de toxicidad, aunque como se vio antes le otorga dureza al agua.

Magnesio.

El magnesio es muy necesario en la alimentación del ganado bovino, sin embargo en muchas aguas subterráneas se encuentra en exceso y más si está combinado con sales de sulfato (sabor amargo).

Se consideran valores máximos:

  • Vacas lecheras de 250 mg/l,
  • Terneros destetados 400 mg/l
  • Vacunos adultos 500 mg/l.

De acuerdo a los niveles de Arsénico y flúor que exista en el agua puede determinar que  NO sea apta para consumo humano ni animal, debido a su alta toxicidad independientemente de la composición salina del agua.

Arsénico.

Las sales de arsénico son muy solubles en agua. La presencia de arsénico en el agua tiene 3 posibles orígenes:

  1. Contaminación natural del agua subterránea (geología de los suelos).
  2. La contaminación con agroquímicos.
  3. La contaminación por desechos industriales.

Niveles de tolerancia

  • 0,05 g/l (0.05 ppm) para consumo humano
  • 0,2 g/l (0.2 ppm) como consumo animal.

Flúor.

El Flúor es un contaminante muy serio en algunas partes del país. Su presencia natural se relaciona con la presencia de un tipo de ceniza volcánica con altos niveles de este mineral. Tanto su deficiencia como su exceso producen trastornos óseos muy importantes en humanos y animales.

Los niveles peligrosos oscilan alrededor de 1,5 g/l (1.5 ppm) de Flúor. La intoxicación se manifiesta por manchado de dientes y desgaste prematuro y desparejo de los dientes.

Valores de referencia según Código alimentario Argentina para Agua potable

     Otros metales

 La presencia de hierro, Manganeso, plomo y otros minerales son muy poco frecuente a no ser que los pozos se encuentren en proximidad de yacimientos minerales de donde pueden recibir una seria contaminación, pero en estos casos más que en ningún otro se requiere un buen análisis de agua por la posibilidad de consumo humano.

 Cobre.

Con menos de 0. 1 mg/l de cobre puede aparecer sabor a óxido en la leche y con niveles superiores a 0.6 mg/l de cobre se pueden observar daños hepáticos en vacas lecheras.

Hierro.

Niveles superiores a 0. 1 mg/l de hierro pueden causar carnes rojas en terneras. Además, propiciar el crecimiento de la bacteria del hierro que produce olores fétidos y taponamiento de los sistemas de agua. Niveles sobre 0.3 mg/l pueden también causar una reducción en el consumo de agua y afectar la producción de leche. Solamente con 0. 1 mg/l puede causar un sabor a óxido en la leche

 Nitratos y Nitritos.

 Estos son compuestos nitrogenados y su presencia indica contaminación con materia orgánica o de contaminación con fertilizantes nitrogenados, los niveles máximos aceptados son <200 mg/l (vacas de cría) y <100 mg/l (engorde y leche). En el agua se encuentran nitratos que al ser ingerido por los rumiantes lo reducen a nitritos que son altamente tóxicos. Este efecto puede verse agravado si se consumen forrajes con altos niveles de nitratos, por ejemplo un verdeo de invierno fertilizado con urea.

Nitratos y nitritos son solubles en agua y pueden ser infiltrados a los reservorios de agua. Niveles de 100 ppm no causan ningún problema al ganado. De 100 a 200 ppm no debe ser un problema para el ganado, pero se debe tener cuidado con efectos adictivos, cuando los animales son expuestos a alimentos que contienen niveles crecientes de nitratos.

Otros parámetros.

El pH del agua de bebida puede variar de 6 a 8 y se sabe que las ligeramente alcalinas (pH 7 a 7,3) son las mejores. Las que excedan aquellos límites hacia abajo (pH menos de 5) o hacia arriba (pH más de 8) tienen efectos corrosivos sobre instalaciones y posibles efectos adversos en la digestión ruminal.

En el Cuadro 3 se presentan los límites máximos, con riesgo de toxicidad,  de diferentes minerales en el agua para bovinos (carne y leche).

Cuadro 3: Límite máximo de minerales en el agua  para bovinos de carne o leche  (NRC, 2001)

Determinación de la calidad del agua de bebida animal con base en la relación Sales Totales (sales beneficiosas y sales perjudiciales)

Ricardo L Sager. 2000.

INTA E.E.A San Luis.

Serie Técnica Nº 126.

En el afán de facilitar la interpretación de los análisis de agua para consumo animal, sin descartar otras tablas publicadas con anterioridad se presenta el siguiente procedimiento para evaluar la calidad del agua a través de las relaciones entre sales beneficiosas y sales perjudiciales (Sulfatos) (SB: SP) a partir de sales totales del agua.

Como se ha visto muchos son los componentes que pueden definir la calidad del agua pero en forma resumida puede decirse que el balance entre sales beneficiosas y perjudiciales, aparte del contenido total de sales definen concretamente la posibilidad de su uso y las consideraciones que cada una de ellas merece.

MÉTODO

Datos que debemos tener: Sales totales = Residuo seco g/l y Sulfatos g/l (SO4=). La diferencia entre ambos indica con mucha aproximación las sales beneficiosas.

Sales beneficiosas = Sales totales – sulfatos (SO4=)

Pocas veces se obtendrán valores enteros al determinar la relación, pero será suficiente que si el punto decimal supera 0,5 se redondee hacia mayor y si es menor a 0,5 se redondee hacia menor.

Ej.: Un pozo de agua contiene 3 g/l de sales totales y una concentración de SO4 = 0,7 g/l.

Sales total – sulfatos = Sales beneficiosas

Ejemplo: Sales beneficiosas: 3 g/l – 0,7 g/l = 2,3 g/l

La relación Sales beneficiosas: Sales perjudiciales queda 2,3:0,7 (± 2:1) y luego buscar este valor en la tabla ingresando por la columna de sales totales, en este caso 3 g/l. Esta relación la define como agua muy buena (Cuadro 4).

Cuadro 4: Determinación de la calidad de acuerdo a la relación sales totales-sulfatos

INTERPRETACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN.

MUY BUENA: a no ser que en la zona exista alguna deficiencia específica de cobre, magnesio o fósforo no requieren suplementación, si así fuera, la mezcla mineral: sal (50:50) u otra mezcla comercial es lo apropiado.

BUENA: la relación 1:0 por la cantidad de sales totales es deficiente, por lo que requiere suplementación con minerales, en el caso de vacas de cría, la mezcla debiera tener mezcla mineral: sal (50:50) o mezclas comerciales con aproximadamente 50% de sal común. Las otras relaciones tienen nivel alto de sales totales, puede producir algún problema de diarrea en animales no adaptados, tiene predominio de sales beneficiosas, si se requiere la suplementación mineral la mezcla con sal común no debe exceder el 30%. Sería recomendable en la relación 3:1, la inoculación de Cu.

REGULAR: la composición de aguas regulares es muy variable, aquellas que tengan bajos niveles de sales totales pero con predominio de sulfatos requieren suplementación con cobre. Las que poseen altos niveles de sales beneficiosas pueden presentar trastornos gastrointestinales, pero es factible que los animales se adapten.

Cualquier mezcla mineral que se use debe tener una baja proporción de sal (30% o menos). En estas condiciones es poco efectiva la suplementación oral.

MALA: no es aconsejable su uso, sobre todo aquellas con predominio de sulfatos. La producción se ve seriamente comprometida, es necesario el acostumbramiento de los animales, sino puede inducir intoxicaciones y muerte.

NO APTA: está fuera de toda consideración, se restringe su consumo y afecta severamente la producción.

Microorganismos presentes en el agua.

Las fuentes de agua sin la debida protección pueden contaminarse con microorganismos productores de enfermedades; las más importantes son las bacterias Salmonella sp. Leptospira sp., Cryptosporidia y algas verde-azul. Mantenga el ganado alejado del agua contaminada que no ha sido adecuadamente oxigenada. En ocasiones, algunos reservorios de agua pueden tener problemas con el crecimiento de algas como resultado de la carga de nutrientes contenidos en el agua. Se debe evitar su uso, debido a que algunas especies pueden producir toxinas que afectan a los animales.

Cianobacterias.

Este tipo de microorganismos es común en aguas estancadas o reservorios ricos en nutrientes. Normalmente se dicen algas pero son en realidad bacterias que producen muy mal olor y sabor junto con la producción de toxinas potencialmente mortales.

La razón por la que algunas aguas producen principalmente algas marrones o verdes, no tóxicas y otras de color verde-azuladas (cianobacterias), tóxica, es desconocida.

Por otro lado, el agua con demasiados nutrientes favorece altas poblaciones de algas en verano, especialmente con aguas templadas.

Las cianobacterias producen dos tipos de toxinas: las neurotoxinas, que causan la muerte rápida, y las hepatotoxinas, que provocan la muerte a las pocas horas o después de dos días desde su consumo, aunque los signos clínicos de hepatotoxicosis aparecen 15 minutos después de la exposición de las vacas. La toxina más frecuente en los pastos es una hepatotoxina llamada microcistina-LR y se relaciona con las cianobacterias. En la mayoría de los casos, el agua de los pozos contiene esta toxina.

Los laboratorios de referencia están en condiciones de identificar las bacterias y las toxinas. Aunque algunas toxinas se relacionan con el crecimiento de los microorganismos, la mayoría se producen principalmente cuando éstos mueren. Esta muerte se produce por una pérdida de nutrientes del agua o por una aplicación química, como por ejemplo algún tipo de sulfatos o de herbicidas.

El viento puede hacer que las cianobacterias y sus toxinas se concentren en la superficie del agua.

Cuadro 5: Concentración de los componentes del agua que afectan el rendimiento del  ganado

 La identificación positiva de las cianobacterias no es sencilla y requiere un entrenamiento en el microscopio, pero hay otros signos que nos hacen sospechar de su presencia, como una capa de limo en la superficie, similar a una capa de pintura verdeazulada o amarronada.

Las cianobacterias se componen de finas células que se agrupan, pero que, al contario de las algas verdes, no pueden recogerse del agua con la mano. El mejor modo de evitar los problemas de las cianobacterias es prevenir su crecimiento exponencial. Para ello, pueden limitarse los nutrientes que van a parar al agua o airearla bombeándola a un abrevadero.

Otra medida efectiva es situar la toma de agua un metro por debajo de la superficie del agua, para evitar las zonas de mayor concentración de toxinas.

 El sulfato de cobre pentahidratado puede aplicarse a los pozos de agua a una dosis de 1 g/m2 de superficie. Debería usarse con cuidado porque también mata al zooplancton que consume las algas y además, es tóxico para los peces (entonces se debe reducir la dosis a la mitad). Tras el tratamiento químico del agua, ésta no puede utilizarse hasta dos semanas después.

Bacterias, virus y parásitos.

Estos agentes son comunes en aguas procedentes de pozos y reservorios que colectan aguas residuales, o a las que el ganado tiene acceso. Hay una larga variedad de ellos que pueden producir enfermedades o pérdidas en la producción. El agua contaminada puede diseminar una determinada enfermedad de forma muy rápida en el rebaño.

Las recomendaciones básicas para los máximos niveles de coliformes varían desde 10 (para terneros) a 5.000 (para adultos) UFC (unidades formadoras de colonia) por 100 ml. Las muestras tomadas del agua estancada pueden alcanzar hasta 15.000 UFC/ml. 

El agua contaminada con heces puede transmitir muchas enfermedades, debido a agentes como E. coliCryptosporidiumSalmonella y Leptospira. Estos microorganismos afectan a los animales más jóvenes y tienen menos importancia en los adultos. Una enfermedad que sí afecta a los animales adultos es la leptosporidiosis, que puede diseminarse mediante el agua contaminada y que produce una mayor tasa de abortos, que normalmente tienen lugar de 2 a 5 semanas después de la infección.

El ganado puede hacerse resistente a estos agentes, pero la introducción de un nuevo patógeno que no sea común puede diseminarse rápidamente por el rebaño y causar enfermedad, especialmente en los más jóvenes. Los terneros tienen la inmunidad pasiva procedente de sus madres, pero son muy susceptibles a una alta dosis de patógenos.

El método más sencillo para minimizar los patógenos en agua es prevenir su entrada desde fuentes fecales y evitar la entrada directa de los animales a los cursos de agua. Los rayos ultravioleta del sol son efectivos para la eliminación de patógenos en aguas que estén relativamente claras.

Permitir que los animales estén en contacto directo con el agua puede levantar partículas en el agua, enturbiarla e impedir que estos rayos destruyan los patógenos del agua.

Sabor y olor.

 Las prácticas correctas del mantenimiento de las instalaciones de agua, como mantener los canales y vías de agua con hierba, impedir el acceso del ganado a las corrientes de agua y la aireación del agua de los pozos son modos baratos de disminuir el gusto y el olor y asegurar una buena calidad de agua.

El tratamiento para eliminar el sabor y el olor es muy caro, pero su prevención es sencilla.

Los excrementos en el agua proporcionan sabor y olor. El ganado muestra preferencia por beber de una fuente de agua limpia.

Temperatura del Agua para consumo del Bovino.

La temperatura del agua afecta a su consumo. Las investigaciones han mostrado que el agua fría ayuda a mantener una adecuada temperatura corporal y puede incrementar su ingestión, lo que repercute en un aumento de la ganancia de peso.

Las aguas subterráneas están frías de forma natural (19°C). Los pozos mantienen una temperatura constante, pero la temperatura sube si les alcanzan los rayos del sol. Los pozos profundos no aumentan su temperatura lo suficiente como para alterar el consumo por parte del ganado, pero los abrevaderos pequeños, o los pozos poco profundos pueden ser un problema en verano. El agua se calienta mucho durante la tarde, aunque baja durante la noche.

Como mejorar Calidad del Agua para consumo del Bovino.

Para controlar las algas en tanques de almacenamiento, reduzca la contaminación del agua introducida y excluya la luz solar. 

Se puede desinfectar el agua del tanque de almacenamiento adicionando 5 ml de cloro por cada 100 litros de agua, manteniéndola por 12 horas antes de drenarla o vaciar el tanque, después de lo cual puede volver a llenar el mismo. Este proceso de desinfección con cloro también elimina ciertas bacterias.

Son cantidades aceptables: Aluminio 5.0, Arsénico 0.20, Boro 5.0, Cadmio 0.05, Cloro 1.0, Cobalto 1.00, Cobre 0.50, Mercurio 0.01, Nitratos 100.0, Nitritos 10.0, Plomo 0.10, Selenio 0.05, Vanadio 0.10, Zinc 25.0.

El plomo es acumulativo y los problemas pueden empezar cuando haya valores superiores de 0.05 mg/litro.

Se recomienda hacer un análisis de laboratorio para verificar que el agua esté libre de contaminantes, en un laboratorio especializado, quien indicará las propiedades físicas, químicas y biológicas de la muestra del agua.

Para la toma de la Muestra: 1 a 2 litros de agua en un frasco de vidrio limpio y estéril, directamente de la fuente de agua, de tal manera que sea representativa, por lo que se tomará después de operar el pozo por unas 4 o 5 horas que garantice que no haya acumulación de partículas o sales en suspensión. Cuando se desea tomar una muestra de agua de una represa, deberá hacerse aguas, adentro; no de la orilla.

Los pozos son una fuente común de agua para el ganado; deben de tener una capacidad mínima de 19 litros por minuto, a menos que se utilicen tanques grandes de almacenamiento.

Se pueden utilizar diferentes fuentes de poder para sacar el agua a la superficie. Los molinos de viento han suministrado agua por más de un siglo, aunque el diseño básico ha cambiado muy poco; su uso ha resurgido en los últimos 15 años; se utilizan en áreas donde otras fuentes de poder no son posibles o son caras.

Sus ventajas son:

1) La fuerza es suministrada por el viento, el cual generalmente está disponible;

2) Puede operar en áreas remotas, seguido con un mínimo mantenimiento.

Las desventajas son:

1) Costo inicial relativamente alto;

2) Los costos de mantenimiento pueden ser altos en algunos casos;

3) Si no hay suficiente viento por un período largo de tiempo, la seguridad de agua para el ganado se compromete, por lo que es necesario construir un tanque de almacenamiento lo suficientemente grande que son tan o más costosos que el molino de viento.

Las bombas impulsadas por energía solar es otra opción. Los paneles solares han sido diseñados para impulsar bombas de bajo volumen pero capaces de levantar agua desde pozos tan profundos como 60 metros. El uso de bombas impulsadas por energía solar se debe considerar donde la electricidad no está disponible o donde los molinos de viento no son económicamente posibles.

Las bombas de bajo volumen, de impulso solar son una herramienta versátil para el manejo del pastoreo. La selección y uso de estas bombas dependerán de la profundidad del pozo. Para pozos poco profundos, se utiliza normalmente una bomba centrífuga pequeña de bajo voltaje. El panel solar es montado arriba de la unidad ya sea para cargar una batería o impulsar la bomba directamente. La unidad puede ser para un flujo continuo o controlado.

Pozos hasta 60 metros usan normalmente una bomba de diafragma de 12 o 24 voltios instalada de una manera similar a las bombas eléctricas sumergibles.

Ventajas:

1) Permite la utilización de agua donde la topografía no permite el flujo por gravedad y otras fuentes de poder no son prácticas.

2) Permite el desarrollo de aguajes o puntos húmedos para uso ganadero.

3) El diseño de un flujo controlado permite un uso eficiente de cantidades limitadas de agua. 4) El panel solar y la bomba pueden ser usados en más de una localidad para reducir costos.

Desventajas:

1) Costo inicial alto.

2) Requiere de un mantenimiento regular para asegurar una operación segura.

3) Volumen limitado.

Los bebederos pueden ser de hasta 6 metros de diámetro, mientras que los tanques de almacenamiento pueden ser de hasta 20 metros de diámetro.

Ventajas:

1) El agua puede ser colocada, en sitio, para beneficiar el manejo del pastoreo.

2) Un suministro adecuado de agua puede ser posible donde otras fuentes de agua no son posibles.

Para proteger el bebedero y proporcionar una superficie estable para los animales, es recomendable construir un área de gravarena de 30 centímetros de profundidad y 3.5 metros alrededor del perímetro del bebedero.


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