Alimentación del Caprino
La Alimentación del Caprino es de mucha importancia para la producción, es la herramienta más poderosa que utiliza el productor para mejorar la productividad de sus animales, y de ella depende la rentabilidad de la explotación.
El rumiante es un animal que mastica el bolo alimenticio devuelto a la boca desde el estómago, repetidas veces como la cabra, vaca y ovejas, y tiene un estómago especializado con cuatro compartimientos adaptado para digerir los forrajes como pasto, henos y ensilajes. Un rumiante puede usar por encima del 50-80% de forrajes en su dieta. La capacidad estimada en litros del tracto gastrointestinal (TGI) en vacas es de aproximadamente el 45,2% y en ovejas es 37,5 de su peso vivo (Maynard y Hintz, 1979).
A medida que el animal se desarrolla, el estómago cambia las dimensiones de los cuatro compartimientos, haciéndose la panza o rumen el más voluminoso, pero solo se segregan enzimas en el cuarto compartimiento, donde se forma el jugo gástrico igual que en los animales dotados de estómago sencillo. En los rumiantes jóvenes que consumen grandes cantidades de leche la conformación de su estómago es como en los monogástricos, pero a medida que comienza a comer alimentos sólidos como el forraje y concentrados, el rumen o cámara de fermentación se hace funcional y se agranda rápidamente hasta representar el 80% del tamaño del estómago de cuatro cavidades de una vaca, todo el estómago puede contener entre 160 litros (Maynard y Hintz, 1979) y 235 litros (Morand-Fehr, 1980), mientras que el estómago de una oveja puede contener 20 litros (Maynard y Hintz, 1979), comparable con un caprino adulto. La vaca y la oveja deben su capacidad de utilizar grandes cantidades de forraje al gran volumen de su estómago y a la digestión de la fibra de los alimentos que tiene lugar en él.
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Función del Tracto Gastrointestinal (TGI)
Una vez el caprino consume este es masticado, mojado con su saliva, deglutido y pasara al rumen donde será atacado por bacterias y jugos digestivos. La saliva es una fuente de nitrógeno (N) ureico y muco proteínas, fósforo (P) y sodio (Na), los cuales son utilizados por los microorganismos del rumen. EL bicarbonato de la saliva se comporta como una solución buffer para mantener el pH del rumen, neutralizando los ácidos grasos volátiles producidos por las bacterias del rumen.
EL retículo, rumen, omaso y abomaso conforman los cuatro compartimientos del estómago de los rumiantes. El retículo y el rumen no están completamente separados y tienen diferentes funciones. El retículo mueve el alimento ingerido hacia el rumen o al omaso y contribuye a la regurgitación de la ingesta durante el proceso de la rumia.
El rumen es una cámara de fermentación con una alta población de microorganismos, como son: bacterias entre 25 – 80 billones/ml, protozoos en el orden de 200.000 – 500.000/ml, más grandes en tamaño que las bacterias, protozoos flagelados especialmente en el rumen de animales jóvenes y hongos en algunas ocasiones.
Estos microorganismos tienen la facilidad de pasar al abomaso e intestino donde serán digeridos por el rumiante, además de esto también tienen un efecto marcado sobre el metabolismo y requerimientos nutricionales del animal.
El omaso ayuda a reducir el tamaño de las partículas del alimento que el animal a ingerido ocurriendo un proceso de absorción. Se cree que el abomaso cumple las mismas funciones desarrolladas por estómago de un monogástrico, secreta enzimas como la pepsina y el ácido hidroclórico e inician la digestión de las proteínas.
Luego de esto la ingesta líquida pasara al intestino delgado donde sufrirá la acción por parte de la bilis, los jugos pancreáticos e intestinales, añadiendo una serie de movimientos, para que se dé una completa digestión del alimento.
Las paredes del intestino se caracterizan por tener miles de vellosidades movibles para poder absorber los alimentos ya digeridos. Los capilares de la membrana mucosa del intestino se encargarán de transportar todo el alimento a la trama vascular y de allí pasa al corazón donde será no solo bombeada sino también transportada por el torrente sanguíneo a todo el cuerpo del animal.
Desventajas de la Fermentación Ruminal
- La mayor parte de la proteína dietética es degradada y el amonio que se produce será resintetizado en forma de proteína microbiana.
- Durante el proceso de fermentación entre 8 – 10% de la energía que se consume se convertirá en metano, un gas que no podrá ser aprovechado por el rumiante.
- La conversión alimenticia en los rumiantes será más baja en comparación con los monogástricos.
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Hábitos Alimenticios y Comportamiento de los Caprinos
En la alimentación del caprino que es manejado en pastoreo si se comparan con otros rumiantes, se puede observar que estos son muy selectivos en el alimento y por esta razón se evidencia que recorrerán distancias más largas.
La cabra tiene la habilidad de consumir mayor variedad de forraje que por la general otro rumiante no consume y además de esto tiene mayor eficiencia digestiva sobre forrajes de baja calidad, cabe destacar que estos son dos aspectos de mucha relevancia permiten que la producción caprina se pueda llevar a cabo en zonas áreas con baja disponibilidad de forrajes. La eficiencia digestiva dependerá de factores como la raza, localización y nivel de proteína que contenga la dieta.
La figura del pastor en la alimentación del caprino es importante en los sistemas de cría extensiva, pues permite un mejor aprovechamiento de las zonas pastoreadas. En el caso de los caprinos, el pastor puede utilizar la técnica de cortar pencas altas suculentas de las plantas típicas del ecosistema de las zonas áridas y semiáridas. Esta práctica, además de ofrecer una fuente de forraje, contribuye a “abrir el monte”, para fomentar el crecimiento de gramíneas y leguminosas bajas que aportan mayor cantidad de materia orgánica consumible con relación a las plantas del espinar. Por otro lado, los arbustos podados, producen rebrotes que estarían al alcance de los animales y se aumentaría así la productividad del pastoreo sin el riesgo de escasez para la época de sequía (Gall, 1976).
Disponibilidad y Requerimientos de Agua
En la alimentación del caprino se ha estimado que este no se aleja más de unos 7 Km del corral si en el camino no hay agua, por lo tanto, el área de pastoreo aprovechable depende de la disponibilidad del agua.
Gall (1976); asume que una cabra de 35 kg de peso vivo, alimentada con forraje seco de alto contenido de materia seca (MS), temperaturas ambientales alrededor de 35ºC, consume 6 litros de agua al día, de los cuales 3 son requeridos durante el pastoreo.
Entre los animales más eficientes en el uso del agua, están los caprinos, igualmente tienen la habilidad de soportar, a diferencia de otras especies, altas temperaturas ambientales y requiere menos evaporación de agua para mantener la temperatura corporal.
El agua limpia y fresca debe ser ofrecida ad-libitum. Los factores que afectan el consumo libre de agua en cabras son los niveles de producción de leche, temperatura ambiental, contenido de agua en el forraje, cantidad de ejercicio y disponibilidad de sal y minerales en la dieta.
Fases en la Alimentación del Caprino Durante su Ciclo de Lactancia
Gall (1976), ha citado varios autores, donde se reporta la duración de la lactancia en la cabra entre 200 a 300 días, dependiendo más de las condiciones ambientales y la alimentación. El pico de lactancia de la cabra se encuentra entre la 2 – 10 semana, aunque también existen casos donde pueden observan dos picos durante la lactancia. Luego alcanzar el pico la producción baja a un 10% mensual.
El ciclo de lactancia de una cabra se divide en 3 fases, cada una de las cuales requiere diferentes tipos de alimentación:
Fase 1
Corresponde a las últimas ocho (8) semanas de gestación donde la cabra debe estar seca. Durante esta fase el útero de la cabra ocupa una gran parte de la cavidad abdominal desplazando el rumen hacia delante y arriba, lo que reduce la capacidad de ingestión. En la cabra existe una mayor capacidad para acumular reservas corporales durante esta fase (Morand-Fehr, 1980; 1981) y durante la gestación, que debe ser aprovechada para suplir alimento concentrado de alta calidad. El menor consumo de forraje que también debe ser de buena calidad también permite un incremento en el consumo de energía y consecuentemente acumular reservas corporales en forma de lípidos en el tejido adiposo que van a ser movilizados durante las primeras semanas de lactación, cuando hay mayores requerimientos y la cabra muestra apetito reducido.
Fase 2
Primeras semanas de lactación, desde el parto hasta las ocho (8) semanas. En esta fase se movilizan las reservas corporales, por alta demanda energética para la producción de leche y por lo tanto la cabra debe estar preparada en la fase 1. Continúan en esta fase altas necesidades nutricionales y el apetito de la cabra se restablece en pocos días. En animales de alta producción, la suplementación con la fase anterior, llegando a estimar hasta 1,2 kg para la producción de 2 kg de leche y debe ser ofrecido en tres raciones al día, si es utilizada alguna leguminosa en la dieta. El pasto cubre las necesidades para mantenimiento y deberá suplementarse 0,400 kg de concentrado por cada kilogramo de leche producida. La ingesta de 60% de pasto en la dieta mantiene una capacidad de consumo óptima muy necesaria durante esta fase para evitar trastornos metabólicos. La capacidad de ingestión evoluciona conjuntamente con la producción de leche, mayor a las ocho (8) semanas después del parto (Morand Fehr, 1981).
Fase 3
La producción comienza a declinar. La respuesta a la producción de leche a través del concentrado disminuye. El efecto depende del nivel de producción, tipo de ración basal, nivel de consumo del concentrado y método de alimentación. La suplementación de concentrado es biológica y económicamente ineficiente si no se hace de acuerdo a la producción de leche que muestre la cabra. Consecuentemente, es mejor dar grandes cantidades de concentrado a cabras altamente productoras y reducirlo en aquellas de baja producción o que en realidad no lo necesitan.
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Necesidades Nutricionales de los Caprinos
Para la Alimentación del caprino a nivel mundial se han realizado diversos estudios con el fin de establecer los requerimientos nutricionales mínimos para mantenimiento, producción de carne, leche y pelo, para sostener la gestación y el crecimiento de los caprinos.
Los requerimientos nutricionales de los caprinos serán más altos que en los ovinos debido a que la misma naturaleza de esta especie en poder desarrollar mayor actividad locomotora.
Los requerimientos nutricionales en las etapas de crecimiento, final de la gestación y principio de lactación son mayores y es necesario suplementar si se desea mantener un alto nivel de producción.
En la alimentación del caprino la falta de energía es la deficiencia más común que se presenta en las raciones, y cuando existe esta deficiencia, hay retardo en el crecimiento, pérdida de peso, baja fertilidad, disminución de leche, se reducen los períodos de lactancia, disminuye la cantidad y calidad de la pelambre y baja resistencia a los parásitos y enfermedades.
Cabras en Diferentes Fases de Producción
Las cabras adultas pueden llenar sus necesidades nutricionales de mantenimiento, con una disponibilidad de buenos potreros con pasturas y arbustivas que les permiten un suficiente ramoneo.
La suplementación de sal y un complejo de vitaminas y minerales a voluntad es indispensable para asegurar un buen estado de salud del rebaño.
Durante la época de lactancia y con el fin de conseguir altos promedios de producción, se puede suministrar un suplemento que contenga 18 al 20% de proteína y un 75% de nutrientes digestibles totales (NDT).
Las cabras gestantes hacia el último tercio de la gestación incrementan sus requerimientos nutricionales por lo cual es importante suplementar con una mezcla al 16% de proteína a razón de 500 g/animal/día. Suministrar heno a base de leguminosas de buena calidad disminuye el uso de suplemento. Durante la época de seca, la calidad y cantidad de forraje disponible disminuye, por lo que se hace necesario hacer conservación de forrajes (heno, ensilaje). Ahora si se tiene una baja disponibilidad de forraje, es necesario suplementar con alimento balanceado especialmente a las cabras en el último tercio de gestación y lactación.
Cabras de peso promedio de 40 kg en lactancia o última fase de gestación, debe consumir entre 100 – 200 g de Proteína por día y 1.000 – 1.500 g de NDT por día. Suministrar heno o ensilaje a base de leguminosas de buena calidad disminuirá el uso de suplementos.
El caprino manifiesta mucha variación en la capacidad de consumo de materia seca. Morand-Fehr (1980), analizaron la capacidad de consumo afectada por el factor gestación y época de lactancia. En cabras, durante el último tercio de gestación, se dan cifras que varían de 820 g a 2,1 kg de MS por día como la capacidad de consumo, la cual está disminuida en relación al peso vivo (PV) o al peso metabólico (WO, 0,75). En el mismo trabajo, con las mismas cabras en fase de lactación, llegando a consumir hasta el 7% de su PV es decir 180 g por kg de peso metabólico.
Una o dos semanas antes de la temporada de reproducción es recomendable suministrar a las cabras 600 – 800g de alimento balanceado por día, para mejorar los índices de concepción.
Machos Reproductores
Al igual que las hembras que entran en la etapa de monta, los machos reproductores deben mostrar un buen estado de salud y deben ser preparados una o dos semanas antes. Una buena condición nutricional del animal evita un desgaste físico con problemas de fertilidad, que se pueden producir debido a la gran actividad sexual que desarrolla el macho en esta época. Dos semanas antes y durante la época de monta el macho deberá consumir una suplementación energética extra. Aproximadamente 1 kg de suplemento después del pastoreo es recomendable, este suplemento debe ser suministrado paulatinamente hasta completar la cantidad deseada con el objeto de evitar problemas digestivos. Al terminar el período de monta, este suplemento debe ser disminuido progresivamente hasta eliminarlo totalmente.
Alimentación Racional de Cabritos
El objetivo de la cría comercial de caprinos debe estar orientada hacia la producción de leche y carne de buena calidad proveniente ésta última de las crías recién destetadas. Es de gran importancia el cuidado de los animales de reemplazo, los cuales deben ser seleccionados de acuerdo a la producción de sus padres y a la conformación que éstos presenten.
El crecimiento es un fenómeno complejo que comienza desde la fecundación.
El crecimiento prenatal es lento, incrementándose al final de la preñez (últimos dos meses) razón por la cual los requerimientos nutricionales de las cabras en este período son mayores, al igual que el comienzo de la lactación. Durante las primeras 12 semanas, después del nacimiento, el crecimiento es regular y progresivo, la ganancia de peso diaria varía entre 100 y 180g, disminuyendo paulatinamente hasta los siete meses, a partir de los cuales se sitúa entre 60 a 80 g/día.
En el primer mes de vida los cabritos deben recibir una alimentación a base de leche, sin embargo, el suministro a voluntad de un buen concentrado favorece el desarrollo de los compartimientos gástricos (rumen, librillo, redecilla) y el consecuente pasaje de pre-rumiante a rumiante.
Referencias bibliográficas
Dickson, L; D’Aubeterre, R; Reverón, A; Baldizán, A. 2017. Manual de producción caprinos y ovinos 3ª edición