Cual debe ser la edad al primer parto de la vaca?

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¿Cuál debe ser la Edad al primer parto de la vaca?

Adaptado del artículo de Dionel García Bracho y Carlos González Stagnaro (Facultad de Ciencias Veterinarias Universidad del Zulia. Maracaibo – Venezuela

Este Artículo hace parte del tema de la Cría y manejo de la novilla de reemplazo.

Definición de la edad al primer parto de la vaca.

La edad al primer parto de la vaca como su nombre lo indica es la edad en que el bovino tiene su primer parto y por ende su cría, esto representa el inicio del retorno económico de la inversión realizada en el levante de novillas.

Es el punto de partida donde la vaca comienza a producir crías para venta o reemplazo y leche para la venta siendo las dos fuentes de ingreso en las Ganadería Doble Propósito.

¿Cuál debe ser la edad al primer parto de la vaca?

Para las condiciones tropicales se busca que el primer parto de la novilla este entre:

  • 29 – 35 meses, lo cual sería posible si los animales alcanzaran la preñez como máximo a los 26 meses de edad.

En condiciones tropicales han sido reportados valores de edad al primer parto en ganado mestizo Doble Propósito entre los 32 hasta los 48 meses (Aranguren-Méndez et al., 1993; Rosendo et al., 1993);

Esto demuestra que existe un amplio valor de mejora que básicamente parece estar influenciado por el componente nutricional.

Para el caso de las ganaderías especializadas los valores reportados para la Edad Primer Parto de la vaca está en los 24 meses.

Edad primer parto de la vaca

Factores que influyen en la edad del primer parto del bovino.

Efecto del manejo sobre la edad al primer parto de la vaca

Al considerar los sistemas ganaderos mejorado y tradicional, se encontró una diferencia de sólo 2 meses en la edad al primer parto de la vaca (EPP), mientras que al estudiar diferentes zonas en el mismo estudio se encontraron hasta 9 meses de diferencia, lo que indica que el efecto de la zona es más importante que el de manejo (González – Stagnaro et al., 2006).

Pérez et al. (1997) señala que el manejo de la finca está relacionado a cada sistema de explotación y grandes diferencias entre dos fincas en una misma zona determina que exista un gran potencial de mejora para los índices productivos que pueden lograrse realizando algunos cambios en el manejo de la explotación.

Efecto de la raza sobre la edad al primer parto de las vacas.

A pesar de existir diferencias dentro de una misma raza bovina (Vaccaro et al., 1997), la influencia del componente genético sobre la edad al primer parto parece ser menos importante que las de manejo y ubicación agroecológica.

Los valores calculados entre genotipos manejados bajo las mismas condiciones no superan los tres meses de diferencia; de esta forma, podemos señalar que las diferencias entre mestizos cebú y cruces con alto contenido europeo fueron de 2,6 meses (36,8 vs. 39,4) en un área de trópico bajo caracterizado por sequías que duran desde 4 hasta 7 meses (Pérez et al., 1997).

Por otro lado, se han observado edades al primer parto que favorecían a las hembras de las razas criollas sobre las mestizas Brahman y Holstein 40,2 vs. 40,9 y 43,1 respectivamente (González-Stagnaro et al., 2006).

Sin embargo, como se ha demostrado antes, la edad al primer parto está más influenciada por condiciones de manejo.

Consecuencias del retraso de la Edad al primer parto de la vaca (EPP).

Un retraso en la edad al primer parto de la vaca es un signo de ineficiencia en la gestión de la finca teniendo múltiples efectos negativos desde el punto de vista económico, fisiológico y de manejo.

Problemas por edad al primer parto tardía
Problemas por edad al primer parto tardía

Impacto económico de la EPP en vacas.

Desde el punto de vista económico, un incremento en la EPP reduce la velocidad del retorno económico por la vía de la producción de leche y carne en la explotación, disminuyendo de forma considerable la producción anual de la explotación.

Una elevada edad al primer parto de la vaca significan un mayor número de animales sin producir en la explotación, mayor competencia por los potreros, puesto que la finca tendría mayor superficie dedicada al levante y no a la producción de carne y leche.

Así mismo, se produce un número menor de novillas/año para el servicio, reduciendo la oportunidad de hacer una selección adecuada eliminando (venta) las de menor valor genético.

De manera normal, cuando se producen pocas hembras para el servicio/año el ganadero debe conservarla todas para cubrir las hembras que salen por edad ó problemas de otra índole, sin tener la oportunidad de realizar una selección adecuada.

Es conocido que mientras más se atrasa el inicio de la producción de una novilla, menor será su vida útil dentro del rebaño, por lo cual se está realizando una inversión que tiene poca duración a largo plazo y que nos produce menos lactancias y crías por animal (González y Quintero, 2005).

Impacto genético de una elevada edad al primer parto en vacas.

Desde el punto de vista genético el progreso se mide en intervalos, estando el progreso genético fraccionado por un componente que es el intervalo generacional de la manera siguiente:

Progreso Genético anual = Progreso Genético/ Intervalo Generacional

Por lo tanto, un retraso en edad al primer parto produce un incremento en el Intervalo Generacional que reduce la mejora genética/anual, desaprovechando muchas veces la inversión que se hace en programas de inseminación artificial o trasplante de embriones.

Impactos en la fisiología del animal.

Los tejidos animales tienen un patrón de crecimiento descrito en los genes, sin embargo, las carencias alimenticias en la etapa de crecimiento pueden afectar el desarrollo normal de los tejidos animales.

Por esa razón, podemos observar en casos de retraso severo de la EPP, hembras con genitales y ubre poco desarrolladas e incluso hembras que no alcanzan el peso de madurez y servicio debido al poco desarrollo de los huesos.

Un desarrollo esquelético y muscular adecuado favorece la condición corporal de la novilla (González y Quintero, 2005), y por lo tanto una adecuada edad al primer parto, pero más importante aún es que no se verá afectada la producción de leche ni el pronto retorno al ciclo reproductivo posparto.

Se ha cuantificado que un retraso en la edad al primer parto puede afectar el rendimiento lechero en la primera lactancia y quizás en las campañas subsiguientes (Villasmil et al., 2008b).

Diferencias de más de 120 kg en lactancias ajustadas a 244 días (1657 vs. 1530 kg) son consecuencia de un retraso de 260 días, desde 1267 días (41,68 m) a 1007 días (32,25 meses).

La razón sugerida a esta respuesta es un pobre desarrollo glandular como consecuencia de las limitaciones nutricionales a las cuales son sometidos los animales que alcanzan el primer parto después de los 41 meses de edad.

Tendría que valorarse, si es preferible tener menos unidades animales bien alimentadas en la explotación, que tener una mayor cantidad pero con mayores problemas reproductivos y menores producciones de leche y carne.

Este punto es vital porque:

  • Muchos de los problemas en las explotaciones tropicales son consecuencia de la subnutrición.
  • Los pastizales no aportan los requerimientos mínimos.
  • No son manejados adecuadamente para obtener de ellos el mayor beneficio.

También puede leer cría y levante de terneras de reemplazo.

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