hipocalcemia de la vaca

La hipocalcemia en el ganado bovino (Vaca)

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La hipocalcemia en la Vaca

Que es la Hipocalcemia. ?

 Enfermedad metabólica del ganado bovino, ovino y caprino, que aparece en el periparto caracterizada por hipocalcemia, hipofosfatemia e hipermagnesemia asociadas a una disfunción muscular progresiva, debilidad, decúbito, shock y muerte.

Se le conoce también como fiebre de leche, fiebre vitularia, paresia del parto o hipocalcemia de la parturienta.

La hipocalcemia clínica es la enfermedad más reconocida en el ganado vacuno lechero por productores lecheros, con una tasa de incidencia de alrededor del 5%.

Durante el periparto las vacas requieren satisfacer una alta demanda de Ca+ y P ocasionada por la gran producción de leche, provocando una deficiencia aguda de los minerales.

El ganado Jersey y Guernsey es más susceptible a éste desorden. Una razón de esto es que el ganado Jersey tiene menos receptors de la vitamina D que el ganado Holstein. La incidencia aumenta con mayor producción de leche y sucesivas lactancias. Las novillas raramente desarrollan hipocalcemia clínica porque éstas producen menos calostro del bovino y leche y pueden movilizar más rápidamente calcio de los huesos en su esqueleto en crecimiento. Reinhardt y colaboradores en el Centro Nacional de Enfermedades Animales en Ames, Iowa, encontró que la prevalencia de hipocalcemia clínica era del 1% para primera lactancia, 4% para segunda lactancia, 7% para tercera lactancia, y 10% para cuarta lactancia en vacas Holstein en un estudio donde 1,462 vacas fueron examinadas.

Epizootiología de la Hipocalcemia ?

La enfermedad aparece por lo general en ganado lechero lactante adulto de alta producción. La susceptibilidad de las diferentes razas en orden decreciente a padecer hipocalcemia es: Jersey, Guernsey, Pardo suizo, Holstein, Shorthorn y Ayrshire.

Las vacas lecheras maduras, en el grupo de los cinco a los diez años de edad son afectadas con mayor frecuencia debido a una mayor producción de leche, menores reservas de Ca+, menor actividad metabólica y mayor grado de depresión del apetito al parto.

La hipocalcemia en el momento del parto es más frecuente en vacas en su tercer al séptimo parto aunque es frecuente en el primer parto.

Se han registrado índices de morbilidad anual de 3.5 y 8.8 % en vacas adultas susceptibles, la incidencia ha aumentado en las tres últimas décadas en coincidencia con un aumento en la producción láctea.

 Patogenia de la Hipocalcemia

Al inicio de la lactación, aparece un periodo transitorio de hipocalcemia causado por un desequilibrio entre la alta demanda de Ca+ para formar calostro y la leche y la disponibilidad limitada del mismo a través del tracto gastrointestinal y la biodisponibilidad de este a partir del sistema óseo.

Esto es que el inicio de la lactación produce una gran demanda abrupta sobre la homeostasis del Ca+. Así una vaca produciendo 10kg de calostro a una concentración de 2.3g de Ca+ por kilogramo de calostro, perderá 23g de Ca+ en un único ordeño.

Se trata de una cantidad de Ca+ cerca de nueve veces más a la presente en toda la reserva plasmática de Ca+ de la vaca. A la vez el Ca+ perdido de la reserva plasmática debe ser reemplazado mediante un aumento de la absorción intestinal y la resorción ósea del Ca+.

EL Ca+ de la vaca lechera se encuentra distribuido en 3 compartimentos que son: tracto gastrointestinal el cual es absorbible, en los huesos el cual es reabsorbible y en el suero el cual es utilizable.

El valor normal del calcio es de 9 – 12 mg/100ml, si presenta un rango de 5 – 8 mg/100ml el animal tendera a padecer retención de membranas fetales, metritis, distocia con presentación, posición y actitud normales, desplazamiento abomasal, timpanismo. Cuando los niveles son de menos de 5 mg/100ml habrá paresia o postración.

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Signos clínicos de la Hipocalcemia

Los signos clínicos varían dependiendo de la fase en la que se encuentre el animal, así tenemos que: durante el parto hay una disminución drástica del apetito y en el consumo de materia seca produciendo hipomotilidad gastrointestinal: anorexia parcial o anorexia total (estos inhiben la absorción de Ca+ y P).

En la hipocalcemia subclínica presenta indigestión, flacidez rectal, no defeca, se observa distocia con presentación, posición y actitud normal y retención de membranas fetales.

En la hipocalcemia subclínica en su fase I o fase de excitación se diagnostica el 25% de los casos. La vaca se encuentra todavía de pie pero con equilibrio dificultoso, tambaleo, poco control muscular, temperatura normal o fiebre. Esta es una fase corta y peligrosa.

En la fase II o fase en decúbito esternal se diagnostica el 50% de los casos. La vaca se encuentra postrada con musculatura estriada flácida, sin reflejo palpebral y deprimida con la cabeza hacia el flanco a lo que se llama cuello en “S”, las extremidades están frías, hay depresión progresiva y temperatura subnormal. En la Fase III o fase en decúbito lateral se diagnostica el 25% de los casos.

El animal está postrado con timpanismo, estado comatoso pudiendo llegar a la muerte.

Tratamiento de la Hipocalcemia

Administración de sales de borogluconato de calcio, 500ml, IV a temperatura corporal seguida de otros 500ml, SC. Es imprescindible monitorear la frecuencia cardiaca, si aumenta por arriba de las 100 pulsaciones/min debe suspenderse la administración y aplicar el resto por vía SC. No administrar compuestos con Mg, ya que este se encuentra en exceso en suero. La respuesta al tratamiento es inmediata y se observa cuando el animal orina, defeca, eructa, siendo éstas manifestaciones de que la funcionalidad de la musculatura lisa ha sido reasumida.

Enseguida el animal mueve las orejas y trata de levantarse, lográndolo rápidamente. El reflejo pupilar es reestablecido de manera lenta. Una vez que el Ca+ se ha absorbido, se secreta insulina con lo que la hiperglicemia se abate, después de lo cual puede administrarse suero glucosado.

Algunas complicaciones que pueden surgir después de una hipoclacemia son prolapso uterino, prolapso rectal, metritis puerperal, endometritis-infertilidad, desplazamiento abomasal, daños músculo-esqueléticos y síndrome de la vaca caída.

Administración de sales de borogluconato de calcio, 500ml, IV a temperatura corporal seguida de otros 500ml, SC. Es imprescindible monitorear la frecuencia cardiaca, si aumenta por arriba de las 100 pulsaciones/min debe suspenderse la administración y aplicar el resto por vía SC. No administrar compuestos con Mg, ya que este se encuentra en exceso en suero. La respuesta al tratamiento es inmediata y se observa cuando el animal orina, defeca, eructa, siendo éstas manifestaciones de que la funcionalidad de la musculatura lisa ha sido reasumida.

Enseguida el animal mueve las orejas y trata de levantarse, lográndolo rápidamente. El reflejo pupilar es reestablecido de manera lenta. Una vez que el Ca+ se ha absorbido, se secreta insulina con lo que la hiperglicemia se abate, después de lo cual puede administrarse suero glucosado.

Algunas complicaciones que pueden surgir después de una hipoclacemia son prolapso uterino, prolapso rectal, metritis puerperal, endometritis-infertilidad, desplazamiento abomasal, daños músculo-esqueléticos y síndrome de la vaca caída.

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Control y prevención de la Hipocalcemia

Es por medio de la nutrición de la vaca seca, la cual debe recibir una ración baja en concentrado, en energía, en proteína y en calcio. La ración dependiendo de la calificación de la condición corporal con que haya llegado el ganado al secado, generalmente se compone de ensilado de maíz a partes iguales con henos de avena. Si la calidad del forraje es mala, se pueden administrar dos a tres kg de concentrado para vacas secas.

Otro aspecto de suma importancia son los cationes y los aniones en la vaca seca. Cuando una ración tiene más aniones que cationes tiene un pH ácido y esta ración contribuirá a un metabolismo ácido lo que va a prevenir la hipocalcemia favoreciendo la reabsorción de calcio óseo y calcio del tracto gastrointestinal. Por el contrario, si la ración tiene mas cationes que aniones la ración tendrá un pH alcalino.

Administrar 100g de cloruro de amonio, más 100g de sulfato de magnesio por vaca, por día durante dos o tres semanas preparto más 1 a 2 kg de Melaza. De esta manera se reduce la posibilidad de padecer hipocalcemia clínica y subclínica además de aumentar el consumo de materia seca en el posparto y por lo tanto aumentar la producción láctea. También se pueden manejar formulaciones estándar de sales aniónicas: 120g de Sulfato de Magnesio, 120g de Cloruro de Amonio, 120g de Sulfato de Magnesio, 60g de Cloruro de Amonio, 60g de Sulfato de Amonio. Asimismo se pueden formular raciones con base en el análisis de los forrajes e ingredientes.

 Vídeo de la Hipocalmeia ?

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