Que es la inseminación artificial
La Inseminación Artificial (IA), se denomina a la introducción del semen recolectado del macho, dentro del aparato genital de la hembra por medios mecánicos (inyector de semen) en el momento oportuno que ésta debe ser fecundada, permitiendo la unión del ovulo con el espermatozoide para la obtención de una cría.
La inseminación artificial (IA) de la vaca es la segunda práctica más común para aparear el ganado; de hecho después del apareamiento natural, es la única alternativa que existe para juntar los machos con las hembras.
Sin embargo, la Inseminación Artificial es mucho más común en la producción de lácteos que en la de res. A pesar de ello, la IA está ganando terreno en cuanto a la reproducción del ganado de res gracias al acceso incrementado y marketing de los reproductores que han probado ser favorables y superiores. Es importante saber cómo es el proceso de inseminación en el ganado para que puedan aparearse exitosamente en caso no sea solvente ni recomendable tener toros.
Ventajas de la inseminación artificial bovina
Antes de entrar al aspecto concreto del manejo de la inseminación artificial es conveniente recordar algunas de las ventajas que brinda la misma en la mejora del ganado.
Mejoramiento genético masivo
La principal ventaja de este método de reproducción es la posibilidad de mejora genética masiva de grandes poblaciones de ganado, utilizando semen de reproductores seleccionados. El menor costo del semen pone a disposición de la mayoría de los productores el valioso aporte genético de estos animales. Hay una mejora rápida en los rasgos económicamente importantes de facilidad de parto, tasa de crecimiento, habilidad maternal y calidad de la res.
Utilización de semen bovino de alta fertilidad
Los reproductores utilizados en inseminación artificial, son animales de alta fertilidad. Animales de excelente aptitud productiva con fertilidad regular, son por lo general, eliminados como dadores de semen, a menos que la baja fertilidad se deba al envejecimiento del reproductor.
Programación de cruzamientos
Cuando se realizan cruzamientos alternados es necesario mantener separados dos o más rodeos, por estar en servicio con toros de raza diferentes. Hay que agregar al costo de los reproductores la duplicación de las necesidades de apotreramiento. Con el empleo de la inseminación artificial se liberan potreros al mantener juntos los distintos lotes de hembras en servicio.
Mejor control de los vientres
La inseminación artificial requiere una observación cotidiana de los vientres. Esto facilita el control de los mismos, el estudio del comportamiento sexual y la sanidad. Presume la previa adopción de medidas tendientes a eliminar los vientres improductivos y posibilita la detección de aquellos animales que no ciclan normalmente, teniéndolos en cuenta para su eliminación o tratamiento. Esto implica una mejora en la fertilidad del rodeo.
Disminución de los peligros e inconvenientes del mantenimiento de toros
El mantenimiento de reproductores siempre es una complicación dentro de un esquema de manejo racional, estando los toros expuestos a malograrse. En ocasiones resultan mucho más onerosos que los costos operativos de la inseminación artificial.
Reducción de transmisión de enfermedades en el ganado
Reducción de problemas sanitarios y un menor riesgo de transmisión de enfermedades venéreas; con una técnica de IA apropiada, se puede eliminar virtualmente la difusión de enfermedades reproductivas de vaca en vaca.
Conducción de mejores programas de reproducción y parición: Los programas de reproducción y parición son mucho más efectivos con el uso de la inseminación artificial al ejercerse un mayor control de los servicios.
Ventajas comerciales: Facilita una estación de cría y parición más corta y más concentrada, lo cual permite una mas consistente y uniforme cosecha de terneros, permitiendo comercializar los mismos con una mejor ventaja. Maximiza la protección contra defectos inherentes. La evaluación del pedigrí y las pruebas de progenie de los toros padres usados en I.A., reducen el riesgo de transmisión de genes recesivos dañosos.
Desventajas de la inseminación artificial bovina
Existen algunas desventajas en el uso de la inseminación artificial, que deberían ser tenidas especialmente en cuenta, ya que pueden afectar severamente los resultados. Ellas pueden ser de orden fisiológico, económico o de manejo.
Desventajas fisiológicas: La expresión del celo, su duración y momento del día en que la vaca lo manifiesta, condiciona la tasa de detección del estro, incidiendo negativamente sobre el índice de concepción, pudiendo éste ser menor que el obtenido con servicio natural.
Limitaciones de personal: El uso de la IA requiere de técnicos y/o personal especializado, que interprete adecuadamente el comportamiento de la vaca en celo, maneje herramientas de ayuda para la detección, esté capacitado como inseminador y sea capaz de llevar registros adecuados.
Limitaciones económicas: Es necesaria una inversión inicial en termo para la conservación del semen, dosis de semen e instalaciones mínimas.
Desventajas de manejo: Puede potenciar la aparición de taras por el uso de reproductores defectuosos o de baja puntuación. Además, puede contribuir indeseadamente a la diseminación de enfermedades (no registrado a la fecha, pero posible) si el toro donante está infectado.
Fisiología reproductiva de la vaca
La hembra bovina presenta periodos recurrentes de receptividad sexual o celo, que se repiten cada 21 días en promedio (con un rango entre 17 y 24 días). Es muy importante conocer la conducta de la vaca en celo y estar atentos a los signos o indicadores de éste, para inseminar en tiempo y forma las hembras que se encuentran en estro verdadero.
Inseminar una hembra que no está en celo afecta el intervalo parto concepción, configurando un error de precisión en la detección del estro, mientras que no descubrir una vaca en celo significa un error de eficiencia. Periodos de observación dedicados y frecuentes aumentan estos dos factores.
Para Saber como funciona el ciclo estar de la vaca y como saber detectar el celo en la vaca revisar los siguientes artículos.
Organización del hato para la inseminación artificial
Preparación del rodeo de cría en la ganaderia
Es recomendable preparar el rodeo a inseminar con suficiente antelación; una ocasión conveniente para hacerlo es al realizar la palpación rectal para el diagnóstico de preñez, lo que se practica generalmente en abril – mayo en la región NOA en los establecimientos con servicios primavero estivales.
Es la oportunidad de realizar una selección de vientres y de acuerdo a la rigurosidad de la presión de selección se va a obtener una mayor o menor eficiencia reproductiva. Para aquellos establecimientos que no trabajan con servicios estacionados, es necesario sacar los toros del rodeo y esperar 60 días; luego de pasado ese tiempo se debe hacer palpación rectal y separar los vientres que van a destinarse a la Inseminación Artificial.
La selección de vientres debe comprender además del tipo, grado de desarrollo, edad, etc., fundamentalmente su récord pasado de parición; es decir, conocer si pare años consecutivos o presenta fallas notables. Es aquí donde cobra verdaderamente relevancia el registro de datos. Evidentemente no se puede seleccionar un animal por fertilidad si no se cuenta con su historial de servicios y pariciones.
La selección por fertilidad debe ser siempre estricta sin reparar que se trate de un animal de alta calidad o no. La selección debe estar encaminada a:
? Eliminar todos aquellos vientres que fallaron en los servicios durante dos
años consecutivos.
? Eliminar aquellos vientres que al tacto rectal presentaban anomalías anatomopatológicas y enfermedades del aparato genital de carácter grave.
? Eliminar vientres con avanzado desgaste dental.
?Eliminar vaquillonas que fallan en quedar preñadas en el primer servicio.
Este trabajo de selección permitirá separar las hembras en dos grupos: a) las vacas preñadas con o sin cría y b) las vacas vacías con y sin cría. De esta clasificación de vientres, serán destinadas para I.A. las clasificadas como vacías con cría, aprovechando este momento para hacer el destete, o bien a principio de la primavera, ya que son conocidos los problemas del ternero durante el manejo de I.A.
La presencia del ternero retrasa el retorno de la vaca al celo (anestro pospartal) y dificulta la detección de celos, lo que se ve agravado en la hacienda con sangre Cebú. Cuando hay reservas forrajeras que permitan mantener un adecuado estado corporal, la presentación de anestro pospartal es reducido. De todas maneras, siempre se puede recurrir al destete temporario (7) para reiniciar la actividad cíclica de las vacas.
Con respecto a las clasificadas como vacías sin cría, es importante aclarar que si se hallan en este estado sin causa que lo justifique (enfermedades, pérdidas postnatales o posparto, mal año, etc.) deberán ser eliminadas del rodeo. Al lote que se clasifique como aptas para la I.A., se les agregará las vaquillonas de primer servicio, totalizando así el rodeo a inseminar en la próxima campaña.
Estas vaquillonas, deberán ser seleccionadas de acuerdo a su desarrollo corporal, separando aquellas que estén alrededor de los 280 Kg. de peso para las de origen europeo y los 300 Kg. para las índicas (aproximadamente el 70 % del peso promedio de la vaca adulta vacía). Posteriormente se procede a un examen ginecológico lo más completo posible, para determinar si ese desarrollo corporal está en relación con la madurez sexual y dimensiones del canal pelviano.
Es importante tener en cuenta la uniformidad del grupo de vientres que conforman este rodeo, en caso de existir animales que se hallen por debajo del nivel medio del lote, respecto a su estado corporal, es conveniente ayudarlos con tratamientos antiparasitarios, vitaminas, reconstituyentes orgánicos, etc., en el momento que sea necesario.
Siempre debe prestarse atención al estado de la hacienda, ya que a medida que la condición corporal de los animales disminuye, la ciclicidad de los vientres se ve comprometida y el porcentaje diario de celos se reduce. Esto acarreará que al finalizar la época de servicios, haya una sensible disminución de los vientres preñados.
De esta manera, los vientres deben manifestar el celo al llegar los primeros calores de la primavera y el rebrote de los pastos, en un porcentaje adecuado para iniciar los servicios artificiales (este porcentaje oscila entre 2,5% a 4,5% de celo diario, siendo aceptable al menos un 3,5%).
En un rodeo de cría, los animales disponibles lo constituyen las vacas vacías con cría al pie, o con destete temporario, las vacas vacías recientemente destetadas, las vaquillonas en buen estado corporal con más de 280 kg. de peso y aquellas hembras con tratamiento para corregir el anestro pospartal.
Cuando utilizando la inseminación artificial un vientre retorna en celo más de cinco veces habiéndose realizado correctamente las inseminaciones, es prudente eliminarlo del rodeo. Se trata de un animal que difícilmente quede preñado por monta natural. De todas formas, si se trata de un animal de baja fertilidad, seguramente será eliminado cuando se constate que falla durante dos años consecutivos.
Leer Como saber si una vaca esta en calor
Animales disponibles para la inseminación artificial en un rodeo de cría
? Vacas vacías con crías y destete temporario.
? Vacas vacías recién destetadas.
? Vaquillonas en buen estado corporal o de más de 280 Kg.
? Vacas con tratamiento para corregir el anestro pospartal
Preparación del rodeo lechero en la ganaderia.
En el caso de los rodeos lecheros, la inseminación artificial se practica a lo largo del año, a medida que las hembras disponibles para el servicio van entrando en celo, ya sea que se practique servicio continuo o estén los mismos agrupados en bloques, para asegurar una producción de leche regular a lo largo de todo el año.
En rodeos lecheros, los animales disponibles para la inseminación son aquellas vacas lactantes con mas de 45 días de paridas, las vacas con tratamiento reproductivo por anestro pospartal excesivo y las vaquillonas en peso adecuado para el entore.
Animales disponibles para la inseminación en un rodeo lechero
? Vacas lactantes con mas de 45 días de paridas.
? Vacas con tratamiento reproductivo por excesivo anestro pospartal.
? Vaquillonas en peso para el entore.
Las vaquillonas se deben seleccionar en forma similar a lo explicado para el rodeo de cría, pero tomando como umbral para el servicio un piso de 330 Kg. de peso para la raza bovina Holando Argentino y 240 Kg. para la Jersey. En el NO argentino, este peso debería alcanzarse a los 18 meses de edad con una adecuada alimentación.
En cuanto a las vacas, estas deben ser previamente observadas para una estricta selección por fertilidad. Es conveniente la eliminación de aquellos vientres difíciles de preñar que no responden a los tratamientos reproductivos indicados, aquellos que presenten anomalías anatomopatológicas o enfermedades de origen genital y aquellos que presenten un excesivo desgaste dentario.
En vientres lecheros también resulta de importancia tener en cuenta el estado corporal de los animales, existe una estrecha relación entre éste aspecto y la fertilidad de las vacas (19).
Aprestamiento para la inseminación artificial en bovinos
Es aconsejable que, como mínimo, una semana antes de comenzar los trabajos de Inseminación Artificial, se acostumbre a la hacienda y al personal a los movimientos diarios que deberán efectuarse para tal fin. Estas maniobras tienen por finalidad:
? Adaptar el rodeo al movimiento al que será sometido durante la I.A.
? Lograr lo mismo con el personal, realizando prácticas en la detección precisa de los vientres en celo.
? Determinar el porcentaje diario de celo para corroborar si es el momento adecuado para iniciar la siembra. Si el porcentaje diario no es el aconsejable, queda a criterio del profesional el comenzar o realizar cualquier maniobra que considere necesaria.
Estas indicaciones citadas como aprestamiento podrían llegar a obviarse en ciertas y determinadas circunstancias (mansedumbre de los animales, práctica del personal, necesidad de adelantar el servicio, etc.). Todas las operaciones necesarias como ser baños, vacunaciones, tratamientos antiparasitarios y vitamínicos, etc., deben efectuarse antes de iniciar el trabajo, a fin que una vez comenzada la tarea de inseminación, no haya interrupciones que dificulten la misma.
Individualización y registro de datos
Es sustancial para todo establecimiento organizado, realizar y llevar actualizadamente un registro de datos de los animales. Esto permite conocer en cualquier momento el estado de la hacienda, su historia y su tendencia futura, posibilitando la aplicación de medidas correctivas en forma general o particular en cada etapa del proceso productivo.
Este registro debe contener fundamentalmente los acontecimientos fisiológicos más importantes desde el punto de vista de la reproducción, así como también los antecedentes paternos, enfermedades, vacunaciones, trastornos de cualquier naturaleza, tratamientos, observaciones, etc.
Para ello los animales deben estar perfectamente individualizados, siendo recomendable marcar a fuego el registro particular (RP) en el cuerpo y tatuar el mismo en una oreja (Figura Nº 1). Esto permite una fácil lectura. Pueden utilizarse los números pares a las hembras y los impares a los machos, también es usual que el primer dígito corresponda al año de nacimiento. Es conveniente que en la oreja opuesta lleve el tatuaje de la madre, así será factible reconocerlo por su progenie materna cuando el número propio sea borroso o ilegible.
El uso de caravanas tiene un mayor costo, pero puede incluirse una nomenclatura en base al color de las mismas y son de fácil lectura (cuando tienen el tamaño adecuado). Estas deben ser de buena calidad para minimizar las pérdidas.
Es recomendable, para los propósitos de la inseminación artificial, el uso de la ficha individual (Figura Nº 2), donde conste: fotografía del animal (únicamente en ganado lechero), RP propio, RP de la madre y del padre, fecha de nacimiento, servicios recibidos (fechas), pariciones (fechas), palpación rectal (diagnóstico), sexo de las crías, tratamientos sanitarios realizados (especialmente brucelosis y tuberculosis), observaciones, etc. Durante los servicios se utiliza una planilla donde se asientan diariamente las inseminaciones realizadas (Figura Nº 3).
Ella debe contener los siguientes datos: nº de orden o RP del vientre, fecha de la última parición, fecha de los sucesivos servicios (del 1º en adelante, hasta el límite que se fije), fecha y resultado del tacto rectal y fecha probable de parto. La ficha individual brinda la historia del animal, permitiendo extraer los datos necesarios para descartarlo o mantenerlo en el plantel, realizando una selección adecuada del rodeo de cría. En la planilla de servicios se asientan datos que permiten controlar el programa de I.A. y corregir los errores que surjan.
Es altamente recomendable el uso de programas computacionales, que permiten realizar búsquedas rápidas por categorías de animales, entradas simples de datos, monitoreo fácil y frecuente del programa de I.A., etc. Existen en el mercado una variedad de programas comerciales que se pueden adquirir a un costo accesible y es posible descargar algunos gratuitos desde Internet.
Sanidad animal en la ganaderia.
Partiendo de la base que es indispensable mantener los animales en un estado de buena salud para obtener mejores logros en la producción, es conveniente enfatizar en el control de las enfermedades de tipo infectocontagioso del aparato reproductor y de los trastornos disfuncionales de éste que sean más comunes.
Previo al inicio de los servicios, siendo esto también válido para la monta natural, es conveniente realizar los siguientes controles:
Palpación rectal
A fin de constatar el normal estado de los órganos genitales de los vientres. Esta práctica permite descartar las hembras que nunca llegarán a parir o tardarán en quedar preñadas, ya que presentan anomalías genitales, enfermedades o trastornos hormonales que impedirán el proceso, en consecuencia el porcentaje de parición resultará más bajo si no se las elimina, distrayéndose tiempo y capital en animales improductivos. Conviene recalcar que mediante inseminación artificial no se podrá preñar animales incapacitados, por lo tanto no debe culpársela de los fracasos debidos a éste tipo de problemas.
La palpación rectal permite, además, detectar los vientres preñados y separarlos, para ingresar a servicio solamente los vacíos.
Enfermedades infecciosas
El rodeo debe cumplir ciertas condiciones sanitarias, presentándose libres de brucelosis y tuberculosis. Respecto a la primera, en aquellos establecimientos donde se cumplan normalmente los planes sanitarios correspondientes debe limitarse únicamente a estar alertas ante la aparición de casos aislados de abortos, posiblemente producidos por esta enfermedad infecciosa.
En caso que esta profilaxis no se realice, deberá hacerse en todos los vientres a inseminar las pruebas de diagnóstico correspondientes, eliminando todas aquellas hembras que den reacción positiva.
En cuanto a tuberculosis, debe practicarse la prueba de reacción alérgica (tuberculinización), quedando a criterio del profesional actuante el lugar de aplicación (ojo, pliegue ano-caudal, tabla del cuello), debiendo eliminarse los animales reaccionantes.
Enfermedades venéreas (Trichomoniasis y Campylobacteriosis): Se recomienda la eliminación de aquellos vientres que presentan síntomas que pongan en duda su aptitud reproductora o comprometan la salud del rodeo, para lo cual deben realizarse las pruebas correspondientes y las vacunaciones a la edad adecuada. La I.A. es recomendable en rodeos con alto índice de infección, para cortar la propagación de estas enfermedades.
Desparasitación: Periódica para lograr una mayor eficiencia en la alimentación, o por lo menos una vez al año, especialmente un mes antes del inicio de los servicios.
Realización de todas las vacunaciones: obligatorias y/o tratamientos que sean recomendables en las particulares condiciones sanitarias de cada establecimiento.
Estado corporal de los vientres.
Constituye éste uno de los capítulos más críticos de la producción animal en el noroeste argentino, debido a la estacionalidad del crecimiento de las pasturas. El éxito del desarrollo ganadero está condicionado por este factor, es por ello que previo a la aplicación de cualquier técnica se debe asegurar una alimentación adecuada para lograr un estado corporal satisfactorio.
La situación se ve agravada por el hecho que gran parte de la provisión de alimentos proviene del monte y de pasturas naturales, siendo muchas veces escasa el área destinada a las praderas cultivadas como así también a la provisión de reservas forrajeras (heno, silaje, etc.). De igual manera, las praderas cultivadas son, mayoritariamente, de crecimiento primavero estival.
Una carencia en el estado corporal influirá negativamente con la manifestación del estro y provocará mortalidad embrionaria, retención de placenta, anestro de la vaca, etc. La escasa manifestación de celos trae como resultado una pobre parición, ya sea en rodeos servidos por toros o artificialmente.
La pérdida de estado corporal luego de la parición influye negativamente en la eficiencia reproductiva; así una pérdida entre 0,5 y 1 punto en la condición corporal luego del parto, provocará una caída sensible de mas de 7 puntos en la fertilidad al primer servicio y un aumento cercano a 0,5 puntos en la cantidad de servicios por concepción lograda, tal como se detalla en la Tabla Nº 1.
Señalamos aquí la conveniencia de diferenciar las categorías de vientres que tienen distintos requerimientos. Las vaquillonas y las vacas de segundo servicio representan el sector de mayores necesidades alimenticias. En segundo lugar se puede diferenciar a los que se encuentran amamantando de los secos (los que fallaron en la parición).
Para hacer un uso racional de las pasturas, deben dejarse las mejores para el primer grupo de animales y las de menor calidad para vacas falladas o bien realizar algún tipo de suplementación a las primeras. En la medida que las disponibilidades del establecimiento lo permitan deben separarse las categorías según sus requerimientos. Manejo adecuado del monte, implantación de pasturas anuales y
perennes, reservas forrajeras y suplementaciones, constituyen normas de manejo para proveer una adecuada alimentación. En el caso del ganado lechero, la alimentación es el principal factor que retrasa el primer celo posparto, debido al déficit energético que se produce durante los dos primeros meses de lactancia, el cual es mas marcado en animales de alta producción.
Destete: Se debe practicar el destete lo más anticipadamente posible, a fin de permitir a los vientres llegar a la parición en las mejores condiciones. Esto redundará en una buena recuperación posparto y una rápida manifestación de celos fértiles. Una práctica que podría considerarse es el destete temporario por 48 ó 72 hs. o el destete precoz, ambos practicables con terneros de más de 50 días y en buen estado.
En tambo, la separación del ternero de su madre se hace luego del calostrado (4 a 6 días de nacido) y la lactancia se extiende durante diez meses aproximadamente. Es fundamental secar a la vaca dos meses antes de la fecha probable de parto y no castigarla desde el punto de vista alimenticio durante el período de seca, para que pueda llegar al parto con una condición corporal adecuada y con las reservas necesarias para suplir el déficit energético mencionado anteriormente.
Estacionamiento de los servicios: Por estacionamiento de los servicios se entiende la reducción del tiempo de permanencia de los toros con los vientres de cría o del periodo de inseminación artificial. El beneficio de tal norma de manejo es bien conocido por casi todos los criadores de ganado, algunas de sus ventajas son:
? Concentración de la parición, lo que permite atender mejor los partos y las crías, obteniéndose terneradas parejas con “cabezas” de parición concentradas y “colas” de parición poco distanciadas.
? Facilita el control del registro de producción y fertilidad.
? Facilita la selección de los vientres.
? Mejora el aprovechamiento de las pasturas.
Lo recomendable es que este período no se extienda más allá de tres o cuatro meses, siendo lo óptimo 82 días (283 días de gestación + 82 días de servicio = 365 días), de manera tal que al comenzar los servicios todas las vacas se encuentren paridas.
Época de servicios: La elección de la época o momento del año en que se realizarán los servicios, debe efectuarse a conciencia y no al azar, ya que es un punto muy importante en el manejo reproductivo. Una época de servicios inadecuada trae graves consecuencias que generalmente determinan un bajo porcentaje de parición. Lo más indicado para la elección de la época de servicios es la consulta de los registros de nacimientos que llevan los establecimientos bien organizados. Rovira señala dos observaciones de mucha utilidad al respecto:
? Comparar la fecha anterior de parición de todas las vacas que fallaron, con las de todas las vacas que vuelven a parir al año siguiente.
? La comparación de la fecha de parición de aquellas vacas que dan cría dos años consecutivos.
La experiencia local indica que los servicios deben realizarse entre los meses de octubre y febrero; es decir últimos días de primavera y primeros días de verano. El mes de diciembre sería clave ya que la máxima longitud del fotoperíodo favorecería la actividad de las hormonas gonadotrópicas. En esta época, la disponibilidad de pasturas, determinada por el régimen estacional de lluvias, condiciona en gran medida los resultados.
Observaciones personales realizadas en el departamento La Candelaria, Salta, pusieron en evidencia la existencia de un número elevado de vientres que toman servicio por “robo” hacia fines del invierno o principio de primavera (septiembre-octubre), llegando a dar cría. Esto demuestra que los vientres en esta época, totalmente desfavorable desde el punto de vista de la pastura, son capaces de entrar en celo, concebir, gestar y parir normalmente un ternero. Es conveniente tener en cuenta también, que muchas de estas vacas son aquellas que fallaron en preñarse en el servicio correspondiente del año anterior.
Se comprobó también en la misma zona, que cuando los vientres entraban en servicio muy atrasados (febrero), aún estando en buen estado, el porcentaje de celos resultaba bajo. Esto concuerdo también con observaciones realizadas en otras partes del mundo. Por lo tanto se insiste en la necesidad de un estudio minucioso de los registros disponibles (propios o del lugar) para establecer la época correcta de servicios.
En el tambo no se acostumbra a estacionar los servicios como en la ganadería de cría, buscando producir leche durante todo el año. Por diferentes motivos de tipo comercial, puede ser conveniente realizar una concentración parcial de los servicios en determinada época del año (para concentrar el 70 % de las pariciones en los meses de febrero, marzo, abril), con el objeto de obtener una mayor producción de leche cuando el precio del producto o de los insumos resulte más conveniente, o para cubrir la disminución normal de la
producción de leche que se verifica durante el invierno. Una alternativa es restringir la IA sólo a las vaquillonas con las características de un servicio estacionado. La tendencia actual es reemplazar el servicio continuo mencionado, por los denominados bloques de servicio; se programa la IA en 3 o 4 bloques anuales de 45 a 60 días de duración; el efecto sobre la producción de leche es prácticamente el mismo que un servicio continuo y se simplifica el trabajo diario del tambo.
Instalaciones: Es común pensar, cuando no se está en la especialidad, que son necesarias instalaciones complicadas o costosas para implementar la inseminación artificial en un establecimiento. Casi todos éstos, que realizan un mínimo manejo, cuentan con corrales, embudo, manga y cepo, los cuales pueden adaptarse perfectamente al trabajo del inseminador.
Lógicamente, cuanto mejor sean las instalaciones, mayor será la comodidad con que se trabajará. Para comenzar a trabajar es suficiente contar, en las instalaciones ya mencionadas, con una puerta lateral en la manga, para poder ingresar por detrás del animal a inseminar con la frecuencia necesaria.
En el tambo es conveniente contar con estas mismas instalaciones, no solo para la I.A. sino para cualquier tratamiento sanitario. En caso de necesidad puede utilizarse los bretes de ordeño para trabajar con los animales, aunque no es recomendable. Menos frecuente es encontrar una habitación cercana que cumpla la función de un pequeño laboratorio, el cual se puede obviar si el casco de la estancia no está muy distante, adaptando un ambiente del mismo a los efectos.
Lo importante es que esté ubicado cerca de la manga, bien protegido e higienizable, puesto que está destinada al depósito y manipuleo del semen y demás materiales necesarios para la I.A. Hay que contar también con un corral de encierre o piquete, a los efectos de alojar los vientres que fueron separados para inseminar, el cual debe contar en lo posible con agua de bebida y sombra, ya que algunos animales deben pasar varias horas allí.
En cuanto a potreros, hay que prever las necesidades para toda la temporada de servicios. En general, no existen problemas para trabajar en potreros de hasta 150 ha y rodeos de hasta 500 vientres; mas allá de estos valores es conveniente dividir con líneas eléctricas los potreros extensos y organizar dos o mas rodeos. Como en todas las cosas, la práctica y la realidad particular de cada establecimiento aconsejarán en definitiva la forma de abordar el problema.
Como hacer la inseminación artificial de la vaca
La inseminación artificial es la acción de depositar el semen en el lugar apropiado del órgano genital de la hembra en el momento más apropiado para lograr la fecundación.
Para que ocurra la fertilización del óvulo es necesario que los espermatozoides se depositen antes de la ovulación, para que tengan tiempo de adquirir la capacidad fertilizante (capacitación espermática) y esperen al óvulo en la parte media del oviducto (ámpula), les recomiendo recordar el aparato reproductivo de la vaca: Anatomía reproductiva de la vaca
Figura 1: Para que ocurra la fertilización del óvulo es necesario que los espermatozoides se depositen antes de la ovulación y tengan tiempo de adquirir la capacidad fertilizante (capacitación espermática).
La inseminación debe hacerse antes de la ovulación, es decir, en cualquier momento del estro, para esto es fundamental que se logre hacer una adecuada y correcta detección del estro.
Desde hace más de 50 años se ha aplicado el sistema de inseminación AM-PM y PM-AM, lo que significa que las vacas que presentan el estro en la mañana son inseminadas en la tarde y las que presenten celo en la tarde se inseminan en la mañana siguiente (12 horas después del inicio del estro).
Este sistema brinda buenos resultados, pero se debe tener cuidado en la detección de los estros, ya que es necesario identificar a la vaca cuando el estro inicia. Si lo anterior no se puede asegurar, entonces se aconseja inseminar cuando la vaca es detectada en estro.
En la siguiente figura se ilustra el momento adecuado.
El mejor momento para inseminar a la hembra es después de 6 horas de iniciado el celo hasta las 15 horas, aunque algunas personas trabajan hasta 6 horas después de finalizado, este último no es muy efectivo. Esto se debe a:
- El óvulo es liberado alrededor de 10 horas de terminado el celo.
- Una vez liberado, el óvulo vive de 6 a 10 horas.
- La vida del espermatozoide en el tracto genital de la vaca es de 24 horas.
- El espermatozoide, antes de poder fecundar al óvulo, tiene que capacitarse en el aparato genital femenino, proceso que dura de 4 a 6 horas.
De estos factores se desprende que cuando se insemina en el comienzo del celo, el espermatozoide muere antes de ser liberado el óvulo. Lo contrario sucede cuando la siembra es tardía, en que es el óvulo el que muere antes de ser fecundado, revisa el ciclo estral de la vaca.
Procedimiento de la inseminación artificial en la vaca
En el siguiente vídeo puede observar el procedimiento de como se hace la inseminación artificial de la vaca
https://www.youtube.com/watch?v=oeI6PpcvvMs
Manejo del semen congelado
Manejo de la conservadora de nitrógeno líquido.
La conservadora o termo es la unidad criogénica indispens conservación del semen destinado a la I.A., siendo el nitrógeno líquido la fuente de frío (-196 ºC). Por lo tanto, es conveniente conocer como debe utilizarse para su mejor funcionamiento y duración, ya que un trato inadecuado trae como consecuencia la disminución de su capacidad conservante y por consiguiente, la pérdida del material seminal.
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Tipos de termos.
Existen en el mercado distintos tipos de termos, según los usos para los que son destinados.
De Trabajo: Estos están caracterizados por ser de larga autonomía estática o de trabajo, pero son más frágiles, de ahí que son recomendados para inseminaciones y no para transporte de nitrógeno y/o semen congelado. Estos termos son generalmente de una capacidad de 17 a 33 litros, con seis canastillas, para separar los lotes de pajuelas u otra presentación de semen congelado.
De Transporte: Hay grandes y chicos. Los primeros, de 50 litros en adelante, son usados por bancos de semen o para proveer de nitrógeno líquido a varios establecimientos. Los chicos, 5 a 10 litros, son para transporte de semen congelado y nitrógeno. Estos termos si bien tienen mayor resistencia al transporte, tienen mayor consumo y menor autonomía.
Para Depósito: de 30 a 40 litros en adelante. Son utilizados por bancos de semen o grandes establecimientos. Los modernos son de poco consumo.
Observaciones: para obtener de cada tipo de termo el máximo rendimiento, se le debe dar el uso adecuado, de acuerdo a su modelo y a las técnicas de manejo.
Estructura de la conservadora de nitrógeno líquido.
Es un recipiente con doble pared (Figura Nº 18); la interna de una aleación especial es capaz de soportar temperaturas extremadamente frías (-196 ºC), en cambio la externa es para resistir las oscilaciones térmicas ambientales.
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Entre las dos paredes el único punto de contacto es el cuello, del cual está suspendido el recipiente que aloja el nitrógeno líquido (N.L.), y constituye el punto más frágil, por ser dicha unión una soldadura no metálica. Aunque el termo está construido con materiales aislantes, el componente primario de aislación lo constituye el vacío existente entre ambas paredes. También presenta topes para amortiguar los sacudones.
Para evitar la conducción y escape de frío por los brazos de las canastillas, entre el enganche del cuello y el recipiente, no hay continuidad metálica, porque de lo contrario se aumenta el gasto de N.L.. Las tapas de material aislante (telgopor, corcho, plástico, etc.), cubren todo el cuello y poseen espacios para alojar los brazos de las canastillas. Estas están sujetas por un enganche en el cuello y una guía a modo de soporte, con forma de estrella en el fondo de la conservadora.
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Propiedades físico – químicas del nitrógeno líquido.
El nitrógeno es un gas neutro que está contenido en la atmósfera en una proporción del 78%, junto a un 21 % de oxígeno y 1 % de gases raros. Es incoloro, inodoro e insípido; algo más liviano que el aire a la misma temperatura, seco e inerte; desprovisto de anhídrido carbónico y oxido nitroso, prácticamente insoluble en agua y solventes habituales; no genera cargas electrostáticas importantes, puede ser almacenado a altas presiones en forma líquida (196 ºC bajo cero), no es combustible ni carburante; al evaporarse forma una columna blanca debido a la condensación de la humedad ambiente y produce, por cada litro de N.L. evaporado, 680 litros de nitrógeno gaseoso.
Es muy importante tener en cuenta esto, porque en ambientes cerrados desplaza al oxigeno y puede producir mareos, somnolencia y hasta cuadros de asfixia.
Técnica del uso y manejo de la conservadora
Deben considerarse distintas situaciones:
Antes del llenado: Toda conservadora que esté fuera de uso, debe ser controlada en higiene y humedad, antes de ser cargada con N.L.; lo mismo para los termos nuevos, recomendándose que la casa vendedora entregue con carga el aparato para saber si éste retiene la misma y determinar si el gasto es normal para su modelo.
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Durante su llenado: El llenado o reposición de nitrógeno, en una conservadora debe hacerse con bombas o termos de transporte, evitar hacerlo con termos grandes directamente, pues al inclinarlo para volcar el N.L. el peso que ejerce sobre el cuello es tremendo y en forma no equilibrada, pudiendo ser causa de fallas posteriores de ese termo.
Cuando la unidad esta a temperatura ambiente, el primer paso debe ser un enfriamiento progresivo con vapores de nitrógeno, o con pequeñas cantidades mismo, para que vaya desalojando el aire caliente que está ocupando el recipiente, esto se nota por una columna de color blanco que sale con fuerza por la boca.
Se procederá a echar seguidamente el N.L., cuando aquella columna sea mínima o no tenga fuerza. Debe evitarse que caiga por la pared externa exceso de N.L., porque puede llegar a dañar el aparato. Poner el máximo de atención en este momento, porque las salpicaduras a la cara o la posibilidad que se introduzca en calzados y ropas son peligrosas, por las quemaduras que provoca.
Durante el transporte: Este debe ser realizado cuidando detalles muy importantes. Como se observó en la estructura, el recipiente interno que contiene el N.L. está colgando del cuello y si está lleno el peso que soporta es mayor, de ahí que su transporte deba ser vertical en cuanto a la posición, para que el peso ejercido en el cuello sea equilibrado.
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Por esta misma razón los termos vacíos, no deben transportarse inclinados, ni acostados. La amortiguación debe ser constantemente observada, más aún en caminos en malas condiciones. A este efecto, aconsejamos usar cajones con algún material amortiguador en su base, que no transmita los golpes y sacudidas propias del viaje.
Las tapas deben estar aseguradas para que en caso de accidentes, no se abran, pero no herméticamente puesto que siempre debe existir una evaporación; caso contrario el N.L., que al pasar del estado líquido al gaseoso ocupa 680 veces más su lugar, hará tal presión para salir de la conservadora, que puede dañar su estructura o hacer saltar la tapa con violencia y salpicar N.L. a las personas cercanas, con la posibilidad de quemaduras.
Otro riesgo importante para destacar es cuando se traslada la conservadora en cabinas cerradas, los vapores de nitrógeno desplazan al oxigeno ambiental pudiendo provocar somnolencia, mareos, etc. que podría ser de gran peligro para el conductor y sus acompañantes.
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Durante la Inseminación Artificial: Con respecto a la habitación que será construida o adaptada para guardar el termo y sus accesorios, deben cuidarse factores como ventilación, higiene y humedad.
La ventilación impide el enrarecimiento del aire para lo que hay que tener en cuenta la orientación; en cuanto a la higiene debe cuidarse para evitar contaminación de los elementos que se usan en el manipuleo del semen; la humedad puede condensarse en la tapa y cuello pudiendo dificultar la extracción del material seminal y provocando mayor gasto de N.L.
Los riesgos para el semen, aparatos y personas se reducen si se cuidan estos detalles, más una buena técnica en el manejo de la conservadora. Ésta debe abrirse lo mínimo necesario y las canastillas, al extraerse para sacar material, no deben sobresalir de la boca del aparato, evitando así mayor consumo y daño del material seminal por reiteradas exposiciones a las elevadas temperaturas externas.
Es aconsejable que el nivel de N.L. no baje de un mínimo de 8 cm. si hay sólo un nivel de pajuelas y de 15 cm. si las canastillas están llenas, considerando siempre 2 cm. más para decidir la recarga; es recomendable que el semen esté sumergido totalmente o apenas sobresaliendo.
A este efecto se usa una varilla fina y oscura que se introduce hasta el fondo del aparato, se deja unos 10 segundos, se saca y se sacude, la condensación de la humedad ambiente marca el nivel de N.L..
Las canastillas deben ir tapadas con tapones de gasa y algodón, atados con un hilo el brazo de la misma para evitar que se introduzca dentro y sea difícil sacarlo; el tapón no debe ser de algodón solamente porque se pega al material y a la canastilla; éste cumple la función de impedir que el semen sea despedido por el borde superior cuando se repone N.L., o en el transporte, o cuando la canastilla es introducida muy rápidamente en el nitrógeno, el cual entra por el fondo con violencia; al extraerse para su uso, debe hacerse con pinzas largas o cucharitas, sin movimientos bruscos.
Seguridad: En el cajón de transporte y en la habitación destinada al termo se deben poner cerraduras, a fin de evitar que personas ajenas o niños lo golpeen o abran e introduzcan elementos extraños en su interior o se pierdan los carteles de identificación.
Nunca depositar este aparato y sus accesorios cerca de productos tóxicos. Después de la inseminación artificial se aconseja, en lo posible, mantener con N.L. el termo constantemente, pues al cargarlo y luego dejarlo sin carga, las contracciones y dilataciones que sufre constituyen riesgos.
En muchas ocasiones una vez finalizada la campaña de inseminación artificial, la conservadora no es objeto de una buena higiene y desinfección, quedando restos de material seminal, algodones, humedad, etc., que permanecen en el recipiente y que al descomponerse forma ácidos, fermentos, etc., que pueden dañar la estructura de estos aparatos, encontrándose con la sorpresa, cuando llega la próxima campaña de inseminación artificial, que no retiene la carga.
Para evitar esto, aconsejamos que al terminar los trabajos del período, se coloque boca abajo la conservadora, para que salga todo el frío, para poder someterlo a un lavado con agua y detergente suave, enjuagarlo con agua corriente y luego con agua destilada y fungicida; se lo seca con corriente de aire y se deposita boca abajo en ambientes higiénicos y secos.
De cualquier manera, siempre antes de su llenado se debe verificar la higiene y humedad, para poner a funcionar el aparato en perfectas condiciones. Además los primeros días debe controlarse el consumo, para determinar si es normal, (1 cm. cada 3 a 5 días según modelo).
Si la conservadora está parcialmente afectada, gasta más o transpira; si está totalmente dañada, forma nieve alrededor del cuello o tapa, escuchándose un ruido de ebullición. Cuando el aparato anda bien el gasto es normal, no transpira, no forma nieve, ni hay ruido de ebullición.
Nitrógeno líquido: prevención de accidentes y primeros auxilios.
Se recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos:
? En todo momento que se trabaje con N.L., se debe prever una ventilación que evite la disminución del oxigeno.
? Durante el transporte deben cuidarse dos detalles de peligro para las personas: a) ventilación o aireación del vehiculo de transporte y b) que no salpique o caiga N.L. sobre las personas.
? Utilizar elementos apropiados para el manipuleo del N.L., guantes, embudos, zapatos cerrados o botas, protectores faciales o por lo menos de los ojos.
? No tocar con las manos caños, algodones, etc. que están en contacto con el N.L. porque se pegan a la piel y causan importantes quemaduras.
? En caso de ocurrencia de quemaduras, lo que se puede hacer es descubrir la zona mortificada de cualquier prenda que lo comprima, activar la circulación sanguínea y aplicar compresas frías en el lugar afectado hasta que intervenga el médico.
? Se puede presentar casos de mareos por enrarecimiento del aire e inclusive llegar al extremo de haber desvanecimiento o síntomas de asfixia; en estos casos se procederá a desalojar a esa persona del lugar para asistirla en un lugar ventilado. En casos extremos puede ser necesario recurrir a la respiración artificial o a la oxigenoterapia (tubo de oxigeno). Recordar que los accidentes (asfixia) se presentan cuando el oxigeno es desplazado por el nitrógeno, cayendo su proporción al 10%, (normal 21%).
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Recomendaciones para el manejo del semen congelado.
Es importante tener siempre presentes los siguientes puntos (30):
? El termo con las dosis de semen debe estar protegido de las altas temperaturas y ubicado en un cuarto higiénico.
? Debe observarse frecuentemente el nivel del nitrógeno líquido. Es recomendable que el nivel esté siempre por encima de las dosis de
semen.
Recuerde: Observe frecuentemente el nivel del nitrógeno líquido, tanto como
semanalmente.
? Antes de comenzar los servicios se debe comprobar la aptitud del semen, ya que durante el envío desde el centro de I.A., o al efectuar alguna transferencia, las células de esperma pueden haber sufrido efectos letales encontrándose con motilidad reducida o nula.
? Fijarse un nivel umbral, superior al mínimo de seguridad, para determinar la recarga del termo
? Al realizar transferencias de dosis a otros termos, debe asegurarse que éstos tengan el nivel adecuado de nitrógeno. La transferencia de dosis
debe efectuarse a cubierto del viento y de la luz directa del sol.
? Llevar un inventario correcto y actualizado de las existencias de semen.
? Al retirar dosis para inseminación o control, nunca debe exponerse completamente la canastilla conteniendo el material fecundante (Figura Nº 19). En lo posible esta no debe sobresalir de la boca del termo, de esta forma no se expondrán las dosis a cambios bruscos de temperatura.
? No se debe exponer el semen a las temperaturas elevadas de la boca del termo (Figura Nº 20) por más de 10 a 15 segundos. Debe tenerse presente que la temperatura en el interior del termo es alrededor de 160 °C bajo cero.
? Debe mantenerse a un mínimo absoluto el número de exposiciones; solo realizarlas cuando sean estrictamente necesarias.
Recuerde : Evite exposiciones innecesarias de la canastilla conteniendo las dosis de semen a las altas temperaturas que se verifican en la boca del termo.
Figura 2 : Para retirar una dosis de semen de la canastilla, ésta no debe sobresalir de la boca del termo.
Recuerde :Proteja el termo de golpes durante el transporte y durante su utilización;
evite usarlo como recipiente de recarga.
Semen congelado en pajuelas.
Existe varios protocolos para el descongelamiento de pajuelas (36); las directivas se podrían resumir en los siguientes puntos:
? Preparar un baño de María a 30ºC utilizando un pequeño recipiente de telgopor, donde se sumergirá la pajuela a descongelar.
? Extraer cuidadosamente con la ayuda de una pinza la pajuela y sacudirla antes de descongelar, para eliminar el N.L. que pudiera quedar en el extremo (58).
? Tapar el baño de María y esperar un minuto para extraer la pajuela, la que será cuidadosamente secada con papel sanitario y sacudida nuevamente para desplazar la burbuja de aire hacia el extremo.
? Acondicionar la pajuela con el tapón de algodón hacia el interior de la recámara del pistolete, retirando previamente unos 12 cm. su émbolo.
? Cortar la pajuela en forma perpendicular al eje de la misma, dejando sobresalir 1 cm. y colocar la vaina descartable asegurándola firmemente con el anillo de ajuste de la pistola (Figura Nº 3 abajo) o que apriete bien el retén en la pistola Quicklock (Figura Nº 21 arriba). Descongelar una pajuela por vez (57, 58).
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Semen congelado en pastillas.
Aunque ya este método no se comercializa en el país, se describe su técnica porque puede ser utilizado a nivel privado.
? La ampolla con el rediluyente debe estar a temperatura corporal en el momento de la disolución a los efectos de un descongelamiento rápido.
? Es fundamental utilizar rediluyentes de buena calidad (36). Una vez fraccionado el mismo, no es recomendable su uso después de 4 o 5 días de la operación.
? Al retirar las pastillas de las canastillas, debe constatarse que se ha colocado nuevamente el tapón de algodón que evita que las pastillas, al ser sumergidas en el nitrógeno líquido, sean levantadas por éste y sacadas de lugar. Al proceder a cargar el catéter, este debe insertarse lentamente en la ampolla a medida que se succiona con la jeringa.
? Proteger la ampolla y el catéter conteniendo el semen de la luz directa del sol.
? Catéter y ampolla deben estar sostenidos de manera tal que salga todo el semen sin romper la columna de líquido que va entrando en el catéter. Éste debe ser ubicado a profundidad en el cuello uterino.
? Debe emplearse una expulsión pareja de 5 segundos de duración al sembrar el semen en la vaca, evitándose de esta manera que quede material fecundante en el catéter.
Evaluación de la inseminación artificial de la vaca
El principal descontento en el empleo de la inseminación artificial bovina, es cuando en algunos casos, al final del servicio se contabilizan un bajo número de animales inseminados o un bajo porcentaje de preñez en los mismos. El estudio de esta situación en profundidad (26), revela que el problema puede descomponerse de la siguiente forma:
El animal entra preñado a servicio: Lógicamente un animal preñado no entra en celo y por lo tanto no es inseminado. Si el número de estos animales es elevado, aparentemente hay un celo pobre y se inseminan pocas vacas dando una impresión de fracaso. El tacto rectal puede haberse efectuado en días próximos a los servicios por “robo” ingresando estos animales como vacíos.
Por lo tanto es conveniente dejar transcurrir unos 45 días a contar desde el comienzo de los servicios artificiales para realizar un nuevo tacto rectal en los animales no “alzados”, eliminándose aquellos que presenten útero ocupado. Es oportuno suplementar con harina de hueso y sal al 50%.
El celo no presenta síntomas o no puede ser detectado: En la mayoría de los casos se debe a celos no detectados por una deficiente observación. Un elevado porcentaje de retornos al servicio con períodos de 42 días o múltiplos de 21, están claramente indicando una deficiente detección del celo.
Este es un punto en donde se deben extremar las medidas para una correcta observación teniendo en cuenta la capacitación del personal y los signos del celo. Ovarios en anestro y/o infección crónica del útero: La palpación rectal revela que muchos de los animales que no presentan celo se encuentran en anestro (reposo sexual) o con infecciones uterinas.
Condición corporal de la hacienda: En vacas lecheras con una condición corporal (CC) menor a 2,5 (flaca = 1, gorda = 5) y en lactancia, la falta de celo se debe en la mayoría de los casos a esta particular condición. En vacas carniceras una condición corporal comprometida, menor a 4 (escala de 1 a 10), es la causa principal del anestro en la vacas; en general, hay acuerdo en que, en cría, una vaca con una condición corporal 3 deja de ciclar.
La CC de las vacas al momento del inicio del servicio, afectará el rendimiento reproductivo de las mismas en términos de servicio por concepción, intervalo entre partos y porcentaje de vacas vacías. Para un buen desempeño reproductivo, las vacas tendrían que presentar una CC 5 o mayor al parto (escala 1 a 10) y mantener este valor durante el servicio.
Las principales causas de falta de celo se deben, especialmente, a los dos primeros puntos. Nunca deberán parecer suficientes las medidas que se tomen para el control de los servicios, por más adecuadas que resulten las que se hayan adoptado. Para poder realizar una evaluación debe mantenerse un registro actualizado de los principales eventos reproductivos del rodeo.
La fecha de celo, el número de servicios por vientre, fecha de parto, intervalo parto-primer celo (días), intervalo parto-concepción, periodo de espera voluntario posparto, etc., son algunos de los registros mas importantes. Es posible supervisar el desenvolvimiento de los encargados de la I.A. y en general de toda la operación en sus distintas etapas, con el propósito de corregir errores o fallas que se detecten.
Los principales factores que afectan el éxito de todo programa de inseminación son la tasa de sometimiento, la capacitación del inseminador y la fertilidad del semen. La Tabla Nº 11 ilustra sobre las metas deseables para los mismos.
Factores que afectan la tasa de detección del celo.
Los principales aspectos que afectan la tasa de detección de los celos se reseñan a continuación: Conocimiento positivo de los signos del estro: Especialmente la “posición de monta” y la descarga vulvar normal, contribuyen a una alta tasa de detección del celo. Horario de detección: Es conocido que una buena proporción de las hembras, entran en celo durante horas de la noche, si bien el celo promedio dura entre 16 y 18 h., las vaquillonas y las hembras cebú presentan celos cortos (6 a 8 h.), por lo que pueden no ser observadas durante el día. Por ello, debe insistirse en realizar una observación lo más temprano posible. Incrementar la frecuencia de observación aumenta la tasa de detección.
Lugar de detección: Es preferible rodear las hembras en una esquina del potrero y no molestarlas para permitir que se expresen las que se encuentran en calor. El separar hembras que se montan durante el arreo o en los estrechos corrales del tambo, es una mala práctica que aumenta el número de hembras inseminadas pero no de las preñadas en primer servicio.
El lugar elegido para la detección debe ser de piso firme, caso contrario los animales no se sentirán seguros y evitarán saltar sobre otros. Ayudas para la detección: Disponer de la ayuda de animales detectores de las hembras en celo contribuye notablemente a aumentar la tasa efectiva de detección.
Estos animales trabajan aun en las horas en que el hombre generalmente se encuentra dedicado al descanso. Se practican distintos tipos de operaciones para obtener machos imposibilitados de preñar las hembras (vasectomía, epididectomía, desviación del pene, etc.) combinados con el uso de un arnés marcador.
Alternativamente puede usarse pintar el sacro de las hembras con pintura a la tiza o vacas androgenizadas provistas con bozal marcador. Fecha de parto. Las vacas paridas tarde, generalmente tienen una baja tasa de preñez, porque ellas no tienen tiempo para mostrar un celo temprano durante el siguiente servicio. Condición corporal.
La CC es importante para estimar cuando una vaca mostrará celo luego del parto. El 91% de las vacas en buena condición corporal, presentaron celo dentro de los 60 días posparto, en comparación con el 61% de las con CC moderada y el 46% de aquellas con mala CC. Amamantamiento. Las vacas que están amamantando tienen un intervalo parto-primer estro mas largo.
El flushing y el destete temporario por 48 h pueden ayudar a mejorar el desempeño reproductivo. Cambio de peso cerca del servicio. El 67% de las vacas que mantuvieron su peso desde el parto al servicio, se preñaron en el primer servicio, mientras que solo lo hicieron el 43% de las que perdieron peso.
Muchas investigaciones han indicado que, en una proporción importante, las vacas no muestran un buen celo temprano en la estación reproductiva y también que la tasa de concepción al primer servicio posparto es baja (33). Sin embargo, si se utilizan procedimientos apropiados de manejo, el número de vacas presentando celo en los primeros 21 días de servicio, así como la tasa de concepción al primer servicio, pueden ser altas.
Mejora de la detección del celo.
Para prevenir la ocurrencia de períodos extendidos de improductividad en los rodeos sometidos a inseminación artificial, conviene diseñar una estrategia que permita mejorar el desempeño reproductivo. Es importante realizar evaluaciones tempranas durante la marcha de los servicios, con el propósito de incorporar correcciones en el programa reproductivo. Cuanto antes se realicen las correcciones, es posible obtener resultados alentadores y evitar consecuencias calamitosas.
Porcentaje de Celos Diarios.
Conocer la proporción de hembras que entran en celo diariamente es sumamente importante para tener idea del estado reproductivo del rodeo y de la eficiencia del control de los celos. El porcentaje de celos diarios (%CD) se obtiene de la siguiente fórmula:
El porcentaje óptimo de hembras que normalmente deberían entrar en celo diariamente al comienzo del servicio, debería ser del 4,73 (100 vientres / 21 días duración promedio del ciclo estral). En todo rodeo hay un número indeterminado de vientres que no ciclan regularmente, reduciendo el porcentaje de
animales que entran en celo; por otro lado, el hombre no funciona tan bien como detector de celo. Por estas razones, se estima como adecuado un porcentaje de celo diario del 3 al 4% al inicio del servicio, porcentaje que debería comenzar a disminuir a partir de las tres primeras semanas por haber quedado preñada una buena parte del rodeo. Un porcentaje inferior al 3% pondría en evidencia una deficiente detección o un número elevado de vientres preñados por “robo” o bien un problema de estado corporal que debería ser obvio. Cuando el porcentaje de celos diarios es considerado bajo, deberá insistirse en dos aspectos fundamentales:
• Readiestramiento de los encargados de la observación.
• Control de su tarea, tendiente a verificar el estricto cumplimiento de las instrucciones.
Es conveniente incorporar un método de detección de celo que involucre algunas de las ayudas mencionadas en el punto 3.4 de este manual.
Porcentaje de vacas lecheras detectadas en celo.
En el tambo, es de utilidad confeccionar una lista de vacas vacías (abiertas) en condiciones de recibir servicio y observar su celo durante 24 días. El porcentaje de vacas detectadas en celo, representará la eficiencia de detección para el sistema utilizado.
Estros posibles detectados.
Por estro posible se entiende a los desplegados por vacas que se encuentran para recibir servicio y no aquellas, que por ejemplo, se encuentran dentro del periodo de espera voluntario o aquellas vaquillonas que no alcanzaron el peso de servicio. Para determinar la tasa de estros posibles detectados (47), puede recurrirse a la siguiente fórmula:
Por porcentaje de celos detectados se entiende a la cantidad total de vacas servidas o con celo informado, dividido en Nº de vacas multiplicado por el Nº de días del periodo estudiado y dividido en 21. Esta ecuación se usa principalmente en ganado de carne. Por ejemplo, si se detectaron 20 celos en un grupo de 40 vacas durante un periodo de 24 días, la tasa de celo detectada será de 43,7%. Para el ganado lechero, puede recurrirse a la siguiente fórmula:
El celo para servicio es definido como cualquier celo ocurrido luego del periodo de espera voluntario (PEV). El PEV es el intervalo desde el parto hasta la fecha en que se dispuso que las vacas sean nuevamente servidas. Si el PEV es de 50 días, el primer celo para servicio luego de los 50 días, debería ser detectado alrededor del día 60 posparto (10 días es la mitad de un celo promedio).
Proporción de intervalos interestruales.
En rodeos de carne, la proporción de periodos interestruales simples (de 18 a 24 días) a dobles (38 a 46 días), brinda una idea aproximada de la eficiencia en la detección de los celos. Una proporción de 6 o más periodos simples por cada periodo doble indica una detección de celos satisfactoria. También puede ser útil calcular la proporción de periodos interestros cortos (<18 días), normales (entre 18 y 24 días) o largos (>24 días); una meta apropiada sería registrar un 60% o mas de periodos normales.
Estimación de la detección del estro por el Test de Progesterona en Leche.
En vacas lecheras, puede efectuarse un test de progesterona en leche a todas las hembras inseminadas con más de 22 días que no hayan sido detectadas en celo. El porcentaje de vacas con bajos niveles de progesterona, representa la eficiencia de detección de celo.
Intervalo de servicios.
El Intervalo de Servicios es un buen indicador de cuan bien se están detectando los celos después del primer servicio en vacas lecheras. Debería mantenerse un promedio de 25 a 30 días entre servicios para reducir los costos asociados con excesivos días en que una vaca permanece vacía (días abiertos). La siguiente fórmula calcula el promedio de días entre servicios luego del primer servicio.
Donde DA son los días abiertos (desde el parto a la fecha en que la vaca está vacía) y DEL los días en lactancia. El cálculo de IS es preciso únicamente si toda la información reproductiva está registrada. La Tabla Nº 12 muestra como el incremento del porcentaje de celos perdidos, afecta el intervalo de servicio promedio.
Tasa de sometimiento.
Uno de los factores más importantes que afecta el resultado de todo programa de I.A. en la ganadería de carne, es la cantidad de animales que se presentan a tomar servicio, evaluada a través de la denominada Tasa de Sometimiento (TS). La TS se define como el número de vacas elegibles detectadas en celo y sometidas en los primeros 21 días de servicios.
Una vaca elegible es aquella que ha parido durante los primeros 21 días de la temporada de pariciones. Cuanto mas alta sea la TS, mayor será el porcentaje de vacas preñadas, la meta es lograr un 80% de vacas servidas en este período, con un rango aceptable entre el 60 y el 80%. Lógicamente el resultado se verá afectado por la eficiencia con que se detecte el celo, pero la experiencia demostró que cuando mayor es la cantidad de vacas inseminadas mayor es la cantidad de vacas preñadas.
Es deseable que en el lapso de las cuatro primeras semanas se hayan inseminado el 95% de las vacas, lo cual asegurará tener preñado entre el 50 y 60% de los animales, dependiendo de la proporción de animales que retornan al servicio.
Tasa de No Retorno.
Por Tasa de No Retorno (NR) se entiende el porcentaje de vientres que luego de inseminados no vuelven a entrar en celo, presumiéndose que están preñados. Aunque la tasa de no-retorno es un indicador de la tasa de concepción, tiende a sobreestimar a ésta en un 10%.
Para este cálculo se deben manejar dos períodos diferentes: a) durante el cual se realizan los servicios y b) el de espera para evaluar los resultados (al menos igual a un ciclo estral). Así se habla de NR a 30 – 60 días (NR30/60), esto significa que pasaron 30 días desde la última I.A. evaluada (período de espera) y 60 desde la primera (37).
Pasados los primeros 30 días de servicios el porcentaje de celos diarios tendría que disminuir sensiblemente respecto al registrado en días previos. Si la inseminación fue correcta (es decir hembra realmente en celo y buena técnica de inseminación), debe esperarse que un mínimo del 60% de los animales inseminados no retornen al servicio.
El dato que interesa aquí es el porcentaje de no retorno precoz que evalúa la primera semana de trabajo (NR 21/28). Como se considera un ciclo de 21 días, se supone que las hembras inseminadas el primer día de trabajo, podrían repetir el día 21; mientras que las inseminadas el día 7 lo podrían hacer el día 28. El cálculo de esta tasa de no retorno es útil para orientar el trabajo pero tiene sus limitaciones. La Tabla Nº 13 presenta la tasa de preñez que se obtiene en función de la tasa de sometimiento y de no retorno al servicio.
Índice de gestación o Servicios por Concepción.
El índice de gestación (IG) está relacionado directamente con la tasa de concepción y es un buen parámetro para evaluar la fertilidad del rodeo, reflejando la fertilidad de la vaca, la eficiencia de detección del celo y la inseminación artificial, pero no tiene en cuenta la cantidad de vacas que son descartadas por problemas reproductivos.
Un mal desempeño en el IG puede ser debido a imprecisión en la detección del celo, el largo del periodo de espera voluntario posparto, manejo del semen, calidad del semen, momento de la inseminación, técnica de inseminación, infecciones del tracto reproductivo, estatus nutricional, fertilidad o estado del tiempo. La Tabla Nº 14 muestra la relación entre Tasa de Concepción e IG (54). El IG es calculado dividiendo el número total de servicios por el número de vacas confirmadas o asumidas preñadas.
Por lo general, se requieren entre 1,5 y 2 inseminaciones para dejar preñado un animal, siendo una meta a lograr 1,65. La variación de 0,5 puntos refleja la fertilidad del semen utilizado, la fertilidad y estado de los vientres y la eficiencia del inseminador.
Servicios Acumulados.
Otra forma de pronosticar la tasa de preñez final y relacionada con la tasa de sometimiento, es computando los servicios acumulados (SA) en función de los días de servicios. El porcentaje de servicios acumulados (%SA) puede definirse como la proporción entre los servicios totales ejecutados en un tiempo dado y la cantidad total de las vacas del rodeo a inseminar.
La tasa de preñez efectiva, se obtiene dividiendo los servicios acumulados en el índice de gestación. La figura Nº 22 ilustra al respecto. En un rodeo de 100 vientres ciclando y con una eficiencia de detección de celos del 50%, los servicios acumulados al cabo de 90 días de servicios serían 132, Si se considera un índice de gestación de 2, la preñez efectiva al cabo de ese tiempo será del 66%, pero con una eficiencia del 70% en la detección de los celos, los servicios acumulados serán 184 y el porcentaje de preñez efectiva será del 92%. Si se mejorara el índice de gestación bajando los servicios por concepción de 2 a 1.7, todas las vacas estarían preñadas al finalizar los servicios.
El No Retorno al Celo como Indicador.
servicios Es factible analizar las causas del retorno a servicio después de la inseminación, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido entre dos servicios consecutivos (intervalo de servicio). Conviene recordar que el ciclo estral dura en promedio 20 a 21 días, por lo tanto retornos con esos intervalos son atribuidos a fallas normales de la I.A.; igualmente, intervalos que dupliquen estos valores (40 a 42 días) pueden considerarse normales, aunque pueden también indicar una falla en la detección de los celos.
Retornos entre 2 y 17 días indican una incorrecta detección debido al desconocimiento de los signos del estro o poca experiencia del personal encargado de la detección. Intervalos de 18 a 19 días son atribuidos a inseminaciones tardías, posiblemente por animales separados con celo pasado.
En tanto que intervalos entre 22 y 24 días son indicativos de inseminaciones tempranas por separación de las hembras durante el proestro. Los retornos demasiado extensos indican abortos. Por lo general estos problemas ocurren con alguna frecuencia y se acepta qué hasta un 65% retorne en un lapso considerado normal.
Desviaciones marcadas en los porcentajes de ocurrencia indicados en la Tabla Nº 15 hay que considerarlas anormales y debe revisarse el programa de I.A. Debido a la pérdida de celos (celos no observados), a ciclos anormalmente largos y a un número de otros factores, un buen intervalo de servicios promedio debería ser de 24 a 30 días (13). Es factible analizar las causas del retorno a servicio después de la inseminación, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido entre dos servicios consecutivos (intervalo de servicio).
Conviene recordar que el ciclo estral dura en promedio 20 a 21 días, por lo tanto retornos con esos intervalos son atribuidos a fallas normales de la I.A.; igualmente, intervalos que dupliquen estos valores (40 a 42 días) pueden considerarse normales, aunque pueden también indicar una falla en la detección de los celos.
Retornos entre 2 y 17 días indican una incorrecta detección debido al desconocimiento de los signos del estro o poca experiencia del personal encargado de la detección. Intervalos de 18 a 19 días son atribuidos a inseminaciones tardías, posiblemente por animales separados con celo pasado. En tanto que intervalos entre 22 y 24 días son indicativos de inseminaciones tempranas por separación de las hembras durante el proestro. Los retornos demasiado extensos indican abortos.
Por lo general estos problemas ocurren con alguna frecuencia y se acepta qué hasta un 65% retorne en un lapso considerado normal. Desviaciones marcadas en los porcentajes de ocurrencia indicados en la Tabla Nº 15 hay que considerarlas anormales y debe revisarse el programa de I.A. Debido a la pérdida de celos (celos no observados), a ciclos anormalmente largos y a un número de otros factores, un buen intervalo de servicios promedio debería ser de 24 a 30 días (13).
Un rodeo con una buena detección de celos, debería tener intervalos de servicios con una distribución similar a la presentada en la Tabla Nº 16 (53).
Resumen de Índices Reproductivos más importantes.
Tasa de Preñez al 1er servicio (%): se define como el número de vacas que son confirmadas o asumidas preñadas con un primer servicio, dividido por el número de vacas con primer servicio. También puede calcularse para un segundo servicio o servicios subsiguientes.
Servicios por Concepción: es calculado dividiendo el número total de servicios por el número de vacas confirmadas o asumidas preñadas. Intervalo Parto-Primer Servicio (días): es el intervalo promedio entre la fecha de parto y la fecha del primer servicio para todas las vacas.
Intervalo Parto-Concepción (días): es el intervalo promedio entre la fecha de parto y la fecha del último servicio de las vacas confirmadas o asumidas preñadas. En un rodeo con servicios estacionales, la meta (85 días) debe dar un intervalo entre parto de 365 días.
Tasa de sometimiento (%): se define como el número de vacas elegibles detectadas en celo y sometidas en los primeros 21 días de servicios. Una vaca elegible es la que ha parido en los primeros 21 días.
Tasa de Celos No Detectados (%): se define como el porcentaje de vacas con 42 días o más de paridas, todavía no servidas o detectadas en celo. Este índice es calculado 28 días después de iniciados los servicios.
Tasa de Retornos 18-24 (%): brinda una indicación de la exactitud de detección del celo. El intervalo para el retorno normal es 18-24 días y se espera que la proporción de vacas que no repiten celo en este rango sea del 60% o más. Aquellas que repiten con un intervalo inferior a 18 días no deberían superar el 10% y las que repiten con un intervalo mayor de 24 días no deberían superar el
30%.
Tasa de Infertilidad (%): se refiere al porcentaje de vacas no paridas al final de la estación de la cría. Si el diagnóstico de preñez no se lleva a cabo, los productores pueden tener que esperar hasta que las vacas paran al año siguiente para un resultado exacto.
Tasa de Detección del Celo (%): es calculado como el número total de servicios dividido por el número total de servicios más los celos perdidos multiplicados por cien. El número de celos perdidos es determinado asumiendo que un intervalo de retorno de 36-48 días es un celo perdido, un retorno de 55-70 días son dos y 75-90 indican que se perdieron tres celos.
Metas y rangos aceptables.
Es conveniente fijar metas alcanzables (realistas) teniendo en cuenta sus variaciones normales. Las metas realistas y rangos aceptables para los índices reproductivos se resumen en la Tabla Nº 17.
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Me gusto esta paguina es muy productiva
Muchas gracias Brayan
Muy bueno muchas gracias por toda la informacion
Excelente manual